Juanita Góngora salió la madrugada de este lunes hacia la ermita de la Virgen del Hato, la legendaria hacienda en la Península de Cosigüina-El Viejo, Chinandega, para participar de la Gritería Chiquita en honor a la Purísima Concepción de María.
Junto a Góngora, peregrinos llegaron al pequeño templo de montaña a pagar sus promesa y a orar por las familias del país. Los peregrinos también entonaron cantos a la Virgen María y el tradicional grito de ¡Quién causa tanta alegría!
Buses de las ciudades de Chinandega y El Viejo llegaron hasta la hacienda El Hato, donde se realizó quema de pólvora. En el lugar también se observó a mujeres afanosas elaborando comidas tradicionales para los peregrinos.
Bismarck Reyes, del barrio El Calvario, de Chinandega, dijo que pagaba la promesa de elaborar un altar para Gritería Chiquita.
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En horas del mediodía con el redoble de campanas y la tradición del grito fervoroso en las calles del pueblo viejano, los devotos abrieron sus puertas para cantarle a la Virgen y entregar la gorra a niños, mujeres y ancianos.
En el parque central, las instituciones públicas elaboraron altares para recibir por la tarde a los devotos a quienes se les ofrece frutas y comidas tradicionales como los nacatamales, gofios, ayotes en miel, elotes cocidos y naranjas.
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La celebración, también conocida como Purísima de Penitencia, fue un compromiso adquirido por el obispo, monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes, cuando entre los meses de julio y agosto de 1947 ocurría la erupción del volcán Cerro Negro.
Dato histórico
Hace 70 años, un 10 de julio, el volcán Cerro Negro, el más joven de Centroamérica, hizo erupción y las cenizas que lanzó cayeron durante varios días sobre las viviendas de la ciudad de León. En esa ocasión, los pobladores de esa ciudad, ubicada a 90 kilómetros al noroeste de Managua, por iniciativa del obispo Isidro Oviedo Reyes, levantaron altares en honor a la Virgen de la Asunción, cuya imagen fue paseada por las calles para pedir que cesara la actividad volcánica.
Después de los ruegos de los pobladores de esa ciudad, la actividad del Cerro Negro cesó, y, creyendo que era un milagro, las autoridades eclesiales de la época establecieron que cada 14 de agosto se celebrara en todos los municipios del departamento de León el día de la “Gritería Chiquita”, en el que se canta a la Virgen y se reparten golosinas entre los promesantes.
El Cerro Negro, de 728 metros sobre el nivel del mar, es uno de los más activos de Nicaragua.