Eddy Kühl es historiador de afición e ingeniero civil de profesión. Nació en Matagalpa y tiene ascendencia alemana. A sus 77 años ha escrito veinte libros y el último se titula Los buenos y los malos de la historia de Nicaragua. Toma religiosamente cuatro tazas de café diarias y baila polkas norteñas.
¿A quién no le gustaría contestarle el celular?
Al cobrador de impuestos (ríe).
¿En caso de una extinción, con quién le gustaría repoblar la tierra?
Yo buscaría un clon de mi esposa Mausi Hayn. Sabe soldar, maneja tractor, habla cuatro idiomas…
¿En el colegio qué materia no le gustaba?
Religión y gramática.
¿Cuántas tazas de café toma al día?
Tomo cuatro tazas grandes en la mañana. Después del mediodía trato de no tomar porque me desvelo.
¿Sería modelo por un día?
Hace 50 años sí me hubiera gustado ser modelo.
¿Es bueno cocinando?
Creo que sí. Yo te haría con gusto un nacatamal si tuviera tiempo.
¿Ha estado a punto de morir?
Varias veces, más de balazos. Cuando la revolución, el ejército me persiguió el 13 de septiembre de 1978 y me dispararon, pero dichosamente no me agarraron. Mi suegra recogió los casquillos he hizo un collar.
¿De niño tenía amigos imaginarios?
No, más bien hacía historias imaginarias. Yo reunía a muchachos y les contaba historias. Tenía unos 9 o 10 años.
¿Con qué personaje histórico le gustaría conversar?
Con Cristóbal Colón.
¿Sin qué prenda de ropa no podría salir de casa?
Sin mis botas Timberland. Me las pongo aún con saco de vestir.
¿Qué comida no puede rechazar?
El pescado sin espinas a la Tipitapa. Yo lo pido aún afuera del país y se ponen a reír de mí los meseros.
¿Baila o canta?
Canto las canciones de Willie Nelson, (se pone a cantar) To all the girls I’ve loved… Y bailo polkas y mazurcas norteñas, sobaqueado.
¿Qué le diría a Rubén Darío?
Escribí un libro sobre eso. Se llama Rubén Darío visto por un matagalpa.
¿Es bueno diciendo mentiras?
El 25 por ciento de mis historias son mentiras (ríe).
Lea también: Lesther Medrano: “Quiero ser odontólogo y un jugador de Grandes Ligas”
