“Lo que puedo decir es que al final del día es muy sencillo. Somos dos personas que estamos muy felices y enamorados”, respondió Markle a preguntas sobre su manera de lidiar con la atención de la prensa.
“Estábamos viéndonos de forma discreta durante unos seis meses antes de que se convirtiera en noticia, y yo estuve trabajando todo ese tiempo, así que lo único que cambió fue la percepción de la gente”, explicó la intérprete, que conoció al príncipe Enrique en julio de 2016 a través de amistades en común.
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Markle, que protagonizará la portada de la edición de octubre de Vanity Fair, aseguró también en la entrevista que nada en ella ha cambiado desde que se supo su relación con el miembro de la familia real británica.
“Sigo siendo la misma persona de siempre, nunca me he definido por mis relaciones”, subrayó la actriz de 36 años, que saltó a la fama por su papel como Rachel Zane en la serie de abogados Suits en 2011.
Markle ha sido objetivo de la prensa británica desde que se supo que mantenía una relación con el príncipe Enrique a finales de 2016, y ha sido examinada por los tabloides más agresivos, que han destacado que es hija de una madre negra y un padre de ascendencia holandesa.
Los artículos sobre la actriz llevaron al príncipe a emitir un comunicado el pasado noviembre para defender la privacidad de su vida personal, en el que confirmó su relación y criticó a los medios por sus “mensajes con trasfondo racista” y por su “sexismo rotundo” con respecto a su novia.