El dinamismo comercial de mercancías a nivel mundial en el primer semestre de este año está favoreciendo para que las metas al cierre de 2017 apunten a más crecimiento de lo previsto por la Organización Mundial de Comercio, que el jueves aumentó sus proyecciones a 3.6 por ciento respecto al 2.4 por ciento como media pronosticado en abril pasado.
Las nuevas oscilaciones publicadas el jueves por la OMC apuntan a que el comercio mundial crecerá entre 3.2 y 3.9 por ciento este año, bastante superior al rango de entre 1.8 y 3.6 por ciento de abril pasado.
Roberto Azevedo, director general de la OMC, dijo que si se logra este año superar la barrera del tres por ciento como promedio, este se ubicaría como la tasa de crecimiento más alta desde 2011 cuando repuntó cinco por ciento.
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“Las perspectivas mejoradas son una buena noticia, pero riesgos sustanciales que amenazan la economía mundial persisten y podrían fácilmente socavar cualquier recuperación del comercio”, afirmó.
“Este mayor crecimiento se atribuye al repunte de las corrientes comerciales en Asia, así como una reactivación de la demanda de importaciones de América del Norte”, dijo Azevedo a LA PRENSA en Ginebra, Suiza, durante el seminario Los nuevos desafíos del comercio internacional, organizado por la OMC y la Fundación Friedrich Ebert Stiftung.
Azevedo se refiere a China y Estados Unidos que demandaron más productos, lo que estimuló también el comercio en varios países asiáticos.
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“En la primera mitad de 2017, la demanda de China se vio impulsada por un sólido crecimiento del sector industrial (de un 6.4 por ciento en términos reales en lo que va del año) y un crecimiento aún mayor del sector de los servicios (de un 7.7 por ciento durante el mismo periodo). Las condiciones financieras en Asia también mejoraron con respecto al primer trimestre de 2016, que había sido inestable, lo que contribuyó a reforzar la confianza de las empresas y los consumidores”, detalla la OMC en el comunicado.
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En el caso de los Estados Unidos, la recuperación parcial de los precios del petróleo impulsó el aumento de gasto de los consumidores incidiendo en la demanda de productos importados.
Tímido crecimiento en América Latina
Las nuevas proyecciones de la Organización Mundial de Comercio sin embargo estarían por debajo de la media en América Central y América del Sur, cuyo crecimiento de sus envíos en volumen este año sería de apenas 0.5 por ciento, siendo mayor para el próximo año (1.3 por ciento).
En contraste, el crecimiento en las compras de América Latina se expandirían este año 1.1 por ciento y el próximo año sería de 2.4 por ciento, detallan las estadísticas del organismo con sede en Suiza.
De este dinamismo en el comercio mundial Nicaragua se ha contagiado este año, ya que las ventas al exterior han crecido hasta agosto 29.2 por ciento en volumen y 19 por ciento en valor. Estas tasas estarían por encima de las proyecciones previstas por la OMC para toda América Latina.
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Los números del Centro de Trámites de las Exportaciones reflejan que Estados Unidos está impulsando fuertemente el crecimiento de las exportaciones en valor (12.8 por ciento) de Nicaragua hasta agosto, aunque en volumen estas registran una significativa disminución (-11.4 por ciento).
Estados Unidos le ha garantizado al país una facturación por 773.15 millones de dólares, 83.48 millones de dólares más con relación a similar periodo del año pasado.
En cuanto a los países asiáticos, el reporte del Cetrex indica que hay un crecimiento en volumen de 368 por ciento en los envíos de Nicaragua a esa región y de ochenta por ciento en los ingresos. No obstante, en su conjunto esa zona del mundo apenas ha contribuido con el 7.8 por ciento del total de los ingresos del país, que hasta agosto alcanzaron los 1,938 millones de dólares.
Hay amenazas
Las proyecciones de la Organización Mundial de Comercio indican que el Producto Interno Bruto mundial crecerá 2.8 por ciento al cierre de 2017. Estos crecimientos en el comercio y la economía mundial pueden debilitarse fácilmente, según Azevedo por las posibilidades de medidas proteccionistas y los mismos impactos de los fenómenos naturales de las últimas semanas.
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“Aunque difíciles de cuantificar, esos riesgos son muy reales. Por lo tanto, hay que atemperar el creciente optimismo con respecto al comercio con una saludable dosis de cautela. Por otro lado, el hecho de que el crecimiento del comercio esté ahora más sincronizado entre las distintas regiones de lo que lo ha estado en muchos años podría hacer que la expansión actual se alimentara de su propio impulso. Ese resultado positivo sería más probable si los países siguen resistiendo las tentaciones del proteccionismo y trabajan con sus asociados en el marco del sistema multilateral para asegurarse de que los beneficios del comercio sean grandes y estén ampliamente distribuidos”, afirmó Azevedo.
La recuperación está amenazada por riesgos de empeoramiento derivados de las medidas de política comercial, el endurecimiento de la política monetaria, las tensiones geopolíticas y el costo de los desastres naturales”.
Comunicado de la OMC.
Los riesgos en 2018
Mantener el crecimiento del comercio mundial el próximo año será un reto para el mundo tomando en cuenta que a los riesgos actuales se sumarán otros, según la Organización Mundial de Comercio.
“En primer lugar, el crecimiento del comercio en 2018 no se medirá respecto de un año de referencia débil, como ha sucedido este año. En segundo lugar, se prevé que los países desarrollados endurezcan su política monetaria, ya que la Reserva Federal está aumentando gradualmente los tipos de interés y el Banco Central Europeo está tratando de abandonar progresivamente las medidas de flexibilización cuantitativa en la zona euro. En tercer lugar, es probable que China contenga la expansión fiscal y las facilidades de crédito, para evitar un sobrecalentamiento de la economía”, afirma la OMC.
Mercados emergentes son los que más crecen
Según la Organización Mundial de Comercio, si sus estimaciones se cumplen, en 2017 el crecimiento del comercio de las economías en desarrollo, expresado en volumen, superará al de las economías desarrolladas, tanto en lo que se refiere a las exportaciones como a las importaciones. También será el primer año desde 2013 en que las importaciones de las economías en desarrollo habrán aumentado más rápidamente que las de los países desarrollados.