Realmente si uno revisa los titulares de los periódicos locales y escucha los avances de los noticieros televisivos y ve sus imágenes, Nicaragua da escalofríos. Ciertamente está perdiendo su preciado galardón de la seguridad ciudadana que con tanto esfuerzo ha logrado la Policía Nacional.
Analicemos algunos titulares que hicieron la primera página en LA PRENSA en una semana: “Van ocho mujeres asesinadas en el mes”; “Mareros atacaron a productor de maní”; “ Maras perforan la seguridad nacional”; “Matan a oficial que cuidaba a doña Violeta”; “Homicidio imprudente en Boca de Sábalos”; “Policía no halla la cabeza de Karla”; “Admitió asestar 56 estocadas a su pareja”; “Matan a candidata a vicealcalde del PLC”; “Carnicero de Tipitapa quiere que lo liberen”; y por último, encontramos una “buena” noticia en El Nuevo Diario: “Feminicida entrega la cabeza de Karla”.
Las noticias de hechos de violencia no pudieran ser más tétricas y aunque no quisiéramos que ocurrieran, están a la orden del día junto con los accidentes de tránsito y no culpo al periodismo que las destaque, porque son noticias, definida esta como lo nuevo, lo oportuno y lo trascendente.
Desafortunadamente son un reflejo de lo que está ocurriendo, cada vez con mayor frecuencia, por ello quiero pronunciarme condenando cada uno de estos hechos. Un hombre no puede disponer de la vida de una mujer solo porque ella está cansada del maltrato o simplemente, porque ya no quiere seguir compartiendo su vida con su pareja.
Son crímenes pasionales machistas que no tienen lugar en una sociedad moderna y cristiana como la nuestra y por tanto deben ser perseguidos con todo el peso de la ley, como es el caso del asesino de Karla Estrada Rostrán.
En lo personal, me ha tocado cerca la tragedia del joven policía Leonel Eduardo Medrano Rodríguez, de 31 años, quien estaba a cargo de resguardar la casa de mi madre, la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, cuando fue asesinado a quemarropa el 25 de agosto por dos delincuentes a bordo de una moto, todo con el propósito de robarle sus armas de reglamento, un AK-47 y una pistola, para seguramente cometer otros graves delitos.
Este hecho es gravísimo porque se trata de un agente del orden, debe ser investigado y ojalá la Policía Nacional lo esclarezca a como ha logrado esclarecer muchos otros asesinatos que parecían “crímenes perfectos” hasta que sus hechores fueron capturados y llevados ante la justicia. Mis más sentidas condolencias a la familia de Leonel Eduardo y a toda la Policía Nacional.
Otro asesinato que me ha tocado mucho por tener un entorno político, es el de la candidata a vicealcalde del PLC en el municipio de San José de Bocay, Zeneyda Patricia Salgado Matus, quien proviene de una familia de gran trayectoria liberal. También trascendió en los medios, que un joven de 16 años, Ervin Ulises Duarte, hijo del secretario del PLC recibió un balazo en la cabeza y se encuentra en estado grave.
Se señala como el autor a Léster Misael Tinoco Martínez, y se señala que es un simpatizante del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). Oscar Sobalvarro, vicepresidente del partido y originario de Jinotega, ha negado rotundamente que Tinoco sea candidato, miembro o activista de dicho partido.
El caso es que fuese quien fuere el autor, fuese o no miembro de CxL, es condenable este hecho, como condenaría cualquier otro hecho de violencia política, venga del partido que venga. Quitarle la vida a un ser humano por motivos pasionales, robo o por discrepancias políticas, es un crimen abominable y quien lo cometa debe de recibir un castigo ejemplar para que poco a poco vayamos erradicando la violencia de nuestro suelo patrio.
Esta campaña edilicia que se avecina debe ser ejemplar, sin violencia, sin altercados y sin fraude. Debe quedar claro que el fraude es una forma de violencia, porque se violenta la voluntad popular.
En este mes de la patria debemos desterrar el círculo de la violencia de nuestra historia patria, que cíclicamente se ha repetido, para poder pregonar con orgullo “que ya no se tiñe de sangre de hermanos nuestro glorioso pendón bicolor”.
El autor es periodista, exministro y exdiputado.
