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El acusado Marvin Robledo admitirá ante el juez que violó y golpeó a adolescente. LA PRENSA/M. Vásquez

Niña violada y golpeada en Managua se defendió hasta el final

El presunto violador apareció el lunes en la casa donde la niña estaba estudiando y de entrada la agredió a puñetazos

El acusado de violar a una menor de 14 años admitió este jueves el crimen y justificó su agresión sexual por la cantidad de droga que había consumido. Minutos antes de la audiencia preliminar a puertas cerradas ante el Juzgado Primero de Violencia de Managua, el arrestado Marvin Antonio Robleto Mejía, de 33 años, reconoció su culpabilidad y señaló que andaba drogado.

“Con pedir perdón no voy a remediar nada. Andaba bajo efecto de la droga. Había consumido crack y alcohol”, dijo el procesado de lo más tranquilo.

Luego, ante la judicial Fabiola Betancourt, admitió los hechos y ella lo declaró culpable de violación agravada en perjuicio de la niña. En el debate de la pena la fiscal Yubelka Pérez solicitó la pena máxima de 25 años de prisión, porque cumplía con todas las agravantes, mientras la defensa pidió la pena mínima de 12 años de cárcel.

Los hechos

“¡Buenas!”, llamó el horror a la puerta de la casa de la niña. Eran las 4:00 p.m., del 9 de octubre pasado. Se trataba de Robleto Mejía, alias “El Chele Piedrero”, quien se presentó a la vivienda de la víctima simulando una urgencia por el presunto robo de unas láminas de zinc.

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La menor confiada le abrió la puerta a Robleto Mejía porque este días antes fue contratado por sus padres para realizar un trabajo en el techo de la casa. Trabajó un día y se enteró que la menor quedaba sola después de regresar de la escuela. Se fue del trabajo cuando lo mandaron a comprar unos materiales con 2,000 córdobas, y se robó cuatro láminas de zinc.

La víctima le dijo que no estaban sus padres, que mejor volviera más tarde y cuando le dio la espalda para llamar a su mamá por teléfono, fue cuando el verdugo se lanzó sobre ella.

Niña se defendió

“Aprovechando su superioridad en fuerza y tamaño, la agarró de un brazo mientras le tapó la boca con la mano que tenía libre, para que esta no pudiera gritar”, dice la acusación. De entrada la agredió a puñetazos: le reventó boca y quebró dientes, la nariz y le inflamó los ojos.

La niña, que aún vestía uniforme escolar, le mordió la mano a “El Chele Piedrero” y corrió hacia la cocina, pero este la agarró del cabello y la tiró al suelo violentamente, la pateó en el piso y la desmayó a golpes. La llevó a la cama de la mamá y la amarró para violarla. Al salir le ató los pies para que no lo siguiera y le colocó trapos en la boca para que no gritara, según relatos de la menor ante su familia.

“Inmediatamente se sentó sobre el cuerpo de la menor y la rodeó con sus piernas. La agarró fuertemente del pelo y por siete veces estrelló el rostro de la víctima sobre el suelo, lo que le dejó varios moretones en la cara”, dice la acusación de la Fiscalía.

Finalmente la sometió sexualmente de forma tan violenta que la niña necesitó una cirugía de reconstrucción en el Hospital “La Mascota” de Managua.

Cuando la encontraron los vecinos, la niña estaba atada, en un charco de sangre y con morados por todas partes.

Huyó del lugar

Marvin Robleto Mejía tiene 33 años y es originario de Managua, pernoctaba en el barrio José Isaías Gómez, del Distrito V, donde se le conoce como “El Chele Piedrero” por su conocida adicción al crack.

En los Juzgados dijo que ya había estado detenido por robo, pero no lo habían procesado porque no había pruebas. Robleto huyó de la escena del crimen el 9 de octubre, pero fue capturado al día siguiente a eso de las 6:00 a.m.

La lectura de la sentencia fue fijada para el próximo 26 de octubre.

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