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Libia, Gadafi

Trípoli, la capital de Libia. El país se enteró se encuentra en una situación de caos porque seis años después de la caída del dictador Muamar el Gadafi, los libios aún no se ponen de acuerdo para enrumbar a la nación por buen camino. LA PRENSA/ THINKSTOCK

Libia después de Gadafi

Libia se encuentra entre la violencia y el caos. Negociaciones entre los dos principales líderes de la nación son la esperanza para este país del norte de África, que aún no encuentra el camino de la paz tras la caída del coronel libio

Hace seis años llegaron a su fin 42 años de dictadura en Libia. El coronel Muamar el Gadafi había ascendido al poder en 1969, después de dirigir un golpe de Estado en contra del rey Muhammad Idris al-Sanusi.

Durante esas cuatro décadas, Gadafi acabó con la monarquía y la nación pasó a llamarse Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista. Los gobiernos de Estados Unidos consideraron siempre a Gadafi como un terrorista, especialmente por las masacres que ordenó contra gente de su propio pueblo.

Las enormes ganancias que dejaba el petróleo y la poca densidad de población en Libia permitían que el Gobierno pudiera brindar algunos beneficios a la población. Aún así, el descontento de los libios iba en aumento y encontró un aliado perfecto: la llamada primavera árabe.

A partir de enero de 2011, iniciaron una serie de protestas populares en los países árabes del Medio Oriente y del norte de África. Según los manifestantes, querían cambios democráticos en esos países. En Túnez y en Egipto las rebeliones derrocaron a sus respectivos gobiernos en pocas semanas. Pero en Libia o Siria las dictaduras respondieron con violencia y se originaron guerras civiles.

En Libia, los rebeldes fueron apoyados por Estados Unidos y la OTAN y en octubre de ese mismo año 2011, después de numerosas protestas de los opositores para que Gadafi saliera del poder, los Estados Unidos y países de la OTAN bombardearon Libia, teniendo como justificación una resolución de la ONU para evitar un genocidio y salvar vidas de manifestantes defensores de la democracia, según explicó el entonces presidente Barack Obama. El día 20 de ese mismo mes, Gadafi fue linchado por manifestantes libios, tras ser capturado mientras trataba de huir.

Lea además: Liberan a Saif al Islam, el hijo de Gadafi que había sido condenado a muerte

En Nicaragua, los analistas Ricardo De León Borge y Moisés Hassan consideran que el problema de Gadafi fue más bien “externo” que “interno”. Es decir, la gente en Libia vivía bien con Gadafi, pero el líder libio comenzó a estorbar en la política internacional de Estados Unidos, especialmente en el conflicto árabe-israelí. De León indicó que Gadafi logró mantener cohesionado a su país y Hassan igualmente manifestó que en Libia son muchas tribus y Gadafi logró mantener la unidad del país, a pesar de que se le tildó de represión a ciertas tribus.

En la actualidad, los especialistas internacionales consideran a Libia un estado “fallido”, especialmente porque, tras la caída de Gadafi, las diferentes facciones que se disputaban el poder, incapaces de lograr la unidad, sumieron al país en un caos al que se sumó la presencia del Estado Islámico. En su libro Obama, El Duro, No se pudo, el periodista Santiago David Távara explica que el mismo Obama reconoció que “probablemente” el mayor error de su gobierno fue la falta de un plan tras la caída de Gadafi.

Desde 2014, Libia está dividida en dos, con una autoridad en el este, bajo el control del Parlamento en Tobruk y la tutela del mariscal Jalifa Hafter, y otra en Trípoli, sostenida por la ONU y representada por el primer ministro, Fayez al Serraj.

Muchas ciudades de Libia quedaron destruidas tras la guerra civil para derrocar a Gadafi. La prensa internacional destaca que seis años después muchos lugares aún están en ruinas. LA PRENSA/ ARCHIVO

Ambas se apoyan en diferentes milicias que a menudo cambian de bando, y que mantienen difusas relaciones con grupos yihadistas y con mafias dedicadas a todo tipo de contrabando.
En julio de este año 2017, bajo el auspicio del presidente francés, Emmanuel Macron, las dos principales facciones en Libia, lideradas por Fayez Serraj y Jalifa Hafter, acordaron un alto el fuego y la celebración de elecciones “lo antes posible”, previsiblemente en la primavera de 2018.

Puede leer: Caída de Gadafi es también una derrota de Daniel Ortega

Al Serraj cuenta con el reconocimiento internacional pero no ha conseguido hacer valer su autoridad en Libia. Hafter domina cerca del 60 por ciento del territorio nacional e importantes recursos petrolíferos.

Armas, violencia y caos

Durante el levantamiento contra Gadafi, explica la BBC, cualquiera con una pistola podría imponer respeto y así emergieron numerosos grupos armados, hasta 1,700 según algunas estimaciones actuales.

Solo las milicias armadas de Libia ejercen realmente el poder y a veces parece que tienen como rehenes a los políticos que dicen respaldar.

Algunos analistas de seguridad describen a Libia como un “bazar de armas”. Está repleto de armas del arsenal de Gadafi, lo que lo convierte en un terreno ideal para los yihadistas que huyen de los bombardeos en Siria e Irak, añade el medio británico.

El diario El País explica que los ciudadanos de Trípoli se quejan de la inseguridad, pues abundan los secuestros; los cortes de luz, al menos tres por semana que pueden prolongarse entre cuatro y ocho horas y de agua, la inflación y la falta de liquidez.

En Misrata, varias milicias se reparten el poder en esta ciudad Estado. En Misrata hay más seguridad que en Tripolí, pero las secuelas de seis años de guerra puede verse en las calles, donde los edificios aún están en ruinas desde la lucha para derrocar a Gadafi.

También: Libia, a un año de la muerte de Gadafi

Desde el año 2015, el Estado Islámico, aprovechando el vacío de poder en Libia, se había tomado la ciudad de Sirte, donde nació Gadafi. Pero en diciembre de 2016, el gobierno de Acuerdo Nacional informó que la había recuperado, dando un golpe fuerte al Estado Islámico. Sin embargo, este grupo armado ha tomado nuevas posiciones en el territorio libio.

Por su parte, en Bengasi, la ciudad donde nació la revolución contra Gadafi, se mantiene una lucha encarnizada entre las tropas del general Hafter y grupos yihadistas.

El problema migratorio

Libia es la principal puerta de entrada a Europa para los inmigrantes africanos. Sólo en 2016 más de 180,000 de ellos lograron cruzar el Mediterráneo y llegar a Italia. Desde el comienzo de este año, se estima que alrededor de 27,000 migrantes han llegado a la península italiana, 7,000 más que el número registrado en 2016 en el mismo período, explica el portal ctxt.

Cerca de 1,700 han muerto en el mar desde enero de 2017, 171 de ellos recuperados por Guardia Costera de Libia, pero se desconoce si es el número real de los que se ahogan tratando de llegar a la costa europea. En 2016, alrededor de 5,000 personas perecieron ahogadas en el Mediterráneo. El 90 por ciento procedía de Libia.

El cadáver de Muamar el Gadafi. LA PRENSA/EFE

El hijo de Gadafi

Una de las últimas noticias que han tenido trascendencia en Libia es la liberación de uno de los hijos de Gadafi, Saif al Islam Gadafi, quien había sido capturado en noviembre del 2011, después de la muerte de su padre.

Saif al Islam era la cara del gobierno de su padre en Occidente, donde presentaba una cara más suave a la que tenía el régimen de Gadafi, pero cuando los rebeldes tenían acosado a su progenitor, se le acusa de haber ordenado ataques y por eso es solicitado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

El hijo de Gadafi había sido sentenciado a muerte en ausencia por una corte en Trípoli.

Recientemente, el abogado de la familia Gadafi, Jalid Zaidi, indicó que Saif al Islam regresara a la política, ya que todavía tiene gente en Libia que lo apoya. Actualmente se desconoce el paradero del hijo de Gadafi, cuya sombra aún se cierne sobre los libios seis años después de su muerte.

Economía libia se duplicará

Libia, un país sumido en el caos que trata de salir de décadas de dictadura, será este año 2017 el primero de la clase en crecimiento económico. El diario El País publicó recientemente que, según las previsiones del FMI, Libia será el país del mundo en el que más crecerá el PIB este año y el que viene. En 2017, la economía libia está valorada en 20,971 millones de dinares libios (15,310 millones de dólares, 12,952 millones de euros a precios constantes). Es apenas un tercio del PIB libio de 2010, un año antes de que se desatara la revuelta que acabó con los 42 años de dictadura de Gadafi y con su muerte en agosto de 2011.

Conexión con Nicaragua

El líder libio Muamar el Gadafi fue un protector económico de Daniel Ortega, indicaron los analistas nicaragüenses Ricardo De León Borge y Moisés Hassan. Desde antes de que Ortega regresara al poder, en 2007, siendo oposición, recibía ayuda económica de Gadafi.

Hassan afirma que, basándose sobre una fuente fidedigna, conoció que ya al final Gadafi le había retirado el apoyo a Ortega porque en los años ochenta, con los sandinistas gobernando Nicaragua, el líder libio quiso enviarle unas armas, a través de los sandinistas, a los guerrilleros del M19 de Colombia, pero Ortega no entregó las armas y más bien quería sacar beneficio económico de las mismas. “La última vez que llegó Ortega con la mano estirada (adonde Gadafi), le dieron una palmadita en el hombro, señor, lo queremos, nos cae bien pero no venga aquí más, le dijeron”, explicó Hassan, aclarando que Gadafi se dio cuenta varios años más tarde de que Ortega no era un verdadero revolucionario y le siguió ayudando hasta la década de los noventa.

De León comentó que la muerte de Gadafi impactó fuerte a Ortega porque el gobernante nicaragüense era muy cercano, que hasta tiene a un pariente de Gadafi como asesor, a Mohamed Mohamed Lashtar.

Muamar el Gadafi financió durante varios años a Daniel Ortega. LA PRENSA/ ARCHIVO

La muerte de Gadafi

Muamar al Gadafi nació el 7 de junio de 1942 en la ciudad de Sirte. En 1973, Gaddafi sintetizó sus aspiraciones políticas en el llamado Libro verde, en el que mezcló el socialismo, el islamismo y el nacionalismo árabe, vinculados a un proyecto visionario de expansión por África y Asia. Alineó su política exterior con la de la extinta Unión Soviética y vivió en constantes conflictos con Estados Unidos.

El 20 de octubre de 2011, tras intensos combates entre tropas oficiales y los rebeldes, Gadafi estaba refugiado en una tubería y estaba vivo al momento de su captura. “¡No dispares, no dispares!”, suplicó Gadafi escondido a uno de sus captores, según publicó ElMundo.es

La autopsia dice que Gadafi murió de un disparo y los rebeldes, ya muerto, arrastraron su cuerpo por las calles celebrando el derrocamiento del dictador.

La historia de Libia

A inicios del siglo XX, Libia estuvo ocupada por Italia. Benito Mussolini consolidó la presencia italiana cuando llegó al poder en 1922.

En plena Segunda Guerra Mundial se terminó la ocupación italiana, pero Libia quedó sometido otro período por Gran Bretaña.

Al final de la guerra los aliados no logran ponerse de acuerdo sobre el futuro de la antigua colonia italiana. Finalmente los recelos entre los países occidentales y la Unión Soviética hacen que la ONU decida dar la independencia al país dejándolo en manos de Sidi Idris, jeque de los Sanusi y emir de Cirenaica (que había colaborado con los aliados durante la guerra), él proclama una monarquía con el nombre de Idris I.

De esta forma, el Reino de Libia se convierte en la primera colonia africana en lograr su independencia. Este hecho contribuyó a desencadenar las luchas por la independencia africana.
Idris I gobernó el país con sistemas autocráticos y patriarcales. Fiel a la tradición de solidaridad con el resto del mundo árabe, Libia ingresa en la Liga Árabe en 1953 y prestó ayuda a los insurgentes argelinos durante su lucha por la independencia de Francia. En política exterior, mantiene posturas pro occidentales.

En 1969 Idris fue derrocado por el entonces coronel Gadafi, quien 42 años después fue derrocado por rebeldes con ayuda de Estados Unidos y la OTAN.

La Prensa Domingo Reportajes Libia Muamar el Gadafi archivo

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COMENTARIOS

  1. jose m. fernandez.
    Hace 6 años

    Sr. Fidel cuba le deseo lo mejor de la vida,y no hay ningún problema con soñar,y entiendo su disgusto con los actuales gobernantes del país,pero hay q’ saber valorar las cosas;La libertad,la fraternidad,la igualdad,la democracia son mitos,si,así como le digo,estos son solo mitos empleados como anzuelos políticos para engañar y manipular a las bien intencionadas,y buenas personas de un país.En el mundo de hoy es imposible ver esto en un país.No se deje engañar,la agenda de bienestar es solo para los poderosos q’ son los menos,y no para los de a pie q’ somos la mayoría.Lo de Gadafi en Libia fue una excepción,si señor,esto fue algo excepcional en la historia.

  2. Carlos M Alvarado
    Hace 6 años

    Hoy los Libios no tienen ni libertad ni regalías, solo terror y violencia cortesía de los gendarmes invasores del imperio US.

    1. jose m. fernandez.
      Hace 6 años

      Es verdad,hoy están probando el producto de su ignorancia en forma de una tremenda guerra intestina de facciones.en la que los únicos que están sacando muy provechosas ganancias son las potencias extranjeras de siempre.

  3. jose m. fernandez.
    Hace 6 años

    El gobierno de Gadafi regalaba las casas a sus ciudadanos, si se casaban te regalaban 5 mil dólares, si tienes hijos también te daban 500 dólares por cada hijo,o hija q’ tenias, la universidad era de gratis, y si querías estudiar en el extranjero te pagaban toda la carrera de gratis.Regalaba tierras para cultivar, y te daban la ayuda técnica, y te construían un verdadero regadío, pues Gadafi mando a hacer un sistema nacional de acueductos para llevar agua,y regadíos a todos los confines del desierto de Libia. Y lo más importante es que anualmente le daba a cada ciudadano libio un porcentaje de la ganancia de la venta del petróleo que producía el país por ser patrimonio de los ciudadanos libios. Es increible Y aun así su adorado pueblo se lo voló, y prefirieron al imperialismo yanki ,al imperialismo europeo, incluyendo al imperialismo ruso, y chino, y a la devastadora esclavitud económica impuesta por los bancos internacionales, y todo por el mito de la libertad, la democracia, la igualdad,etc.,etc.,etc.,…y todos los otros cuentos de camino. Y YO les digo sin importarme si se ofende el o los q’ se ofendan los libios son un montón de estúpidos. Ahora es que ya están comenzando a saber un montón de verdades, pero ya es muy,muy,tarde…

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