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Las plantaciones de papaya también fueron afectadas por las lluvias del huracán Nate, provocando pérdidas económicas a los productores rivenses. LA PRENSA / R. VILLARREAL

Cultivos dañados por las lluvias en Nicaragua

Después de la tormenta viene el recuento de daños. Y eso es lo que precisamente están haciendo los productores de todas las zonas que fueron azotadas por fuertes lluvias la semana pasada

Después de la tormenta viene el recuento de daños. Y eso es lo que precisamente están haciendo los productores de todas las zonas que fueron azotadas por fuertes lluvias la semana pasada.

Los primeros hallazgos arrojan daños graves en algunas fincas y la infraestructura vial, particularmente caminos y carreteras, por lo que urgen al Gobierno a repararlas ante la salida de varios cultivos y granos como el café.

Y aunque no hay cifras concretas sobre las pérdidas en producción, en varios departamentos se reportan serios daños en cultivos como plátanos, papayas, maíz e incluso café.

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En el caso de Rivas los plataneros y productores de maíz y papaya fueron fuertemente afectados. Según Aquiles Sánchez, presidente de la Asociación de plataneros de Rivas (Aplari), el noventa por ciento de los cultivos de plátanos de Ometepe se cayeron producto de las lluvias y los vientos.

“Las pérdidas son cuantiosas acá en Ometepe, de las cinco mil manzanas de plátanos cultivadas en la isla, todos los tallos paridos (con cosecha) y por parir se vinieron al suelo y los que no se cayeron están débiles con cualquier viento se caen”, explicó Sánchez.

Santos Nicoya, presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG) de Rivas, dijo que todavía no tienen datos concretos de todo el daño a la producción, pero reconoció que sí hay bastantes productores afectados en sus cultivos de plátanos, papaya y maíz.

También en Madriz

Edelberto Maradiaga, miembro de la Comisión Sectorial de Hortalizas en Las Segovias, dijo ayer que entre el sesenta y setenta por ciento de los productores de hortalizas registran pérdidas en sus cultivos de tomates, cebollas, chiltomas, pepinos, chile jalapeño y repollos, entre otros productos cultivados en zonas como Somoto y Palacagüina, en el departamento de Madriz, y municipios de Quilalí y Jalapa, en Nueva Segovia, además de Pueblo Nuevo, en Estelí.

“La información que tenemos es que las constantes lluvias que se dieron de la tormenta Nate no permitieron que a muchos productos sembrados se les aplicara, en esos días, la fumigación de pesticidas para prevenir hongos, bacterias y plagas y que agregados a la mucha humedad, terminaron afectando los cultivos”, señaló.

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Maradiaga añadió que en los próximos días tienen programado un encuentro con funcionarios de los Ministerios de Agricultura, Fomento, Industria y Comercio y el Banco Central para tratar el problema de los horticultores, donde aprovecharán para exponer otros problemas.

El productor Javier Emilio Tercero Salgado, del municipio de Totogalpa, en Madriz, dijo que tres manzanas de cultivos de tomates, repollo y cebolla que tenía se perdieron producto de las lluvias.

Pérdidas en Boaco

Los municipios de San Lorenzo y Santa Lucía fueron los más golpeados en cuanto a pérdida de cosecha, aseguró David Sandoval, presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), quién señaló que el agua arrasó con los cultivos que estaban en las riveras de los ríos.

“Por lo menos en San Lorenzo una parte del trigo se va a perder, porque las lluvias fueron acompañadas de viento y eso botó el trigo. Además las crecientes fueron grandes y se llevó todo lo que estaba a la orilla del río, el vivo ejemplo de eso fue (el municipio de) Santa Lucía”, recalcó.

Fuerte impacto en Estelí

Todavía no se ha hecho un diagnóstico por parte de las asociaciones de productores en Estelí para valorar el impacto de las lluvias en la producción, sin embargo se estima que la situación es grave.

El directivo de una de las organizaciones de productores de Estelí y también de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), Salvador Castillo, dijo que los fuertes aguaceros han tenido fuerte impacto en todos los cultivos.

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Los productores que siembran en lugares planos tienen problemas por la inundación del terreno y las hortalizas y el frijol, principalmente, son los que no resisten mucha agua.

Relató que algunos productores de cebolla del municipio de La Concordia, Jinotega, le informaron que perdieron casi todos sus cultivos. El municipio de San Nicolás es uno de los mayores productores de frijoles del departamento de Estelí y también es uno de los que podría estar fuertemente golpeado por el exceso de agua.

Esta situación afectará el abastecimiento de hortalizas en el mercado, que ya estaba teniendo problemas por las afectaciones de la humedad en la papa.

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La papa que estaba saliendo hasta hace algunas semanas en el mercado es de mala calidad por la humedad, ya que presenta un aspecto blando o con hoyos, lo cual bajó el precio hasta en trescientos córdobas el quintal, porque también hubo mucha producción.

El precio se estabilizó en los últimos días obteniendo los productores hasta seiscientos córdobas el quintal, pero con las últimas lluvias la afectación podría ser peor en este rubro.

Entre los productos más afectados por las lluvias de la tormenta Nate están los cultivos de tomates y chile jalapeño en algunas zonas de Madriz.
LA PRENSA/ WILLIAM ARAGÓN

No especular

Representantes de dos cámaras productivas dijeron que aunque hayan daños en los cultivos, hay suficiente producción para cubrir el mercado nacional y alertan de una posible ola de especulación que ya estaría llegando a la producción de frijoles.

Wilmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo, aseguró ayer que los primeros informes señalan que los mayores daños en las zonas productivas se sintieron principalmente en las vías de acceso a las fincas de donde debe salir la cosecha.

“Lo que hay problema es en infraestructura vial y en algunos tendidos eléctricos. No tenemos reportes graves que incidan en la producción o en el abastecimiento”, afirmó Fernández, quien indicó que los daños se sienten principalmente en Rivas y Chontales.

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Álvaro Vargas, presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), dijo que debido a las lluvias el hato vio afectada su producción porque los animales están estresados, pero que esperan que con cinco días soleados estos vuelvan a su normalidad. También tienen información del brote de hongos en los animales, algo que puede ser controlado en los próximos días.

No obstante, Vargas y Fernández advirtieron que hay que proteger el mercado ante un posible brote de especulación, al recordar que en situaciones como las actuales suelen ocurrir aumentos injustificados.

Café y frijoles en riesgo en Nueva Segovia

Por su lado, para Leonel López Zeledón, presidente la UNAG en Nueva Segovia, el café ha adelantado su proceso de maduración y hay que iniciar la temporada de corte para evitar que se caiga. “Eso nos puede ocasionar serias pérdidas tanto a los productores como al país”, indicó.

Las cantidades de agua que absorbieron los suelos en estos días no son sanas para el cultivo de frijol de postrera, la más productiva de la temporada, y en muchas zonas altamente productivas como San Fernando, El Jícaro, Jalapa, Quilalí, Wiwilí y Murra, podría verse afectado.

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En ese sentido, López Zeledón dijo que como UNAG están realizando un sondeo en todo el departamento de Nueva Segovia para conocer los riesgos y pérdidas ocasionadas por las lluvias, cuyos resultados se conocerán esta semana.

Otro municipio fuertemente azotado por las lluvias fue Jalapa, específicamente La Jungla y Teotecacinte, donde varios pequeños y medianos productores perdieron sus cultivos de café en los derrumbes que por casi una semana taparon la principal vía de acceso a la localidad.

Preocupados en Jinotega

Los productores de hortalizas y granos básicos están preocupados por las afectaciones que están teniendo sus cosechas en Jinotega. A pesar de que la lluvia en el corredor seco de Jinotega tiene cierto beneficio, algunos productores ya se están viendo afectados por el desarrollo de plagas como el jipe o babosa, polilla y lo que conocen como chamusqueado a causa de las lluvias.

En las comunidades aledañas al lago de Apanás, como Tomatoya o Saraguasca, las afectaciones son en plantas como la lechuga, el repollo y el tomate, los que se han podrido según productores de la zona.

“Se nos han perdido las lechugas, ahorita está difícil sembrar, por lo menos hoy estaba caliente en la mañana y ya en la tarde inició a llover, el tomate se nos está pudriendo a algunos productores” dijo Fernando Cruz, poblador de Apanás.

“Por lo menos a mí no me ha afectado tanto la lluvia porque vivo en terreno inclinado, pero ahí en la planicie el agua se les empoza en los siembros, ahorita los frijoles de algunos productores de aquí se están comenzando a arruinar porque les entra el chamusqueado, es decir que se seca la planta por tanta agua”, dijo Eulalio Martín Hernández, quien agregó que todavía en el maíz no hay tanta afectación.

LA PRENSA en el terreno

Un recorrido de LA PRENSA por algunos lugares del sur-oriente de Nicaragua, tras 48 horas de lluvias los días 5 y 6 de octubre, reveló que centenares de manzanas de granos básicos, frutas y legumbres fueron arrasadas por las corrientes y crecidas de ríos.

Entre Ticuantepe y La Concha, en Masaya, deslaves, corrientes y ríos desbordados arrasaron cultivos de piña, zanahorias y otras hortalizas sembradas en tierras bajas.

En Granada, en la zona entre Jinotepe y Nandaime, las corrientes de cauces y ríos desbordados arrastraron completamente los plantíos de plátanos, maíz y legumbres de pequeños productores como José Asunción Pérez, quien con el agua a la cintura, evaluaba la destrucción de sus 15 manzanas de maíz y plátanos.

“Solo a mi terreno, que eran 15 manzanas, se nos llevó todo, pero a la vecina del sur de mi finca tiene 25 manzanas sembradas y a los otros dos, que suman unas cincuenta manzanas al otro lado de la finca de ella, también se les inundó todo el terreno”, dijo a LA PRENSA el pasado jueves 5 de octubre.

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En la zona de Nandaime, sobre la carretera panamericana donde se cultivan arrozales y caña a ambos lados de la carretera, las aguas no solo inundaron varias hectáreas de cultivos, sino que los arroyos rompieron canales y arrastraron árboles y canales sobre los sembradíos, destruyendo los terrenos arados.

“Ahí se perdió todo, mucha agua, demasiada”, dijo Alonso Santiago, trabajador de una empresa arrocera del sector allende al río Ochomogo, el cual se salió de su cauce el jueves 5 de octubre y destruyó incalculables hectáreas de sembradíos listos para cosecha.

En San Roque, kilómetro 84 de carretera panamericana, municipio de Belén, Rivas, el mismo río Ochomogo y otros pequeños afluentes que se desbordaron, destruyeron completamente las 14 manzanas de banano del señor Agustín García, quien a caballo trataba de rescatar algunos frutos de su cosecha perdida.

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De igual modo, en el municipio de Tola, Rivas, en las comunidades Nancimí, Las Salinas, Limón, miembros de los gabinetes oficialistas locales reportaban a los medios que las aguas crecidas habían destruido los siembros de centenares de habitantes dedicados a la agricultura.

Por ejemplo, en Villa Gaspar, asentada a la orilla del río La Zopilota, Tola, las corrientes arrasaron las veinte manzanas de maíz, plátano, yuca y otros perecederos de la familia Santana, según narró a LA PRENSA el señor Félix Evenor Santana, cuya familia perdió todo, desde los siembros hasta las ropas.

En esa zona, siete familias fueron afectadas en sus cultivos por las corrientes del río. En Nancimí el río destruyó las propiedades cultivadas de al menos 45 familias, relató a LA PRENSA la señora Norma Solís Guido, quien colaboraba con los gabinetes sandinistas locales levantando un censo de los daños para reportarlos al Gobierno central y la Alcaldía de Tola.

Granos afectados en Carazo

Las lluvias en el departamento de Carazo, aparte de causar daños en la infraestructura vial, red del tendido eléctrico, viviendas y desbordamiento de ríos, afectó las plantaciones de frijoles, maíz y sorgo.

Raúl Hernández, miembro de la Cooperativa de Proyectos Agropecuaria de Diriamba (Coopad), comentó que las sesenta manzanas de frijol que tenían sembradas, se perdieron. Explicó que la cantidad de árboles frutales y maderables que cayó en las diferentes fincas del departamento, es incalculable. “Aquí en mi finca, por ejemplo en la comarca Santiago Flores, tenés que entrar a pie, se desvanecieron los caminos y cayeron un sinnúmero de palos”, expresó Hernández.

Afirmó que la Coopad apoyará a sus más de 1,800 agremiados para que vuelvan a sembrar frijol, “se van a comprar a través de un préstamo de diez a 15 quintales para contribuir y lo otro que les estamos diciendo es que vayan a buscar a otro lado, porque con esta es la tercera vez que estamos dando semillas y ya no tenemos presupuesto”.

Señaló que hasta el momento no han solicitado apoyo al Gobierno y que esperan ser autosostenibles con los pocos recursos con los cuales cuentan.

Carlos Useda, presidente de la UNAG, comentó que también perdieron toda la cosecha de frijol. Sostuvo que esta próxima semana empezarían a sembrar frijol y que visitarán instituciones del Estado para ver si reciben algún tipo de ayuda.

Sin convocatoria

Wilmer Fernández, de Canislac, Manuel Morales, presidente de la UNAG, y Álvaro Vargas, presidente de Faganic, coincidieron en que hasta el mediodía de  este domingo no habían sido convocados por el Gobierno, pese a que desde el sábado la vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo, dijo que para hoy estaban convocados los sectores productivos para evaluar los daños. “No me han llamado del Banco Central”, aseguró Fernández. Por su lado Morales dijo que tal vez el lunes a su oficina le notificaban sobre la reunión. Vargas también señaló que no le habían notificado ninguna convocatoria.

(Corresponsales: Ramón Villarreal Bello, William Aragón, Melvin Rodríguez, Roberto Mora, Mynor García, Alina Lorío y Sara Ruiz).

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