Cuantiosas pérdidas materiales provocó el desborde del río Waslala, tras un aguacero ocurrido la noche del lunes en cuatro barrios de la ciudad en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, donde al menos 117 familias tuvieron que ser evacuadas a sitios más seguros.
Según reportes preliminares de la municipalidad, muchas de esas familias perdieron sus enseres, incluyendo alimentos y animales domésticos. De acuerdo con algunos pobladores, la lluvia en Waslala comenzó cerca de las 5:20 p.m., pero antes estaba lloviendo en la zona de Kaskita, al norte de la ciudad, donde está la cabecera del río que atraviesa el casco urbano.
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“Fue un aguacero brutal y en cosa de 45 minutos el río se había desbordado”, exclamó el alcalde Luis Ramírez, señalando que el desborde provocó anegaciones de casas en los barrios El Progreso, El Triunfo, Barrio Nuevo y la parte de la salida de Waslala hacia la comunidad Hierba Buena.
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El centro escolar Rubén Darío sirvió como albergue. La mayoría de los damnificados volvió a sus casas; pero, la noche de este martes 3 de octubre, aproximadamente 50 personas continuaban en ese refugio. Ramírez señaló que “la gente logró salir de sus casas pero perdió mucho: su comida, sus colchones, sus aparatos eléctricos, hubo mucha pérdida”.
Sin agua y con pérdidas
En el reporte preliminar de evaluación de daños, la Alcaldía de Waslala menciona la pérdida de terneros, cerdos y aves de corral en cantidades todavía imprecisas. Según el alcalde Ramírez, la lluvia del lunes también provocó deslizamientos de tierra en diferentes puntos del municipio, principalmente en la ruta entre Waslala y la comunidad Kaskita, que estaba prácticamente incomunicada.
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Asimismo, la crecida de ríos y quebradas afectó las tuberías que conducen el agua potable desde las fuentes de agua en Kaskita, Waslalita y El Papayo, por lo que toda la ciudad estaba sin el servicio de agua potable. “Estamos organizando para trabajar masivamente y rehabilitar el sistema”, dijo Ramírez.
Este martes, la municipalidad conformó una comisión con líderes de diferentes denominaciones religiosas, para recaudar y entregar víveres a los afectados.