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crecimiento económico, Nicaragua

Según el director de Funides “de no acelerar nuestra tasa de crecimiento económico seguiremos siendo el último de Centroamérica”. LA PRENSA/ARCHIVO

Funides: Crecer al 8 por ciento anual no es una utopía

El director ejecutivo de Funides, Juan Sebastián Chamorro, asegura que “Nicaragua solo tiene 30 años para decidir si crece al doble o se quedará rezagada casi para siempre”

Aunque es una meta ambiciosa, que la economía crezca al doble del ritmo actual es posible e indispensable. Solo basta con echar una mirada a las páginas de la historia económica de Nicaragua en los años cincuenta y sesenta para constatar que el planteamiento que en las últimas semanas han hecho “múltiples voces” de que se debe aspirar a crecer al 8 por ciento anual no solo “suena bonito” sino que tampoco ha sido “sacado de la manga”.

De renunciar a esa meta, que ha sido planteada por centros de pensamientos y el mismo Incae Business School, el director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), Juan Sebastián Chamorro, señala que Nicaragua habrá perdido la última oportunidad que tiene para que su economía deje de ser la más atrasada de Centroamérica.

El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, fustigó la semana pasada a “las voces” que proponen crecer al ocho por ciento al señalar que no dicen cómo se puede lograr ese repunte.

Chamorro es enfático: Nicaragua solo tiene 30 años para decidir si crece al doble o se quedará rezagada casi para siempre.

¿Aún es posible crecer al 8 por ciento anual?

El Fondo Monetario Internacional ha calculado el crecimiento potencial de Nicaragua, lo cual asume el marco institucional vigente, la continuación de políticas financieras responsables, el acervo y flujo de capital previsto, así como la actual participación y tendencia en la productividad de la mano de obra, en 4.5 por ciento. Funides está precisamente promoviendo la necesidad de cambios estructurales y la transformación productiva para superar estas tasas de crecimiento. Es por eso que se habla de un proceso consiente público y privado para la transformación productiva, con la estructura actual no se lograría.

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Las tasas de crecimiento de la economía nicaragüense deben ser el doble para que al menos podamos acercarnos a nuestros vecinos centroamericanos. Por ejemplo, si crecemos al siete por ciento, estaríamos en diez años igualando el ingreso per cápita actual de El Salvador.

¿Es una meta ambiciosa?

Es naturalmente una meta ambiciosa porque requiere de cambios institucionales y de política pública, pero debemos como país hablar de esto para organizar esfuerzos, tanto públicos como privados, para alcanzarlas. Hay sectores económicos, como el turismo y los call centers por ejemplo, que ya están creciendo a altas tasas. Si pudiéramos hacer lo mismo con todos los sectores e introducir industrias y servicios nuevos, se podría incrementar la tasa de crecimiento de la economía en su conjunto. Lo más importante de toda esta discusión es que se ha establecido en la agenda nacional la  necesidad  de incrementar las tasas y se ha generado la conciencia de abordar el tema de manera seria y sobre todo conjunta.

La propuesta que está elaborando Funides con APEN y las demás cámaras de Cosep es una propuesta de incrementar las exportaciones en base a un listado de más de 115 productos y otro grupo adicional de servicios que el país podría potencializar y así hacer crecer más rápido a la economía. Hay que recordar que las exportaciones nicaragüenses se han quedado estancadas en un promedio de 107 productos en los últimos 25 años. La idea de los 115 nuevos productos es una propuesta en el sentido que tendrá que pulirse y refinarse, se tendrá que ver en más detalle qué productos y servicios son más factibles, pero pone un punto inicial de la discusión de lo que se debe hacer…

LA PRENSA/CORTESÍA

¿En la historia de Nicaragua hay registro de una tasa de crecimiento de ese nivel?

Sí. Durante la primera mitad de la década de los cincuenta el país creció en promedio al nueve por ciento. Luego, en la década de los 60, específicamente entre 1961 y 1967, Nicaragua creció en promedio a 8.5 por ciento anualmente, esto es en base a datos del Banco Mundial y el crecimiento es en términos reales del PIB. El promedio para esa década fue de 7.5 por ciento. Esto fue resultado de un modelo agroexportador, donde hubo importación de maquinaria agrícola, recursos externos e internos y la fundación de instituciones estatales para el apoyo del empresariado nacional como el Banco Nacional de Fomento. Fue un período de expansión de la post guerra mundial que Nicaragua supo aprovechar. Lo que hay que hacer ahora es identificar cuáles son estas oportunidades que nos ofrece el presente, como el bono demográfico que actualmente está viviendo Nicaragua, el crecimiento de la demanda de algunos productos y servicios que podemos producir y el abaratamiento de las tecnologías modernas, que ahora se pueden adoptar sin muchos costos.

¿Cuáles son las reformas estructurales  que se deben impulsar para encaminarnos a ese crecimiento?

Hay muchas cosas por hacer.  La propuesta de Funides, que se basa en los análisis de economistas renombrados como Rodrik, es buscar qué barreras específicas existen para fomentar el crecimiento. Cada sector tiene sus propias barreras mientras que otras son generales. Por ejemplo, la poca educación bilingüe es una barrera para el crecimiento del turismo y los centros de llamadas (call centers). Entonces, habría que eliminar esa barrera para fomentar el crecimiento.

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Un elemento importante es que, aunque la mujer nicaragüense ha ganado mucho terreno en la educación y la participación laboral, aún tenemos una de las tasas de participación femenina más bajas de América Latina, según el Banco Mundial en su reciente estudio sobre el crecimiento potencial de Nicaragua. Con solo el hecho de incorporar a un gran número de mujeres nicaragüenses que actualmente están subempleadas, podríamos hacer crecer más la economía. Este tema está asociado con el embarazo adolescente, que es el más alto de América Latina y que genera un círculo vicioso de pobreza.

¿Qué papel juega la empresa privada para alcanzar ese crecimiento?

El papel de la empresa privada es fundamental. Necesitamos de la creatividad, del espíritu empresarial para descubrir nuevos productos y servicios, nuevos mercados y adoptar y traer nuevas tecnologías al país. Cuando presentamos nuestra propuesta a los empresarios, se muestran muy interesados en ir viendo qué productos y servicios debemos analizar en mayor detalle para ver la factibilidad específica que tienen.

El aporte de propuestas específicas también es fundamental.  La Agenda 2020 de Cosep por ejemplo, en la que Funides ha colaborado, es un listado de acciones necesarias que se deben ir resolviendo para procurar mayores crecimientos. La Agenda 2020 por ejemplo, va más allá de las cosas que el Estado puede hacer como la facilitación, trámites, infraestructura y la educación, y aborda aspectos que son específicos a la gestión privada, como el financiamiento, la innovación y la gestión empresarial. Sobre este último punto, sobresale el fortalecimiento de los servicios para promover el emprendimiento y el desarrollo empresarial, que  son muy necesarios. Esta agenda se complementa con las ideas y propuestas que Funides realiza.

¿Qué condiciones debe garantizar el Estado para propiciar ese crecimiento?

Facilitar. Nuestra propuesta se llevó a la Comisión Nacional de Exportaciones y de parte del Gobierno están muy interesados en iniciar acciones que lleven a la búsqueda de estas nuevas oportunidades. Existe una gran cantidad de servicios y bienes públicos que son fundamentales para el desarrollo económico, desde un puerto en el Caribe hasta la aduana en Las Tablillas, desde reducir los tiempos en trámites hasta tener una política tributaria adecuada. La atracción de inversiones extranjeras es también fundamental.

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Funides ha planteado el tema de la diversificación de mercados, ¿depende exclusivamente de esto obtener mayores tasas de crecimiento o hay que abordar otros problemas estructurales primero?

Hay que trabajar en paralelo. No se puede esperar a que las condiciones estructurales sean perfectas para iniciar con la diversificación productiva. Tampoco necesariamente debe depender de más diversificación.  Podemos incrementar la productividad de actividades que hemos venido haciendo por mucho tiempo, como por ejemplo en la ganadería. Ya se está viendo que algunas ganaderías están aumentando sus rendimientos.  La propuesta de ir sofisticando la economía no deja por fuera las actividades primarias que realizamos, sino que trata de mejorarlas.

empleo
LAPRENSA/Y.LÓPEZ

Sin Estado de Derecho no hay crecimiento, ¿qué significa tener Estado de Derecho?

Significa dar seguridad a los inversionistas, a sus negocios, que por lo general pueden durar décadas. En Funides hemos abordado desde hace muchos años la importancia del Estado de Derecho para que estas transformaciones puedan ocurrir y de nuevo, no debemos esperar que las condiciones sean perfectas para iniciar a pensar en más producción e inversiones, hay que trabajarlo paralelamente.

¿Cuál es el rol del sistema financiero? ¿Cómo pueden aportar a ese crecimiento?

El sector financiero ha mostrado un enorme interés en financiar nuevos proyectos que lleven a la transformación productiva. La cartera del sistema financiero nacional se concentra actualmente en un 62.7 por ciento en préstamos comerciales (35.5 por ciento al comercio), personales (20.1 por ciento), y tarjetas de crédito (7.1 por ciento).  En cambio, el financiamiento al sector industrial es solo del 13.2 por ciento y el agropecuario el 9.8 por ciento.  Hay liquidez en el sistema y se pueden financiar proyectos nuevos. La cosa está en identificar dónde están las oportunidades y generar las sinergias entre los empresarios para que emprendan nuevas actividades. Funides está brindando el servicio de mostrar qué nuevas oportunidades se podrían emprender, tomando en cuenta las potencialidades actuales del país y las oportunidades del mercado mundial.

¿Cuánto se debería estar invirtiendo en educación para elevar la capacidad técnica de la mano de obra? ¿Qué dicen nuestros números?

Los números dicen que en cobertura de educación primaria hemos avanzado mucho y que se están haciendo avances en la secundaria. Aún hay que trabajar en la calidad de la educación y adaptar las destrezas a las necesidades productivas del país. Es curioso ver cómo en un país donde se dice que hace falta empleo presenciemos escasez de mano de obra. Por ejemplo, se calcula que en la cosecha de café pasada se perdieron unos 200 mil quintales por falta de cortadores. Con el crecimiento de la construcción de estructuras verticales, estamos importando soldadores industriales certificados de otros países y los call centers no crecen más rápido por falta de técnicos bilingües. Igualmente los establecimientos turísticos ya están sintiendo la falta de meseros con conocimientos de inglés. La propuesta de Funides con APEN y Cosep con sus cámaras persigue identificar claramente estas barreras o cuellos de botella, para eliminarlas y potenciar la producción y la exportación de bienes y servicios.

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Es muy importante darles seguimiento no solamente al tema de la educación, sino a las diferentes variables sociales de manera integral. El mes pasado Incae presentó los últimos resultados del Índice de Progreso Social, que es uno de los indicadores más completos sobre variables del desarrollo. Desafortunadamente Nicaragua ha retrocedido diez posiciones, a pesar del buen avance de algunos indicadores. Este tipo de indicadores nos ayudan como país a determinar prioridades y reforzar esfuerzos en aquellas áreas donde estamos rezagados.

¿Existe alguna ruta más rápida para llegar a la tasa del ocho por ciento de crecimiento? ¿O sin las reformas estructurales nunca llegaremos a esa tasa? ¿Cuál es la experiencia en otros países?

La experiencia nos indica que no hay ruta fácil y que toma tiempo. Sin embargo, hemos podido ver cómo países, incluso de América Latina, han logrado transformaciones importantes en poco tiempo.

La vez pasada el viceministro de Comercio de Costa Rica, Jonh Fonseca, dijo que hay que medir el impacto de cada dólar al atraer inversión. ¿Cree que Nicaragua está haciendo ese ejercicio?

Fonseca está en lo correcto al decir que debemos asegurar el mayor valor agregado.  En los ochenta Costa Rica atraía inversiones de productos de bajo valor agregado y fue paulatinamente incrementando el valor agregado de sus exportaciones. Hoy en día exporta dispositivos médicos de alto valor que le dejan a Costa Rica, según algunas publicaciones, cincuenta centavos por cada dólar exportado.  Hay que ver esto como un proceso en el que debemos ir avanzando.

¿Tiene Nicaragua un horizonte claro hacia dónde va en los próximos 40 años?, ¿o falta una estrategia de desarrollo?

Nicaragua ha producido excelentes estrategias de desarrollo, como la Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico, el Plan Nacional de Desarrollo y el actual Plan Nacional de Desarrollo Humano. Todos tienen elementos en común, como el manejo de la macroeconomía por ejemplo, que ha sido fundamental para apoyar el crecimiento que ha tenido el país en la última década. En lo productivo ya está bien establecido el consenso que en los próximos años debemos fortalecer y ampliar nuestras exportaciones para crecer más. Este último punto ha sido el principal aporte del trabajo reciente de Funides, que en conjunto con el sector privado está buscando las alternativas productivas para poder hacer crecer la economía de una manera más acelerada, diversificándose en nuevos productos y servicios y generando empleos de calidad.

¿Qué pasará si Nicaragua no logra crecer al 8 por ciento en los próximos 40 años?

Habremos desaprovechado el bono demográfico. Por los próximos treinta años, una proporción fuerte de la población nicaragüense, estará entre los 15 y los 65 años, que son las edades más productivas. Esta oportunidad no la vamos a volver a ver nunca más y tenemos que hacer todo lo posible para aprovechar al máximo esta riqueza que se nos está viniendo. De no acelerar nuestra tasa de crecimiento económico seguiremos siendo el último de Centroamérica.

Economía crecimiento económico Funides archivo

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COMENTARIOS

  1. el carolingio
    Hace 7 años

    Definitivamente la educación tiene mucho que ver, no se si lo harán en Nicaragua. Pero el control de plagas usando la biología y no solo los insecticidas y haciendo transformaciones en muchos sentidos en lo educativo tal y como lo sugieren personas relacionadas con la educación. Y así transformar muchas áreas. Y en lo político ni hablar, eliminar la dictadura y sus lacras que es el lastre que arrastramos por décadas o siglos

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