La Managua del futuro es vertical, así lo han expuesto ingenieros y especialistas en el tema. Se espera que en el 2018 la oferta de viviendas incluya multifamiliares de hasta cuatro plantas, que pueden ser construidas en el centro histórico de la capital; pero, antes de hacer cualquier edificio se debería de realizar un balance hídrico advierte la expresidenta de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), Ruth Herrera.
Uno de los factores que han señalado los inversionistas es que en el centro de Managua ya se cuenta con infraestructura relacionada a los servicios públicos.
Sin embargo, Herrera explicó que hay partes en Managua que no tienen suficiente agua porque las redes tienen mucha demanda; una de esas zonas es el “viejo” centro de Managua.
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Ahí, los pozos son antiguos y la producción de agua es relativamente baja, explicó. Si se desea construir en esa zona, según Herrera se deben hacer dos inversiones grandes: cambiar las tuberías que hacen que se pierda más de la mitad del agua que entra a la red y perforar pozos para contar con una disponibilidad del líquido que atienda a esa nueva demanda, sostuvo.
No obstante, lo más correcto, insistió es hacer el balance hídrico, que permita saber cuánta agua brindan los sistemas.
A la vez, advirtió que se debe de tomar en consideración que “de la Laguna de Asososca no se le puede seguir sacando más agua de la que está dando ahorita… porque técnicamente no es correcto”, dijo.
Por ello, una vez que se conozca la cantidad de agua disponible, lo que se pierde por fugas técnicas, cuánta población se va a atender con las edificaciones se sabrá cuántos pozos se tienen que hacer y cuánto se debe invertir para evitar que el agua se pierda por el problema de las fugas recurrente en la ciudad capital.
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Si esto se hace bien, aclaró Herrera, la apuesta de densificar Managua hacia lo alto no tendría incidencia en el suministro de agua a las personas que viven en las casas de una planta, pero sino se hace de forma correcta, “le van a quitar presión a la red y van a afectar la disponibilidad de agua a la gente de esa zona”, expresó Herrera.
“Eso se debe de planificar, estudiar, hacer las inversiones adecuadas para no perjudicar a los que ya tienen agua”, recomendó. Asimismo, refirió que en cualquier parte que se desee construir en Managua, es necesario conocer la disponibilidad del recurso. Datos que aún el Gobierno no brinda.
No hay problema con el agua
El ingeniero Carlos Fernández, presidente de la Asociación Nicaragüense de Ingenieros y Arquitectos (ANIA), consideró que en el centro de la vieja Managua no cree que tengan problemas de servicio de agua potable y más bien son las áreas más alejadas, por ello, no considera que sea un factor determinante para no poder construir en esa zona. Pero si coincidió con Ruth Herrera, expresidenta de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) que se debe “hacer un estudio de presiones”, para ver qué tanta presión hay en esos sectores.
Fernández explicó que al momento de hacer una construcción vertical es lógico que el agua no va a subir con la presión que bombea Enacal, y para ello se debe hacer uso de sistemas hidroneumáticos, que funcionan como bombas de presión, las cuales se encienden y apagan en dependencia de la necesidad o demanda del edificio.