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Freydell Monserrat Castillo Cruz vive feliz con sus abuelos paternos. Se cumplió un año desde que fue devuelta a su familia biológica. LA PRENSA/R.MORA

La niña Freydell Monserrat sigue en la casa de sus abuelos en Estelí

Hace un año Freydell Monserrat, fue regresada a su hogar biológico. En un proceso lleno de anomalías había sido entregada en adopción a unos españoles. Hasta la fecha el Gobierno no se ha pronunciado sobre lo que pasó.

Piel delicada y blanca, ojos claros, pelo rubio, muy amistosa y sonriente. Así se encuentra Freydell Monserrat Castillo Cruz, de 3 años. Ella saluda a cuantas personas pasan por la casa de sus abuelos, donde vive desde que el Gobierno la regresó a su familia biológica.

Un año transcurrió desde aquel 12 de agosto de 2016, cuando las autoridades entregaron, sin mayores explicaciones, a Freydell Monserrat en la comunidad del Peñasco, del municipio de Condega.

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La niña fue sustraída por funcionarios del Ministerio de la Familia, Adolescencia y Niñez (Mifan) la noche del 13 de octubre del 2015, en la comunidad de Colocondo de San Juan de Limay, Estelí. Ahí la cuidaba un familiar materno.

Perdió empleo por reclamo

Las autoridades nunca dieron una declaración pública sobre este caso que fue denunciado por la familia de la niña, encabezada por su mamá Elva María Cruz y luego por el abuelo paterno Marlon Castillo, quien perdió su empleo como asesor legal de Enacal en la región segoviana por su reclamo.

La niña fue entregada en adopción en diciembre del 2015 a una pareja de españoles y hasta en marzo del 2016 fue declarada en total desamparo por un juez de familia de Carazo.

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A pesar de que Castillo considera que su nieta ya había sido llevada fuera del país, por las referencias que la niña hace de los aviones, considera que el Gobierno por lo menos rectificó, por la presión de las denuncias.

Le ha compensado sufrimiento

Castillo asumió el cuido y crianza de la niña Freydell junto con su esposa Marcia y afirma que la niña es su alegría porque solo hijos varones tiene y ya todos mayores.

Ahora tiene que madrugar al ritmo de la niña, pero la vida le ha compensado el sufrimiento que enfrentó durante 10 meses de incertidumbre, cuando el Gobierno le había arrebatado a Freydell Monserrat Castillo.

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