A cuatro meses de la aplicación de la brutal reforma a la Ley de Concertación Tributaria, la canasta básica superó en junio los 14 mil córdobas, impulsada por constantes alzas que han provocado que solo el gasto en alimentos se acerque a los diez mil córdobas, un nivel no registrado en años, según reflejan cifras del Banco Central de Nicaragua divulgadas este miércoles.
Antes de que entrara en vigencia el brutal ajuste fiscal, la canasta básica —conformada por 53 productos y diseñada para dos adultos y tres menores—, se cotizaba en febrero en 13,414.7 córdobas, sin embargo al terminar la primera mitad del año esta se elevó a 14,084.4 córdobas, es decir un alza acumulada desde entonces de 669.7 córdobas.
El incremento acumulado entre marzo y junio de este año con respecto a febrero contrasta con los 237 córdobas que había subido la cesta familiar en igual periodo del año pasado, pero además es casi cuatro veces con relación a los 168 córdobas que la canasta subió en todo el 2018, en plena inestabilidad política que desembocó en una profunda recesión económica.
Diputados orteguistas eliminaron exoneración a productos de la cesta
De hecho si se compara el costo de la canasta básica de junio con respecto a diciembre del 2018, se observa que esta se ha encarecido 519.7 córdobas, en parte porque en los primeros dos meses de este año se venían registrando bajas, hasta que el 28 de febrero el régimen de Daniel Ortega decidió poner en marcha una reforma fiscal en la que eliminó la exoneración a varios productos de la cesta, pese a que los diputados orteguistas aseguraron que la misma no afectaba a “los más pobres”.
Le puede interesar: Inflación se duplica en cinco meses del año y la canasta básica se acerca a los 14,000 córdobas en Nicaragua
Solo en el primer mes de implementación de la reforma fiscal, la cesta subió 245.89 córdobas en marzo, en abril otros 120.21 córdobas, en mayo 120.47 córdobas más, y 183.15 córdobas en junio, según datos oficiales.
En la reforma tributaria, que se puso en marcha a finales de febrero, el Ejecutivo ordenó quitar exoneraciones y exenciones a productos contemplados en el capítulo de alimentación, vestimenta y productos del hogar, así como a los insumos agropecuarios que se utilizan en el campo para producir los alimentos.
Lea también: Canasta básica sufre las primeras alzas tras puesta en vigencia de la reforma fiscal en Nicaragua
El sector privado ya había advertido que tras el ajuste fiscal, que se acompañó de un paquetazo a la Seguridad Social que incrementó el aporte de los trabajadores y las empresas, el setenta por ciento del costo total de la canasta básica iba a ser afectado, lo que provocaría alzas que paulatinamente encaminarían la canasta a los 17 mil córdobas.
Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), manifestó ayer que en febrero habían advertido del impacto que iba a tener la reforma en la canasta básica.
“Nosotros dijimos que iban a tener un aumento todos los precios porque los intermediarios y los productores iban a trasladar los costos al consumidor final y eso es lo que está sucediendo y si se sigue recrudeciendo la reforma, la situación va a ser más crítica”, dijo Maltez.
Alimentos se van por las nubes
Los números del Banco Central indican que el mayor peso de los incrementos este año ha recaído en los alimentos.
Hasta febrero la cesta alimenticia sumaba 8,822.9 córdobas, pero en junio esta se incrementó a 9,377.3 córdobas; 554.4 córdobas más. Es decir que de los 669.52 córdobas que ha subido la canasta, el ochenta por ciento ha sido en el segmento de los alimentos.
En el segmento de productos de uso en el hogar también ha habido alza. En junio, para comprar todos estos productos, que abarcan higiene personal, de limpieza del hogar, así como servicios básicos, según el BCN se requerían 3,004.1 córdobas, frente a los 2,924.5 córdobas requeridos en febrero pasado, es casi ochenta córdobas más. En igual periodo del año pasado, este subgrupo de la canasta había subido apenas veinte córdobas.
Vestirse es más caro
También vestirse ahora es más caro. Hasta junio para comprar todos los productos de vestimenta se requerían 1,703 córdobas, frente a los 1,667.4 en febrero y los 1,636.5 córdobas en diciembre del año pasado, según reflejan los números del Banco Central.
Tras la reforma, la producción nacional de “pantalones, faldas, camisas, calzoncillos, calcetines, zapatos, chinelas, botas de hule y de tipo militar con aparado de cuero y suela de hule para el campo; blusas, vestidos, calzones, sostenes, camisolas, camisolines, camisetas, corpiños, pañales de tela, y ropa para niños perdieron la exención del Impuesto al Valor Agregado.
También se afectó la producción nacional de papel higiénico, jabones de lavar y baño, detergente, pasta y cepillo dental, desodorante, escoba, cerillos o fósforos y toallas sanitarias.
Reforma confiscatoria
“Es una reforma confiscatoria y consideramos promovería la descapitalización de las empresas, la fuga de capitales, la falta de inversiones y por último la iliquidez, insolvencia e inevitable quiebra de muchas empresas; aumentará la tasa de desempleo y provocará desplazamiento de las actividades económicas al mercado informal”, alertó el Cosep en un análisis que tituló como Golpe de Estado a la economía, publicado a finales de enero de este año.
El régimen de Ortega actualmente impulsa otra revisión al rendimiento de la reforma tributaria. El asesor para asuntos económicos de la Presidencia, Bayardo Arce, dijo a finales del mes pasado que estaban evaluando el impacto del ajuste fiscal y no descartó otra reforma enfocada en recaudar más impuestos, debido a que el Gobierno necesitaba cubrir el déficit presupuestario provocado por la recesión económica.
Este fuerte aumento en el costo de la canasta básica ocurre en momentos que el desempleo sigue aumentando por la creciente incertidumbre económica que ha golpeado a las empresas, situación que empeora por la decisión del régimen de mantener congelado el salario mínimo este año, hasta una próxima revisión en septiembre próximo.
Dañará la nutrición de los hogares
Luis Murillo, economista, manifestó que este aumento en la canasta básica provocará desnutrición porque las familias comenzarán a priorizar cierto productos, asimismo prevé un aumento en la delincuencia.
“Si hay una segunda reforma tributaria el impacto sería mayor y se reduciría más el poder adquisitivo de las personas, ahorita hay una presión por inflación por costo, pero también hay una presión por inflación especulativa, en el sentido que cuando se escuchan rumores que viene una segunda reforma fiscal los agentes económicos se anteponen y comienzan a subirle los costos a los productos”, dijo Murillo.
El economista explicó que se está profundizando la recesión económica de Nicaragua, “porque el consumo se cae, la producción se cae, las medidas tributarias son de carácter recaudatorio y prácticamente la economía está perdiendo competitividad y no se encuentra una salida viable desde el punto de vista económico, pero además con este aumento de la canasta se esperaría problemas nutricionales y problemas de tipo social”.