Diez policías resultaron heridos y 23 personas fueron detenidas durante una protesta en San Luis, en el centro de Estados Unidos, a raíz de la absolución de Jason Stockley, un expolicía blanco que mató en diciembre de 2011 a Anthony Lamar Smith, un hombre negro, presunto traficante de droga.
Los antidisturbios utilizaron gases lacrimógenos contra un grupo de personas, que dañaron propiedad pública y privada como protesta contra el veredicto que se da en medio de un contexto de continua tensión racial, informó la policía de la ciudad.
El juez consideró a Sotckley no culpable de los cargos de los que se le acusaba y en el veredicto dictaminó que la muerte a tiros del joven Anthony Lamar Smith se debió a su “conducta peligrosa”. El magistrado Timothy Wilson consideró que la Fiscalía no había logrado demostrar “más allá de una duda razonable” que el policía no actuó en legítima defensa.
Casos similares
Fue precisamente en un suburbio de San Luis, Ferguson, donde en 2014 empezó una ola de disturbios raciales en todo el país después de que un policía blanco matase a Michael Brown, de 18 años, convertido en símbolo del movimiento “Black Lives Matter”. El policía que lo asesinó también escapó de cualquier acción penal.
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Los manifestantes se habían congregado rápidamente cerca del juzgado para protestar contra el veredicto, pacíficamente en un primer momento, con gritos de “Sin justicia no hay paz”. “Rezo por mi ciudad, porque la gente está cansada de esto”, declaró al canal de televisión CNN Michael Brown, padre del joven asesinado en 2014.