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Los Tigres, beisbol

Edgard Rodríguez C.

Zona de Strikes: Frente Sur-León, un batalla con historia

León y Rivas vuelven a verse las caras en una Final del beisbol nacional 34 años después, luego de haberlo hecho tres veces en cuatro campañas en los 80

Luego de cuatro torneos en la era posrevolución, León y Rivas habían medido fuerzas tres veces en Finales, así que los chavalos de la época nos hicimos familiares con esos duelos que sin embargo no continuaron como para cultivar una legítima rivalidad.

A un lado estaban figuras como Julio Medina, Ariel Delgado y Julio Moya, y al otro, Juan Cabrera, Adolfo Álvarez y Leoncio Martínez. Pero en esas batallas también eran notorios Tomás Mendoza o Eloy Morales, Hilario Mendoza o Arnoldo Muñoz, entre muchos otros.

La tropa sureña capturó el primer título en 1980, mientras León se adueñaba del de 1981. Y tras cederle el paso a los Dantos en 1982 (vencidos por Rivas), ambos equipos se toparon en 1983 y los felinos se llevaron la corona. Así que León quedó arriba 2-1.

Y mientras León se volvió asiduo visitante de las Finales, al extremo de acumular nueve campeonatos a partir de 1980 (tiene 12 desde 1970), Rivas perdió impulso. No ganó otro cetro más desde aquel de 1982 ante los Dantos, a pesar de disputarlos en 1994 y el 2000.

Treinta y cuatro años después, los Leones y el Frente Sur están listos para iniciar un nuevo enfrentamiento, con equipos de talento distinto, pero igualmente hambrientos y determinados a salir por el triunfo, mientras sus fanáticos se agitan y sueñan con la victoria.

Y en una temporada en la que todos los favoritos han caído, el León es el único que aún conserva esa etiqueta. Tiene un equipo sólido en todas sus áreas, con una alineación de zurdos violentos y un par de brazos de calibre como Wilton López y Fidencio Flores, más Joaquín Acuña.

Rivas está en una etapa de renacimiento, se ha renovado y luce tan inspirado, que ha sorprendido como sube su nivel de juego a medida que es exigido. No es favorito y eso es quizá, lo que más impulsa a los sureños, acostumbrados a remar contra la corriente y los pronósticos.

Todos los favoritos como el Bóer, los Dantos o la Costa, fueron quedando en el camino. León aún está en pie y tras dos series muy sufridas ante los Indios y Estelí, parecen fortalecidos en su carácter para afrontar el reto más decisivo en esta temporada.

Rivas creció de golpe. Un equipo en el que prevalece la juventud y un picheo sólido, más un juego agresivo y de buenos instintos en las bases, está listo para probar que este no es el año de los favoritos. Alistémonos para la emoción.

 

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