Si Nicaragua llegara a firmar el Acuerdo de París, el siguiente paso sería la presentación de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), cuya prioridad debería ser la adaptación ante el cambio climático, explicó el oficial de cambio climático del Centro Humboldt, Alejandro Alemán.
El país es el responsable del 0.03 por ciento de las emisiones a nivel global, es decir, no es un emisor significativo, por ende, las contribuciones deben enfocarse en cómo el país y los sectores podrán adaptarse ante los nuevos escenarios climáticos, insistió Alemán.
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Sin embargo, algunas de las iniciativas de mitigación enfocadas en la reducción de emisiones también tienen beneficios que contribuyen a la adaptación. Uno de estos ejemplos es el tema forestal, ya que a través de la regeneración natural de bosques y la aplicación de prácticas forestales silvopastoriles, además de la captura de carbono, también fortalece la resiliencia de los sistemas productivos ante la vulnerabilidad climática.
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Asimismo, otra medida que debería de contemplar la NDC es la conservación de cuencas que permiten la recarga de los acuíferos. Esta es una práctica que tiene un alto potencial de mitigación, pero deriva en adaptación porque fortalecen los recursos hídricos.
El Acuerdo de París establece que cada país debe presentar sus NDC, que son esas medidas que cada país implementaría para alcanzar la meta global de mantener la temperatura por debajo de los 1.5 grados centígrados y lo más lejos posible de los 2 grados para finales de siglo.
Istmo con NDC
Un total de 160 países han presentado sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), según el registro de La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
En el caso de la región centroamericana, todos los países han presentado sus acciones, las cuales dependerán del financiamiento verde que se gestionará en aras de lograr la meta de París.