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¿Por qué Nicaragua obliga a los emprendedores a permanecer en la informalidad?

¿Cuán responsables son los emprendedores de este aumento en la informalidad? ¿Cuánto inciden las barreras estructurales del país? ¿Qué tan delgada es la línea que separa la informalidad de los emprendedores?

En los últimos años Nicaragua ha impulsado varias iniciativas de emprendimiento. Más jóvenes emprenden negocios, más instituciones se involucran en proyectos de asistencia de este tipo. Paralelo a este impulso también la informalidad ha ido en crecimiento. En 2006 el mercado informal era de entre el 55 y 60 por ciento, pero hasta el 2015 este había aumentado a más del 80 por ciento, según cifras del sector privado.

¿Cuán responsables son los emprendedores de este aumento en la informalidad? ¿Cuánto inciden las barreras estructurales del país? ¿Qué tan delgada es la línea que separa la informalidad de los emprendedores?

El director ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE), René González, dice que los emprendedores no son los responsables directos del crecimiento de la informalidad del país, pero admite que estos nacen y se desarrollan en un entorno carente de facilidades que propicien la formalidad.

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“Tenemos que ver la foto completa del panorama, del ambiente emprendedor, afinar y ajustar algunos de los elementos para que todos calcen, para que no veamos a jóvenes emprendiendo negocios informales, subempleando y contribuyendo a ser parte de ese círculo vicioso del que Nicaragua no ha salido desde hace varios años”, señala González.

Hace siete meses Carlos Salinas Núñez abandonó su empleo como guía turístico para montar una turoperadora en León. Desde que arrancó el negocio, Salinas indica que su mayor reto fue establecerse legalmente.

Él no quiso formar parte del 90 por ciento de las microempresas que trabajan en la informalidad, según cifras de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) sobre la base de la Encuesta de Empresas Sostenibles Nicaragua 2015.

Lea: ¿Por qué cuesta tanto emprender en Nicaragua?

Salinas explica que cumplir con los requisitos de ley es complejo porque los aranceles que se establecen en el país no están en la capacidad de pago para alguien que está comenzando. “Los emprendedores no pedimos nada regalado, lo que necesitamos es un modelo diferente para realizar los pagos”, afirma el empresario.

Al igual que Salinas son muchas las personas que acuden a las instituciones en busca de formalizar sus negocios, pero la complejidad en los trámites de formalización los agota y desisten, dice Blanka Callejas, miembro de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN).

De hecho, el Banco Mundial señala que Nicaragua tiene las barreras al emprendimiento más altas en América y el Caribe, relacionadas principalmente con la complejidad de trámites para abrir un negocio, además hace hincapié en el impacto que tiene la falta de competencia de mercado en las iniciativas de negocios.

El presidente de Emprendedores Juveniles de Nicaragua (EJN), Rodrigo Ibarra, dice que la informalidad es parte de la coyuntura económica, social y cultural en los negocios y que en los últimos años ha crecido ante la falta de capacidad de las empresas formales para absorber a la mano de obra joven. Esto ocasiona, que los jóvenes opten por crear sus propios empleos, sin acceso a recursos, con ingresos precarios y de muy baja productividad.

González e Ibarra coinciden en que la clave radica en que se trabaje en una estrategia con los emprendedores donde les permita tener acceso a las diferentes instituciones sin que los trámites sean burocráticos.

Frena el desarrollo

El problema es que todas estas barreras para que los emprendedores formalicen sus negocios frenan la posibilidad también de que estos proyectos crezcan y generen empleos de calidad, que es lo que demanda la economía nacional.

El primer obstáculo con el que tropiezan los emprendedores al no legalizar sus negocios, es el bloqueo al financiamiento. Es por esa razón que Salinas decidió optar por la formalidad.

Ibarra, por su lado, enfatiza que la informalidad limita las oportunidades para poder competir en el mercado nacional e internacional, para acceder a fuentes de financiamiento para los negocios o nuevos proyectos y daña hasta la imagen o reputación de los mismos negocios.

Salinas critica que la mayoría de los programas de apoyo a los emprendedores se concentran en Managua y pocas veces en los departamentos. “Entre más largo quede tu departamento de Managua, menos oportunidades tenés de acceder a un crédito porque a veces los organismos creen que no hay proyectos en las otras zonas del país, pero se equivocan, es ahí donde está el potencial”, expresa.

Amenaza economía

Seguir repitiendo esos patrones de informalidad es una amenaza para el crecimiento sano de la economía del país, dice el economista Luis Murillo, porque no se puede aumentar la productividad y los trabajadores no logran obtener los beneficios básicos como el salario mínimo y el Seguro Social.

“(La informalidad) no permite desarrollar elementos reales para generar competitividad. Lo que sí es conveniente para las empresas que al tener un mercado laboral y economía informal es que tienen a su disposición recursos humanos abundantes y baratos adicionados a ello tendrán incentivos para negociar salarios mínimos con menores montos que al final solamente reproducen una economía de subsistencia”, asevera Murillo.

Nivel educativo

Otro de los factores que inciden en que un plan de negocio nazca en la informalidad o la formalidad es el nivel educativo del emprendedor.

Salinas, por ejemplo, aspira emplear a otros guías turísticos. Él es egresado de Administración de Empresas Turística y Hotelera, ese nivel educativo le ha permitido planificar sus metas, visionar su emprendimiento y desarrollar habilidades que si bien un cuentapropista lo podría hacer, le costaría más dinero y tiempo.

El director ejecutivo del INDE señala que a mayor nivel educativo, menores son los riesgos de permanecer en la informalidad.

Arce defiende al Gobierno

Quien considera que la cultura emprendedora es clave para apuntalar el crecimiento de los próximos años es el asesor para Asuntos Económicos de la Presidencia, Bayardo Arce, pero niega que la falta de facilitación para formalizar los negocios sea la responsable del aumento de la informalidad.

Arce considera que el éxito de emprender está en la decisión de cada individuo. “Lo que tenemos que poner en práctica es lo que hoy se llama la economía naranja, que es que la gente ponga creatividad, para que la gente pueda transformar lo que hasta hoy hemos hecho”, dice.

Se debe copiar a Tigres Asiáticos

El economista Luis Murillo apunta que es necesario desarrollar políticas que incentiven a los emprendedores a buscar la formalidad.

Además, sugiere copiar los modelos de desarrollo de países como Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea del Sur, que aplicaron para aprovechar su creciente mano de obra joven (fenómeno llamado bono demográfico).

Si se lograra aplicar la misma receta asiática, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene que países como Nicaragua, Guatemala y Honduras se perfilarían como los que más se beneficiarían del rédito que dejaría, por ejemplo, un incremento en los niveles de educación de la fuerza laboral, porque son las economías con los menores grados de calificación en su mano de obra.

Economía emprendedores informalidad Nicaragua archivo

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