Las comunidades mineras de Nicaragua no solo urgen de una actualización de sus estadísticas sobre pobreza y empleo, sino también del diseño de un plan de desarrollo estratégico que les permita conservar en el tiempo el estado de bienestar alcanzado hasta la fecha una vez que se agoten sus reservas mineras.
Además del Gobierno central, la participación de las empresas mineras en el diseño de estrategias de desarrollo es clave para evitar incluso que estas comunidades “desaparezcan” una vez que se agoten estos recursos mineros.
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“Se sugiere que las empresas mineras apoyen la formulación e implementación de planes de desarrollo local para los municipios mineros, en el sentido de crear condiciones para evitar la emigración y el desempleo de la población”, concluyó el Análisis de la Actividad Minera en Nicaragua 2006-2016, publicado por Consultores Para el Desarrollo Empresarial (Copades).
Durante la presentación del estudio, el economista Néstor Avendaño señaló que las mismas comunidades mineras han expresado que entre sus principales inquietudes frente a la actividad minera en sus localidades está “¿qué va a ocurrir cuando concluya a vida útil de la mina? ¿Qué le va a pasar a la comunidad?”.
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El problema es que los presupuestos de las alcaldías donde se desarrolla esta actividad están muy vinculados a la minería. Entre 2012 y 2016, según el estudio de Copades, del monto de los impuestos mineros pagados al Gobierno central por las empresas de minería metálica 35 por ciento fue transferido a las alcaldías municipales. En su conjunto estas recibieron en el período analizado 19.6 millones de dólares.
Los distritos mineros metálicos de Nicaragua se encuentran en León (municipio Mina El Limón) y Chontales (municipios La Libertad y de Santo Domingo), así como en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (municipios de Siuna, Bonanza y Rosita).
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¿Hacia dónde deben apuntar los planes de desarrollo de las zonas mineras del país? Estas tierras ricas en minerales también tienen alta vocación agropecuaria.
Los suelos de León y Chontales son aptos para el cultivo de algodón, ajonjolí, maní, maíz, sorgo, arroz y caña de azúcar. También tienen condiciones para la siembra de pastos, piña, frutales, agroforestería. Por su parte, en el Caribe Norte se puede potenciar la producción de sorgo, maíz, hortalizas, algodón, frijoles, arroz, yuca, caña de azúcar, banano, plátano, piña, palma africana, pastos y bosques, entre otros.
Planes para desarrollo
Pero no bastaría con solo impulsar el desarrollo de las actividades agropecuarias y forestales en estas zonas mineras, Avendaño asegura que esa apuesta debe venir acompañada de la agroindustrialización de la producción. “No es quedarnos en la producción primaria, hay consensos que hay que buscar la agroindustrialización de estos productos primarios”, enfatiza.
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“La sugerencia que dejamos a las autoridades y a las empresas mineras metálicas es que hay que hacer planes de desarrollo local integrales en el sentido que vincule la producción primaria con la manufactura, con el procesamiento industrial de esos bienes primarios, creo que así se superaría el terror que existe entre las comunidades que ahora que cierren la mina: ¿qué hacemos?”, sostuvo.
Y añade: “Creo que es necesario comenzar a concretar esos planes y en eso tiene un gran autoridad el Gobierno central para coordinar esa elaboración de planes y fomentar la inversión para ir preparando el escenario cuando se agote la mina. Es importante mencionar la preocupación de las comunidades y que las comparten las empresas mineras”.
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Según información proporcionada por la Cámara Minera de Nicaragua (Caminic), en la actualidad las empresas mineras metálicas ejecutan planes de apoyo para que los comunitarios logren desarrollarse en otras actividades que no sea la minería.
En el caso de B2Gold en los últimos años han ejecutado proyectos dirigido a educación, salud, agua y medios de vida.
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Además han apoyado en la creación de microempresas que con el tiempo se volvieron proveedores de los uniformes de la mina El Limón. También se abrió un centro de acopio de leche en la Libertad, Chontales y una planta purificadora de agua en Santo Domingo.
Hemco, otra de las mineras metálicas del país ha desarrollado el programa de diversificación de la economía local. Desarrollaron el programa “Bonanza Emprende“, y proyectos educativos desde Centro de Desarrollo Infantil y educación electromecánica y centro de cómputos.