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Los técnicos que busca el mercado laboral de Nicaragua

Diferentes sectores económicos del país demandan mano de obra técnica especializada, para aumentar los niveles de productividad en sus puestos de trabajo

El divorcio de la oferta educativa con la demanda de técnicos en el mercado laboral está ocasionando que cada vez las actividades económicas resientan la poca disponibilidad de este recurso humano, situación que empeora dado al poco interés que los jóvenes tienen por este tipo de especialización.

Y muestra de la pobre oferta de técnicos que hay en el mercado nacional es que, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), solamente el dos por ciento de la escuela de secundaria en Nicaragua es técnica.

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A lo anterior se suma el cuestionamiento que existe de la calidad de los técnicos que se están formando en las escuelas, que no logran satisfacer las necesidades de los sectores. Esa situación ha obligado a plantearse a las empresas la posibilidad de establecer sus propios centros de capacitación para dar una solución a sus demandas.

Urgente

Ante lo planteado anteriormente, ¿cuáles son los técnicos que las actividades económicas demandan con urgencia? Soldadores, mecánicos automotrices, operadores de maquinaria pesada, chef de alta cocina, bilingües, maestros de obras, mucamas, eléctricos, fontaneros y especialistas en riego, son las principales especialidades técnicas que urgen a sectores como construcción, turismo, industria y agricultura.

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El presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), Sergio Maltez, indicó que la mayor debilidad de los técnicos que están en la oferta laboral es que no cumplen con los estándares regionales en materia educativa.

“En términos generales el sector industrial necesita técnicos en mantenimiento industrial, refrigeración, electrónica, electricista, maestros de obras, carpinteros, ebanistas, electricistas industriales, electricistas residenciales, soldadores, mecánicos automotrices, mecánicos industriales, tipógrafos, mecánicos de maquinarias pesadas y albañiles” , mencionó Maltez.

En el caso del sector turismo, que ha registrado importante dinamismo en los últimos años, demandan técnico en preparación de alimentos y bebidas, recepción, intérpretes en idiomas (inglés, italiano y alemán), barman (bartender), chef de alta cocina, operadores de equipos de limpiezas y guías turísticos. Según especialistas, más del ochenta por ciento del personal de ese sector debe ser técnico.

La presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Lucy Valenti, y el especialista en desarrollo de turismo Ian Coronel, coinciden en que pese a la oferta educativa del Instituto Tecnológico Nacional (Inatec) en este campo, esta no cumple con los estándares internacionales que demanda el mercado, lo que limita la posibilidad de desarrollar nuevos productos turísticos.

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“Hay un boom de licenciaturas y todas del mismo tipo y no hay una preocupación por formación técnica. Se necesita un montón (de técnicos), desde el tema de la preparación de alimentos, no hay una escuela de chef en Nicaragua, lo más cercano que tenemos es la escuela del Inatec y lo más que llega es a nivel subchef cuando mucho, pero chef no hay, el que se quiera formar de verdad tiene que salir del país”, explica Valenti.

Esa posición es secundada por Coronel, quien señala que las universidades les están haciendo un gran daño a los jóvenes ofreciendo carreras que no tienen mercados, pues la mayoría de las empresas dedicadas al sector turismo son empresas familiares y por su naturaleza el dueño es quien generalmente ocupa los cargos administrativos.

Lo que necesita la construcción

Otro de los sectores que repuntan en mayor actividad en los últimos dos años es construcción, que por las tendencias mundiales en los modelos de edificación están obligados a adaptar técnicas auxiliadas por maquinarias.

El director de la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), Benjamín Lanzas, explicó que ese sector está demandando técnicos certificados en maestros de obras civiles, fontaneros, electricistas, albañiles, carpinteros y armadores especializados.

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Lanzas dice que en el país existe ese personal, pero que no están tecnificados ni certificados. “Necesitamos reforzar en Nicaragua las escuelas técnicas, que salgan maestros de obras, maestros electricistas, maestros fontaneros. No es que no existan sino que necesitamos más. Con el boom de construcción que hemos tenido en los últimos años nos hemos dado cuenta que hay una carencia de ese personal”, afirma.

Al respecto, Héctor Lacayo, presidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur), expresa que esa escasez en la adopción de tecnología y formación de personal limita los avances de los proyectos. “En el sistema constructivo ya no solo se está construyendo con bloques, con mampostería refinada y reforzada, sino que se está construyendo con sistema monolítico que es concreto chorreado, que es un sistema más rápido para construir vivienda. Para este tipo de sistema constructivo se necesita que se formen maestros de obra, los que deben salir de lo tradicional y comenzar a aplicar los sistemas constructivos modernos”, dijo Lacayo.

Lo que demanda el agro

Detrás de esta demanda de técnicos no se quedan las actividades agropecuarias. Mario Amador, gerente general del Comité Nacional de Productores de Azúcar (CNPA), señala que el sector productivo necesita especialistas en riego, operadores de calderas, técnicos agrónomos, operadores de tachos (equipos para cocer la meladura) y operadores de equipos pesados.

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“La mayor cantidad (de mano de obra) que se utilizan son soldadores, que se requieren para la reparación de las calderas y la fábrica en general. También técnicos mecánicos para reparar vehículos medianos y hasta grandes componentes como tractores, grúas y cargadores frontales”, enumera Amador.

En el caso de la industria avícola, la demanda es personal para trabajar en logística y administrador de sistema de producción, dijo Donald Tückler, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Avicultores y Productores de Alimentos (Anapa).

Resuelven con las “uñas”

Los representantes de los diferentes sectores coinciden en que esas deficiencias las están resolviendo con el personal que de manera empírica ha obtenido experiencia, por lo que señalan que es urgente el cambio en el funcionamiento de las escuelas técnicas actuales.

En el caso del sector construcción y vivienda, las empresas proveedoras de materiales realizan capacitaciones a los obreros para facilitar y maximizar el uso de los equipos y materiales con los que trabajan.

“Nosotros los entrenamos y pagamos el costo de aprendizaje. Nosotros estamos entrenando personal en nuestras propias obras, pero ese costo de aprendizaje lo tenemos que asumir nosotros los empresarios y es alto ese costo”, enfatizó el director de CNC.

Maltez asegura, por su lado, que cuando contratan un técnico en este país generalmente es porque te lo recomiendan, porque este ha trabajado con algún familiar que le enseñó la labor.

“Las empresas grandes como los ingenios tienen su centro de inducción, porque es imposible que un centro de capacitación tenga la tecnología completa que se usa en cada empresa”, afirmó Amador.

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En el caso de turismo, los egresados de la carrera de Administración turística y hotelera han ocupado posiciones para los que no han sido formados.

Coronel explica que eso hace que haya ineficiencia en los servicios y frustración en los trabajadores. A manera de ejemplo señala que no es lo mismo que llegue a un hotel una persona sin conocimiento sobre el manejo de este con un técnico que sepa cómo administrarlo. Al final, indica, todo se traduce en más productividad cuando se contrata a una persona que sepa del negocio.

Los representantes empresariales también coinciden en que otro de los grandes retos es que el personal quiera capacitarse porque por más que haya centros de preparación, si no existe iniciativa del trabajador, esa debilidad no se va a superar.

Lo anterior, según Maltez, repercute en la productividad y la competitividad, porque la falta de personal capacitado atrasa el proceso de dar valor agregado e inclusión de la innovación de las actividades económicas del país.

Desempleo acecha a técnicos

Pese a la demanda de personal técnico, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) refleja en su presentación de Transformación Productiva que el desempleo en personas entre los 15 y 29 años pasó de 8.5 por ciento en 2001 a 13.3 por ciento en 2014.

Ese comportamiento según Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de Funides, ocurre porque existe una disparidad entre la oferta académica en los técnicos y la demanda laboral.

Según Funides, del total de la fuerza laboral en 2014 de entre 20 y 29 años, solamente el 3.4 por ciento tenía formación técnica, inferior al 2001 que era 4.1 por ciento.

¿No existe tal demanda masiva de técnicos?

El economista Adolfo Acevedo duda de que en Nicaragua exista una demanda masiva de técnicos medios y superiores, aunque admite que existe un desajuste en algunos sectores entre la oferta y demanda. A criterio de Acevedo, si realmente existiera una elevada demanda de técnicos la economía estaría en proceso de transformación, algo que no está ocurriendo.

“Puede haber algún problema en algunos casos de desajustes entre oferta y demanda, pero si la economía estuviera demandando fuertemente a técnicos medios o técnicos superiores, el signo de eso es una fuerte demanda que se traduce en el precio de este personal calificado que se estaría disparando y eso no es lo que está ocurriendo”, puntualizó Acevedo.

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