La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) informaron este viernes que medio millón de ticos se han quedado sin acceso a agua potable a causa de las inundaciones que se registran desde mediados de septiembre.
Los efectos de las fuertes precipitaciones que han caído desde entonces se han agravado por la tormenta tropical Nate, que también afectó a otros países de Centroamérica.
La FICR solicita contribuciones por un importe de 1.3 millones de euros para apoyar a la Cruz Roja costarricense en el aprovisionamiento de ayuda médica de emergencia, agua, instalaciones de saneamiento básico, artículos de higiene y para la reunificación de familias que puedan haber quedado separadas por el desastre.
El objetivo es ayudar a 4,800 familias, lo que representa unos 24,000 damnificados. El desastre natural provocó daños graves en sistemas de agua y acueductos, así como en los servicios de eliminación de basura.
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Aunque el Gobierno costarricense está trabajando para restaurar esos servicios y que el agua llegue en cisternas o embotellada, hay comunidades en áreas remotas que siguen sin contar con los servicios básicos de saneamiento ni suministro de agua, indicó la entidad humanitaria en un comunicado. Alertó el riesgo que supone esta situación en relación con la aparición de brotes epidémicos.
La FICR ha movilizado a 2,000 voluntarios para trabajar junto con las autoridades nacionales en la respuesta a esta emergencia, que afecta al 90 por ciento del país.
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