Más de ochenta bares y restaurantes de las playas del Pacífico fueron afectados por la tormenta Nate, según datos preliminares de la Cámara de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Turística (Cantur).
Por su parte, la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) reporta el 80 por ciento de los negocios turísticos ubicados en Playa Gigante, Tola y San Juan del Sur afectados por la falta de energía eléctrica, agua potable, acceso vial e infraestructura de los negocios y embarcaciones.
El presidente interino de Canatur, Sergio Argüello, dijo que las reservaciones que tenían los hoteles en Tola y Playa Gigante fueron canceladas y los turistas que estaban en esa zona al momento de la tormenta, ya lograron salir.
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“La visita es casi nula, no hay casi nadie, no hay cómo acceder, están rebalsados los ríos. Estamos teniendo problemas en Tola porque en el puente La Zopilota pasó el agua por encima, hay árboles caídos en camino a esa área, tenemos cancelaciones de gente que tenía reservado”, detalló Argüello.
Mensaje a financieras
El monto de las pérdidas aún se desconoce. Según Leonardo Torres, presidente de Cantur, los dueños de negocios apenas inician a limpiar y hacer inventarios, a su vez están preocupados porque la mayoría trabaja con financieras y con estos estragos tendrán problemas en honrar sus deudas.
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“Los dueños de restaurantes me están pidiendo que vaya hablar con las financieras que les den un plazo por lo menos de una semana, para aquellos pagos que tenían que hacer. Porque después de todo esto les va a tomar como unos 20 días para poder iniciar a funcionar, no es que no quieran pagar, sino que necesitan tiempo”, señaló Torres.
Al menos este viernes los dueños de los pequeños negocios turísticos afectados sostuvieron una reunión con representantes de las alcaldías para establecer un plan de trabajo, que les permita iniciar a funcionar en las próximas dos semanas.
Piden apoyo a Alcaldías
“A finales de octubre tenemos que estar listos que es donde entra la temporada alta, saliendo de las lluvias de octubre tenemos que estar preparados para brindar los servicios, pero eso va a depender mucho del apoyo de las Alcaldías, para recoger la basura y buscar cómo garantizar los servicios básicos además de que todas las vías de acceso estén limpias”, explicó Torres.
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Los representantes del sector turismo coinciden en que estas afectaciones no van a incidir mucho en las proyecciones de crecimiento, porque están en temporada baja. Y pretenden recuperarse en los dos últimos meses del año, considerados una de las tres temporadas con mayor dinamismo para el turismo.
Los negocios turísticos ubicados en la zona costera de San Juan del Sur, fueron golpeados con fuerza. El fuerte oleaje azotó a los centros turísticos (restaurantes y bares), dañando las terrazas y accesos a la costa sanjuaneña. Muchas embarcaciones quedaron inservibles al ser expulsadas del mar contra la costa y varios restaurantes.
Daños a locales de San Juan del Sur
Un velero fue estrellado por el oleaje del mar contra las terrazas de un negocio de la bahía de San Juan del Sur, dejando cuantiosas pérdidas a este.
Varios pescadores artesanales, que suministran productos marítimos a la industria hotelera, sufrieron cuantiosas pérdidas al hundírseles sus pangas que dejaron fondeadas en la bahía sanjuaneña, otras pangas, yates y veleros fueron expulsados por las olas hacia la costa, contra los restaurantes costeros.
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José Adán López Meza dijo que su padre es dueño de la panga de pesca artesanal “La Cabaña”, la cual no tuvieron tiempo de sacar del mar, y las fuertes olas la hundieron. Según López Meza, cada panga artesanal destruida vale entre ocho mil y nueve mil dólares.
Sin energía y agua potable
Las lluvias afectaron también el fluido eléctrico y el suministro de agua, obligando a muchos turistas abandonar el puerto turístico por razones de seguridad, según trabajadores de hoteles y hostales de la zona.
Autoridades municipales se reunirían en los próximos días con el sector turístico, después de atender las principales obras de emergencia, para valorar los daños y las oportunidades de restablecer la oferta turística.
Al menos 15 locales fueron seriamente afectados por el oleaje y se estima que unas 30 embarcaciones de todo tipo y tamaño resultaron dañadas en los dos días de lluvias.
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Tras el socavamiento del puente La Flor, las comunidades fronterizas de El Pochote, El Naranjo y El Ostional, de San Juan del Sur, quedaron incomunicadas vía terrestre.
De acuerdo con una fuente ligada al partido de gobierno en San Juan del Sur, hay información de varias casas inundadas, donde las familias lo perdieron todo, y solo lograron salvar sus vidas, ya que la corriente arrasó con sus viviendas, pero no se sabe con exactitud cuántos son los afectados, porque no se ha podido ingresar a estos sitios.
Según la fuente, hay serios daños en los caminos de tierra, tanto al norte como al sur de San Juan del Sur, y son tareas de rehabilitación de caminos que tiene que comenzar pronto la Alcaldía sanjuaneña.
Corinto, Pochomil, Masachapa y San Rafael del Sur
En Chinandega se reportan afectaciones en las playas de Corinto, Paso Caballo y Jiquilillo. Según Leonardo Torres, presidente de la Cámara de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Turística (Cantur), “el oleaje fue tan fuerte que socavó toda la parte del restaurante El Espigón (en Corinto), ahí la gente empezó a poner llantas, palos para que no siguiera socavando con la misma fuerza”.
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Torres dice que no esperaban tener afectaciones en Occidente, tampoco en la zona de San Rafael Sur, donde se registran destrucciones de enramadas y ranchos valorados en unos 15,000 dólares cada uno en las playas de Pochomil y Masachapa.
“Fundamentalmente son los pequeños negocios los que están siendo afectados con inundaciones que le dañaron la infraestructura, los freezers y las cocinas. Se quedaron sin techos y el sistema eléctrico colapsó”, dijo Torres.