En los últimos diez años la temporada lluviosa en Nicaragua ha cambiado. Ahora hay más lluvias en los meses secos y la frecuencia con que caen las lluvias en el país es menor pero tienen más intensidad, explica el oficial de Cambio Climático del Centro Humboldt, Abdel García.
“El problema es que las precipitaciones se están presentando en lapsos muy cortos y con mucha intensidad. No es que llueva más, lo que está cambiando es la forma en que está lloviendo. Entre una lluvia y otra hay muchos días (…) Lo otro que las hace anómalas es que han sobrepasado sus medias históricas, en todos los meses y en todos los territorios”, explica el experto.
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Además, señala García, se ha visto que cuando inicia la temporada lluviosa esta termina temprano y viceversa. “Tradicionalmente el mayor porcentaje se concentra en los tres últimos meses del invierno, agosto, septiembre y octubre, quiere decir que entra un poco lento en mayo, junio y julio. Pero hemos observado que en algunos territorios la entrada es fuerte y su salida es débil”.
Incluso, se ha reportado una disminución de precipitaciones en los meses húmedos y un aumento en los meses secos. En los meses de febrero, marzo y abril está lloviendo más de lo que debería cuando históricamente el ochenta por ciento de las lluvias es en invierno.
Deforestación alimenta el cambio climático
Según los expertos, las anomalías en las lluvias y las olas de calor que se han observado en los últimos años son a causa del cambio climático y Nicaragua ha contribuido a eso por medio de la deforestación.
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“En Nicaragua las contribuciones al calentamiento global están principalmente provocadas por la deforestación, las quemas y el cambio de uso de suelo. Es decir, cuando sustituimos zonas boscosas por zonas de pastorización o zonas productivas en este caso agropecuarias. Nuestras principales contribuciones al calentamiento de los últimos veinte o 25 años han sido principalmente por la reducción de los bosques”, agregó.
Sin embargo, desde hace años el Gobierno abandonó la Estrategia Nacional de Deforestación que pretendía disminuir la deforestación y degradación de los bosques. Por el contrario, lo que sí hizo el presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, fue eliminar mediante un decreto la realización de Estudios de Impacto Ambiental por parte de las empresas.
Olas de calor
A pesar de que en los últimos años se han sentido con más frecuencia las olas de calor, ni en Nicaragua ni en los países de Centroamérica se han estudiado. Por lo tanto, no existe un parámetro histórico para compararlo.
“Para determinar las olas de calor, nosotros deberíamos de tener un parámetro histórico y Nicaragua no lo tiene. (En la región) muy poco se han estudiado las olas de calor, pero sí son un fenómeno ahora con mayor frecuencia”, explica el oficial de Cambio Climático del Centro Humboldt.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las olas de calor contribuyen a un aumento de la mortalidad. Esta fue la causa de muerte de miles de personas en el verano de 2003 en Europa. Y es que además de los problemas de salud, este fenómeno causa una carga en el agua, la energía y transporte.