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La exposición de esculturas El grito de un salvaje, se exhibirá en Galería del Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra. LAPRENSA/MANUEL ESQUIVEL

La exposición de esculturas El grito de un salvaje, se exhibirá en Galería del Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra. LAPRENSA/MANUEL ESQUIVEL

Personajes y rostros del dolor, ansiedad y misterio reúne muestra de Miguel Ángel Abarca

Exhibirá una colección de personajes tratados en técnica mixta (madera-metal) como los titulados Madonna de Monimbó, El Candilejas, El ave fénix, Pipilacho buscando pegue, Ultraje femenino y Risa caballa, entre otras enigmáticas y raras obras

“Mis obras expresan el diario vivir, son crónicas sobre el dolor, ansiedad, el sentir”, dice Miguel Ángel Abarca, uno de los escultores más importantes de Nicaragua al referirse a su muestra personal titulada El grito de un salvaje.


Será inaugurada el jueves, 5 de octubre en la Galería del Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra. Entrada gratis.


Esta reúne 34 piezas maestras, curadas para ser exhibidas en dos expresiones artísticas: “De personajes y rostros”, explica el artista quien recuerda exhibió la última vez hace 17 años.

“Pienso que eso me va a recordar siempre” reflexiona este maestro, quien en otras ocasiones ha trabajado en paralelo pinturas y dibujos, logrados con mucho sentir social.

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Esta muestra de esculturas que exhibe fueron trabajadas en madera e intervenidas con metales, otras sobre piedra de granito, marmolina y piedra caliza.

Dos de sus principales piezas, La Serpiente emplumada y El vuelo del búho, ambas de madera, fueron intervenidas con desechos de metales y son vistas por el artista como obras apartes que exponen la identidad cultural de nuestros antepasados y de nuestra esplendorosa naturaleza en libertad.

LA PRENSA /Manuel Esquivel
LA PRENSA /Manuel Esquivel

Fuertes expresiones

Asimismo exhibirá una colección de personajes tratados en técnica mixta (madera-metal) como los titulados Madonna de Monimbó, El Candilejas, El ave fénix, Pipilacho buscando pegue, Ultraje femenino y Risa caballa.

Además una colección de rostros de fuertes expresiones que reflejan dolor, angustia, gritos, desesperanzas o reflexivos como Cabeza de poeta, un busto trabajado en piedra caliza, o Mujer Obrera, esculpida en piedra y madera.

Por igual expondrá las piezas, Rostro de mujer furiosa, La ansiada espera, y Él canta por no llorar”, destaca el escultor, emocionado por dar a conocer una parte del inventario de esculturas de su taller-estudio.

Escultor Miguel Ángel Abarca,  exhibirá nuevas creaciones escultóricas. LA PRENSA/MANUEL ESQUIVEL
Escultor Miguel Ángel Abarca,  exhibirá nuevas creaciones escultóricas. LA PRENSA/MANUEL ESQUIVEL

Autodidacta premiado

Nacido en Monimbó en 1945, Abarca es un talentoso maestro de la escultura, autoformado en las lecturas de maestros del arte renacentista como el alemán Alberto Durero y reprodujo algunas de sus obras en talla de madera. Y otras del artista francés Gustave Doré.

“Me inspiré en obras clásicas, pero mis maestros los encontré en los libros, y con mis ideas y habilidad he realizado estas esculturas”, reflexiona el artista.

Sus primeras piezas de altorrelieves y tridimensionales fueron elogiadas por el maestro Rodrigo Peñalba, en 1968, quien le entregó una mención de honor en un certamen de escultura.

En la década de los noventa sus obras recibieron tres veces el Primer Lugar en escultura del Certamen Nacional de Artes Plásticas Genaro Amador Lira (1987, 1992, 1994).

Y en 1996 resultó ganador de otro Primer Lugar en escultura, en el concurso Naturaleza 96, de Galería de Arte Contemporáneo Códice.

“Comencé tallando sin maestros”, dice con orgullo Abarca, quien en el 2007 fue reconocido con la Orden Independencia Cultural Rubén Darío, y al siguiente año como “Maestro de la plástica nicaragüense”, evento realizado en el Teatro Nacional Rubén Darío.

Miguel Hilario de los Ángeles Abarca Rivas, nacido en Masaya un 14 de enero de 1945, es conocido artísticamente como Miguel Ángel Abarca.

Su tío-abuelo, Ruperto Dávila, fue hábil tallador en madera. Su infancia y adolescencia la vivió en San Rafael del Sur, municipio que en 1990 lo declaró Hijo Dilecto, reconociendo su talento y superación.

Ha realizado más de ochenta exposiciones colectivas nacionales e internacionales.

En colecciones de arte

Su última exposición, recuerda Abarca, la realizó en el restaurante La Marsellesa en el 2000.

En 1993 exhibió una colección de sus piezas maestras en el Teatro Nacional Rubén Darío. Una de esas celebradas obras de arte, titulada Niña mártir del Ayapal, se exhibe en el lobby de esta institución cultural.

Asimismo Abarca realizó dos importantes exhibiciones antes: en 1988 en la Galería Fernando Gordillo (situada en el Parque El Carmen), y en 1971, en la Alianza Francesa de Managua.

Su arte también ha sido apreciado por colecciones e instituciones. Cerca de cien obras suyas fueron adquiridas en vida por el padre Miguel d’Escoto Brockmann, otras por el joyero Carlos Garzón.

Abarca también cuenta que otras esculturas ahora forman parte de las obras de arte de la Fundación Ortiz Gurdián, del Restaurante La Marsellesa, entre otros.

Cultura arte Escultor Personajes archivo

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