Sudáfrica era el rival ideal para sacudir la mala racha y Nicaragua no dejó ir a la oportunidad de ganar su primer juego en el Mundial Sub-18 de beisbol, en Thunder Bay, Canadá, al noquear 11-1.
Seis derrotas en fila sin conocer la victoria, no estaban en los cálculos de nadie, pero de alguna manera los chavalos nicas se hundieron, especialmente los lanzadores.
Lea además: Nicaragua quedó fuera de la ronda de medallas al perder cinco juegos en la primera vuelta
Sin embargo, el equipo no cayó tan bajo como para patinar frente al rival más débil del torneo y con Jeffri Sánchez recetando 13 ponches en siete episodios de tres hits, más una ofensiva comandada por Wandley Ocón con tres hits, dos anotadas, un remolque y tres robos, el conjunto pinolero funcionó como el mánager Jorge Luis Avellán creía que lo harían en todo el evento.
Poncharon a 16
El zurdo Kevin Solís abrió, pero explotó en el segundo cuando dio una base y golpeó a uno sin out. Silva entró y silenció por completo a los sadafricanos. Solís y Silva se combinaron para sacar los 10 primeros outs del juego por la vía del ponche. Entre los dos, “fusilaron” a 16.
Nicaragua abrió el marcador con dos carreras en el segundo, agregaron dos en el tercero. Sudáfrica anotó una sucia en el quinto. Los pinoleros marcaron una en el séptimo y concretaron el nocaut con seis en el octavo.
Esta sábado (7:30 a.m.) es la despedida contra México.