El Juzgado Penal de Upala, frontera con Nicaragua, dictó la noche de este sábado cuatro meses de prisión preventiva contra cuatro nicaragüenses y un policía costarricense, acusados por el Ministerio Público de conformar una red dedicada a la trata de mujeres con fines de explotación sexual en Costa Rica.
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La organización, liderada por las nicaragüenses de apellidos Martínez Lainez y Murillo Martínez, madre e hija, reclutaba víctimas en Nicaragua mediante engaños y luego eran obligadas a prostituirse en el Bar Pino, ubicado en Santa Clara de Upala, frontera con Nicaragua.
La medida, dictada este sábado por la noche, ocurre un día después de la detención de las dos mujeres y de tres hombres más que integraban la red: dos nicaragüenses de apellidos Pérez Noguera y Barrios Álvarez y un costarricense de apellidos Montoya Campos.
Montoya Campos es un oficial de Fuerza Pública de la delegación policial de Delicias de Upala, misma que atiende la comunidad de Santa Clara, el lugar donde está el bar donde se prostituía a mujeres nicaragüenses.
Según el director de la Policía Profesional de Migración, Esteban Obando, inicialmente “la Fiscalía había solicitado seis meses de prisión preventiva, sin embargo, el juez penal de Upala opta por dar cuatro meses a todos los imputados”. Obando añadió que la prisión preventiva fue otorgada por el juez ante el peligro de fuga de los sospechosos, dado que radican en una zona fronteriza con Nicaragua.
Así las explotaban
La noche del pasado viernes, la policía rescató a seis mujeres nicaragüenses, entre ellas una menor de edad, que eran explotadas sexualmente en el Bar Pino, en Santa Clara de Upala.
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El director de la Policía Profesional de Migración aseguró que la banda, que era investigada desde hacía seis meses, reclutaba mediante engaños a mujeres nicaragüenses en Managua y San Carlos, Río San Juan. A las víctimas les ofrecían trabajo en Costa Rica como meseras.
Según las investigaciones, la encargada de reclutarlas era Murillo Martínez. “Una vez que las víctimas llegaban a Costa Rica les quitaban sus pasaportes y dos de los (ahora) detenidos (Pérez Noguera y Barrios Álvarez) las amenazaban con arma de fuego”, dijo el director de la policía.
El costo del servicio sexual era de 13 mil colones (22.6 dólares) si lo hacían dentro del bar. Si salían del establecimiento el servicio costaba 20 mil colones (34.7 dólares).
*Fe de erratas
En una versión anterior a esta se aseguraba que el juez había dictado seis meses de prisión preventiva cuando en realidad son cuatro meses. Ofrecemos una disculpa por el error.