En Nicaragua cada año unas 900 personas son diagnosticadas con cáncer de seno, asegura la cirujana subespecialista en Mastología Verónica Avilés, presidenta de la Asociación de Mastología de Nicaragua, Amasnic.
Para Avilés, es lamentable la poca frecuencia con que las mujeres acuden a hacerse chequeos de rutina. “No hay cultura acá de hacerse los chequeos. Generalmente las pacientes acuden ante la presencia de un síntoma o de alguna molestia, pero no por un cuidado de salud mamario”, indica la doctora.
Edna Medina, quien fue diagnosticada con cáncer de seno al cumplir 30 años —desde entonces ha estado involucrada en campañas a través del movimiento Rockeando el Cáncer— explica que los exámenes ayudan a la detección temprana del cáncer, lo que permite tener “mayores probabilidades de sobrevivencia y tratamientos menos agresivos”.
Además, concuerda con la doctora Avilés sobre la poca cultura de chequeo que existe en el país. “Precisamente por eso en los meses de octubre y noviembre, es cuando se da el mayor número de diagnósticos, porque las campañas inciden en que las mujeres se realicen chequeos, pero no está dentro de nuestra cultura”, sostiene.
“Sos muy joven”
Uno de los problemas que Medina ha detectado es que el chequeo mamario no está dentro de los protocolos médicos. Además, explica que cuando la paciente es joven, no se realiza ese tipo de exámenes, precisamente por la edad.
“Para darte una idea: el chequeo general de un seguro privado no incluye nada de mamas a mujeres menores de 40 años. Entonces, podés hacerte el chequeo general y salir ‘bien’ y tener cáncer y no darte cuenta. Y en tu cita ginecológica igual: solo revisan abajo, la gran mayoría de ginecólogos. Entonces, es aún más difícil cambiar la cultura para hacerte los chequeos de forma anual”, advierte Medina.
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Autoexámenes a los 18
Verónica Avilés recomienda empezar con los autoexámenes de mamas todos los meses a partir de los 18 años, de ocho a diez días después de la menstruación. “Es importante que la mujer vaya conociendo su anatomía, su fisiología, de tal forma que en algún momento pueda encontrar o percibir una anormalidad”, explica Avilés.
Los controles mamográficos en las pacientes clínicamente asintomáticas deben empezar a los 40 años y continuar cada dos años hasta los 50. “A partir de los 50 se incrementa (la frecuencia de los exámenes). Entonces debe hacerse su control mamográfico una vez al año hasta los 65”, advierte la doctora.
Sin registros de mortalidad
A pesar de que es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres, solo superado por el cáncer cervicouterino, en el país no existen cifras de mortalidad.
Algunos médicos explican que se debe a que en Managua está concentrada la mayor parte de subespecialistas. El paciente llega a la ciudad para atenderse y luego regresa a su departamento. Y si muere en su casa o en alguna unidad de salud de la ciudad en la que habita, el caso no es reportado.
Cáncer en cifras
Segundo lugar ocupa el cáncer de seno en la lista de los tipos de cáncer más comunes en las mujeres.
De 40 a 45 años son las edades entre las que el cáncer de seno tiene mayor incidencia. “Cada vez mujeres más jóvenes”, explica la doctora Verónica Avilés.
900 casos de cáncer de seno son reportados en el país al año, tanto en el ámbito privado como en el público.
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