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En los últimos 12 meses, el saldo de remesa refleja un crecimiento de 9 por ciento, precisa el máximo emisor bancario. LA PRENSA/ARCHIVO

¿Eres cliente de un banco en Nicaragua? Revisá cuánto la institución ha ganado en los últimos dos años de recesión

Todos los bancos de Nicaragua siguen ganando en medio de dos años de recesión, aunque los niveles de utilidades se han reducido. Los números oficiales revelan cuánto ha ingresado cada entidad a sus ganancias entre 2018 y 2019

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Común es escuchar que ningún banco pierde. Y para que no haya espacio a la duda la banca nicaragüense lo ha demostrado en estos dos últimos años de profunda recesión económica, la peor desde el 2009. Según cifras de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) entre el 2018 y 2019 los seis bancos comerciales han ingresado en utilidades 203.03 millones de dólares.

Para ser exactos, en los últimos dos años la banca local ha obtenido en ganancias 6,697.31 millones de córdobas y este saldo se eleva a 7,126.33 millones de córdobas si se incorporan los números positivos registrados por el estatal Banco Produzcamos.

La salida de depósitos, la clausura masiva de ventanillas y sucursales y el cierre del grifo en la entrega de crédito —el principal negocio de un banco— no ha sido impedimento para que la banca comercial siga generando utilidades, aunque sea a menor ritmo que antes del estallido de la crisis política en abril del 2018.

La convulsión política, que derivó de una crisis de confianza,  ha provocado el cierre de 112 sucursales y ventanillas; de los depósitos se han fugado 1,484 millones de dólares (-27 por ciento desde marzo del 2018) y la cartera de crédito se ha achicado en 1,511 millones de dólares (-29.21 por ciento).

El estatal Banco de Fomento a la Producción o Produzcamos reportó a la  Superintendencia en los últimos dos años beneficios acumulados por 16.06 millones de dólares, superior a los 9.80 millones de dólares en el 2017.

Los números oficiales reflejan que solo en el 2019, en lo más severo de la recesión económica y cuya reducción del Producto Interno Bruto se estima en 5.7 por ciento —según el Fondo Monetario Internacional—,  la banca generó en utilidades 88.61 millones de dólares, es decir unos 2,998.34 millones de córdobas.

En el 2018, en pleno estallido de la convulsión política y con una economía cayendo 3.8 por ciento, la industria bancaria ganó 114.41 millones de dólares (unos 3,698 millones de córdobas), ligeramente inferiores a los 163.96 millones de dólares en el 2017.

Para técnicos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) el hecho de que la banca siga generando ganancias se debe en gran medida porque el sector está cosechando lo que sembró previo a la crisis.

“La situación de la banca al iniciar la crisis era muy buena, entonces eso le ha permitido a la banca sobrevivir todo este tiempo sin dar crédito y aun así sin llegar a tener pérdidas en sus operaciones. Siempre hay ciertas estrategias que podés adoptar para aumentar tu resiliencia como el despido, el cierre de sucursales, para irse adaptando a un entorno donde su espacio de negocio se ha contraído. Eso les ha permitido controlar sus costos”, señala Funides.

En dos años de crisis la banca ha enviado al desempleo a más de 2,000 trabajadores.

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Lo que hay detrás de las ganancias

Pero ¿qué hay detrás de esos más de 200 millones de dólares en utilidades registradas por la banca, en medio de unos de los peores contextos de estrés desde el 2009 cuando la economía fue afectada por la crisis financiera mundial?

El economista Néstor Avendaño explica que si los bancos siguen ganando eso no significa que la rentabilidad de los mismos no se ha visto gravemente afectada por la crisis.  “Toda la banca en el año 2017 tenía una rentabilidad del 40  por ciento y hoy la tienen en 21.5 por ciento hasta diciembre del 2019,  excluyendo Atlántida que es nuevo, ha bajado, se ha reducido casi a la mitad la rentabilidad sobre el capital”, explica el economista.

Pero más allá de eso, Avendaño identifica tres vías principales de obtención de rédito en la banca: la compra de papeles al Estado, la compra y venta de dólar  y el aumento de la tasa de interés.

Tras varios meses sin transar con papeles del Estado, a mediados del 2019 los bancos, ante la imposibilidad de colocar crédito —su principal negocio— el año pasado retomaron las inversiones en títulos valores del sector público, que requiere de esa liquidez para financiar el déficit presupuestario. “No es muy determinante, pero contribuye a las utilidades”, explica Avendaño.

Además el economista recuerda que el año pasado el Banco Central de Nicaragua autorizó una rebaja del encaje legal sobre los depósitos en córdobas de 15 a 13 por ciento semanal, con la promesa de que el dinero que se liberara se destinara a la producción, pero estos finalmente han optado por títulos valores del Ministerio de Hacienda a tasas de interés de un 11 por ciento.

A esas transacciones se han sumado las utilidades que les ha generado la compra de letras de un día emitidos por el Banco Central de Nicaragua, cuyas compras fueron masivas, aunque a tasa de interés más bajas respecto a la de Hacienda.

Para Funides los bancos se han visto obligados a transar en estos instrumentos porque no encuentran condiciones en el mercado para colocar préstamos,debido a que muy pocos en este momento son sujetos de crédito debido al aumento del desempleo y la pérdida de poder adquisitivo del dinero.

Hicieron negocio con un córdoba debilitándose

Otro factor que ha incidido para que la banca siga ganando es la compra y venta de dólares. “Los bancos prácticamente se transformaron prácticamente en  casas de cambio, es fue su gran negocio”, explica Avendaño.

La banca se habría beneficiado del rápido ensanchamiento que en los últimos dos años experimentó la brecha cambiaria, es decir el diferencial entre la compra y venta de dólar del Sistema Financiero con respecto a la tasa oficial establecida por el Banco Central.

En el 2018 la brecha cambiaria llegó a ubicarse en 1.79 por ciento y en el 2019 rozó el 3 por ciento, un nivel no visto en años. La brecha ha llegado a estabilizarse, al punto que ahora el diferencial cambiario anda en 0.5 por ciento.

La misma Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social explicó el año pasado que esta variación de la brecha cambiaria  había permitido “generar ingresos adicionales al sistema bancario mediante operaciones de cambio, en un contexto donde la banca al contraer su otorgamiento de crédito como parte de su estrategia de manejo de liquidez, está registrando una disminución en sus utilidades”.

“O sea sacaron ganancias con el tipo de cambio de venta del dólar y también con el tipo de cambio de compra del dólar porque pagan menos que el oficial. Entonces, el negocio bancario fue la compra y venta del dólar cuando la tasa de devaluación era del 5 por ciento anual y el campo de ganancias se les redujo cuando el Gobierno disminuyó la tasa de deslizamiento”, precisa Avendaño.

Tras 15 años invariable, el 1 de noviembre del 2019 el Banco Central de Nicaragua disminuyó  la tasa de deslizamiento de cinco por ciento anual a tres por ciento, frenando así el acelerador de la devaluación del córdoba en una economía altamente dolarizada, estimada en un 80 por ciento.

Avendaño coincide con técnicos de Funides de que los bancos siguen viviendo aún de las ganancias que la cartera de crédito sana les sigue generando y cuyas tasas de interés se han incrementado a niveles significativos.

“Hay un saldo de crédito que no ha desaparecido y que le sigue generando beneficios a la banca, aunque no hayan dado créditos en el último año y medio de la crisis. Con dificultades, pero la gente ha seguido pagando”, explican técnicos de Funides.

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Tasas más altas

Más del 89 por ciento de la cartera de crédito sigue siendo sana y apenas un 11.4 por ciento está vencida, reestructurada o en cobro judicial.  No todos estos créditos están con tasa fija, lo que ha permitido a la banca ajustar al alza las tasas que cobran a sus clientes.

“Ahorita las tasas del crédito de consumo andan por el 13 por ciento. ¿Por qué 13 por ciento si el año pasado era 10 por ciento? Por el riesgo político, porque ellos nunca han tenido miedo a los riesgos económicos ni financieros”, explica Avendaño.

Estas alzas de tasas de intereses en Nicaragua han ocurrido en momentos en que a nivel mundial los tipos se encuentran en descenso, lo que no ha beneficiado a los usuarios del Sistema Financiero nicaragüense, con excepción de aquellos que en sus contratos tienen establecido que la tasa se fija según indicadores internacionales, como el libor.

Pero este espacio de negocio de la banca en el 2020 ha empezado a encogerse, luego que el Banco Central de Nicaragua anunciara que implementará políticas enfocadas en rebajar el costo del dinero para reactivar la economía.

¿Es positivo o negativo que la banca siga ganando en medio de la crisis que ha destruido más de 100 mil empleos?

Avendaño considera que al menos esto ha permitido  que el Sistema Financiero no se descalabre, aunque reconoce que generalmente en crisis económicas las empresas suelen perder y en el mejor de los casos reducen sus tasas de rentabilidad en gran medida.

Al menos, según el economista, la crisis ha permitido que los bancos reduzcan su elevado nivel de rentabilidad que tenían antes de la crisis en el 2018, que era una de las más altas respecto a la de los bancos de los países que integran el Sistema de Integración Centroamericana.

Los técnicos de Funides admiten que a medida que pasen los meses los márgenes para seguir generando utilidades se irán achicando por lo que urge crear las condiciones en el mercado para que el sector no transite hacia el terreno negativo y empiece a reportar pérdidas, lo que sería grave para una economía en crisis.

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Los que más han ganado

De los números de la Siboif se desprende que los bancos a medida que son más grandes, el nivel de utilidad generada en tiempos de crisis es mayor.

El Banco de la Producción (Banpro) y Lafise Bancentro son los que más utilidades han ingresado en los últimos dos años, mientras que en el otro extremo se encuentran Avanz y Ficohsa, los más pequeños del sistema.

A continuación las utilidades reportadas por cada uno de los bancos en los últimos tres años:

 

 

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