“Esto no me lo esperaba, sabía que iba a ser una pelea muy difícil, pero un final así, no, nunca lo imaginé”, dijo Lilliam Luna, mamá de Román “Chocolatito” González, con la garganta entrelazada y las lágrimas a punto de asomar, después de ver a su hijo derrotado por segunda vez en su carrera.
Así te contamos el nocaut de “Chocolatito” González a manos de Rungvisai
En la sala de su casa, situada en el Barrio La Esperanza, en Managua, se escuchó un silencio sepulcral y los gestos de asombro afloraron, mientras que amigos y vecinos de la familia se acercaban a doña Lilliam, y la llenaban de abrazos, como si la intención fuera evitar que se rompiera, a la vez que en la televisión repetían las imágenes inesperadas.
Lea: Rungvisai noqueó a “Chocolatito” y retiene la corona de las 115 libras
Sentado en una silla de plástico, tocado por el impacto, don Luis González, padre de Román, trataba de encontrar dónde estuvo el error. O más bien, la mala decisión.
Impactado
“El error siempre fue que saltara a las 115 libras. Nunca vi con buenos ojos que hiciera ese cambio. Él es muy pequeño en comparación con los otros boxeadores, que son unas bestias. Pienso que debe regresar a las 112 libras”, manifestó don Luis, visitado por la tristeza, y afuera de la casa desfilaban los vecinos que se agolparon desde temprano a ver la revancha en la pantalla gigante que siempre se coloca.
Relacionado: Román “Chocolatito” González ganará 600 mil dólares en la revancha con Rungvisai
“Este Rungvisai es un peleador muy fuerte, demostró que es superior a Román”, comentó el hombre entrado en años, al valorar la actuación del tailandés, que realizó la pelea de su vida.
Todos en la casa de doña Lilliam Luna esperaban que la noche cerrara con alegría, pero en los designios del boxeo escrito estaba lo contrario.
“No sé que consejo darle a mi hijo mañana que venga, no sé, no sé”, apuntó, y en el sofá de color crema la mujer se mostraba dolida, tapándose los ojos con las manos.
