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Los principales funcionarios orteguistas que manejan los temas económicos estuvieron presentes en la reunión con el FMI. Entre ellos Iván Acosta, Ministro de Hacienda; Ovidio Reyes, presidente del BCN; y Bayardo Arce, asesor económico de la presidencia. LA PRENSA/ TOMADA DE EL 19

Estas son las razones de por qué las cifras económicas 2019 del BCN son dudosas, según Funides y Copades

“Como Funides seguimos pensando que nuestro número para 2019 está más en línea la realidad que está viviendo el sector privado y los hogares, que ese número que acaba de publicar el BCN”, dijo un técnico de Funides. Néstor Avendaño tampoco no mira creíbles cifras del BCN. Así lo explican

Después de casi un año de mantenerlas ocultas, el Banco Central de Nicaragua reveló esta semana las primeras estadísticas de cómo se comportó la economía en el 2019, cuyos primeros números generaron fuertes suspicacias entre los economistas, que cuestionan que estos no están apegados a la realidad de las empresas y los nicaragüenses, agobiados por mayor desempleo, salarios congelados y aumento en la carga impositiva.

Los números del BCN arrojaron resultados que van contra todos los pronósticos que de manera independiente  hicieron centros de pensamiento, organismos financieros internacionales, calificadoras de riesgos, que apuntaban a una caída del Producto Interno Bruto mayor o igual al cinco por ciento.

En el 2019 se esperaba una mayor profundización de la recesión, para un rebote  en el 2020, cuando aún no había explotado la pandemia.

El Fondo Monterio Internacional (FMI) proyectaba una contracción de 5.7 por ciento, estimación que divulgó luego de una reunión con las propias autoridades de gobierno nicaragüense; el Banco Mundial (BM) en octubre pasado la situaba en -5 por ciento; la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico (Funides)  esperaba -5.4 por ciento.

Pero la máximo autoridad monetaria sorprendió con un -3.9 por ciento en caída del Producto Interno Bruto, lo que significó una menor contracción que en 2018, cuya tasa la actualizó en -4 por ciento, cuando inicialmente había dicho que era de -3.8 por ciento.

Los números oficiales, según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) y el economista Néstor Avendaño, del  Consultores para el Desarrollo Empresarial (Copades), no calzan en un año donde a nivel interno se aplicó una reforma tributaria recaudadora, se congeló el gasto público, hubo más desempleo y se derrumbó más la inversión.

En tanto, a nivel mundial Estados Unidos, principal socio comercial de Nicaragua, decepcionó con un crecimiento de apenas 2.3 por ciento- el más bajo desde que Donald Trump llegó al poder- frente al 2.9 por ciento en el 2018.  También la economía mundial se desaceleró, todo esto impacta la economía local.

Lea además: FMI: Economía mundial cae en recesión por el coronavirus, se teme una crisis peor que 2008

BCN no tiene información suficiente

Al conocerse las cifras del BCN, el economista Néstor Avendaño dijo que “hay que escuchar cuáles son los supuestos que ellos han adoptado para hacer esa estimación, porque sigo creyendo que no tienen la información sectorial suficiente para pronunciarse categóricamente sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto”.

De hecho el presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), Mario Arana admitió en diciembre pasado que las empresas no estaban dando información al BCN, y que por eso esa entidad “no tiene capacidad o habilidad para presentar información que pudiese ser que no tenga. Entiendo que muchas empresas han dejado de contestar las encuestas”.

Técnicos de Funides, además, indican que los números que está publicando el BCN no “tienen mucha coincidencia” con la información que como centro de pensamiento han recogido de los sectores económicos, con los que interactúan para los análisis y proyecciones económicas.

Pero lo que más llama la atención de Funides es que los datos del emisor bancario están muy alejados  de las proyecciones del FMI, cuya misión técnica visitó el país a finales del año pasado y  tuvo acceso a la información del BCN  y con base a ello estimaron el -5.7 por ciento, un planteamiento con el que también coincide Avendaño.

“Como Funides seguimos pensando que nuestro número para 2019 está más en línea con la realidad que está viviendo el sector privado y los hogares, que ese número que acaba de publicar el BCN”, dijo uno de los técnicos, que recordó que la información económica que obtienen es proporcionada por el sector privado.

Las medidas fueron para profundizar crisis

Funides admite que si bien una recesión puede durar un año, eso ocurre usualmente cuando en el país hay medidas de políticas económicas enfocadas en revertir la recesión, pero en Nicaragua lo que  ha ocurrido es que se han adoptado medidas para profundizar la recesión.

La empresa privada se quejó el año pasado del impacto que la reforma tributaria tuvo en su actividad, que extrajo de la economía en recesión, más de 230 millones de dólares, según celebró el orteguismo en la Asamblea Nacional. Además el régimen impuso un ajuste de la Seguridad Social.

Avendaño es del criterio de que “el hecho de que aquí hubo una reforma tributaria, que elevó los costos de producción, que elevó la tasa de inflación, que provocó una aceleración de la tasa de caída de la producción, no es posible, ante ese razonamiento lógico, que el comportamiento en el 2019 fuese menos grave que en el 2018”.

Inconsistencias en cifras de consumo de hogares

Tampoco resulta creíble para Avendaño y Funides que el consumo de los hogares en el 2019 haya caído (-2.3 por ciento) a menor ritmo que en el 2018 (-4.5 por ciento), al recordar que el mismo Gobierno esperaba mayor desempleo interno y a eso se suma el congelamiento de todos los salarios, tanto del sector privado como el público.

“Es bastante cuestionable esta cifra, porque se unen ahí dos grandes problemas que se vivieron en el mercado laboral, uno mayor desempleo y un mayor subempleo; y segundo, tenemos un congelamiento de los salarios desde octubre del 2018, por lo cual nos conduciría a afirmar a priori que la  caída del gasto de consumo fue mayor en el 2019 que en el 2018”, explica Avendaño.

El desglose por trimestre del BCN refleja que en el segundo y tercer  trimestre de ese año cuando la reforma tributaria y la del INSS entraron de lleno el consumo de los hogares  cayó 4.6 por ciento y 0.2  por ciento, respectivamente.

Esas tasas, no obstante, son menores que en iguales trimestres del 2018 cuando hubo una reducción de  5.6 y 6.5 por ciento, respectivamente,  en un contexto de violencia social, pero con precios estables y con mejora en los salarios.

En el Presupuesto General de la República del 2020, presentado en octubre del año pasado, el Gobierno admitió que esperaba la destrucción de más empleos formales por menos afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.

La base de contribuyentes de esta entidad pasaría de 818,395 en el 2018 a 735,564 al finalizar el 2019, es decir 82,831 trabajadores sin salarios en el mercado del consumo, sin incluir los que perdieron su trabajo en el 2018.

Además ese año el régimen de Daniel Ortega ordenó congelar el ajuste del salario de más de cien mil trabajadores del Estado como medida de austeridad ante el desplome de los ingresos tributarios, y el  salario mínimo quedó invariable, en medio de una inflación galopante que disparó el costo de la canasta básica. La inflación de Nicaragua de 2019 considerada una de las más altas de América Latina.

Los salarios también se vieron afectados por el ajuste al alza que hizo el Gobierno para que los trabajadores y las empresas pagaran más al INSS, algo que no ocurrió en el 2018.

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Tendencia no se revierte de la noche a la mañana

Es cierto, dice Avendaño, que en los últimos dos meses del 2019 la demanda de dinero creció significativamente, pero “fueron dos meses y la ponderación de esos dos meses no me revierte nunca la negatividad de 10 meses atrás, o sea pondera más el comportamiento negativo del consumo en 10 meses que el aumento de consumo en dos meses”.

Los técnicos de Funides agregan otro elemento que ponen en tela de dudas los números del BCN sobre el consumo familiar. La banca nacional en el 2019 fue muy restrictiva con el crédito de todo tipo, incluido el de consumo, esto habría sido compensado de alguna manera por las remesas, pero no lo suficiente para que el indicador tuviera un mejor desempeño que en el 2018.

“El hecho de que tengás un crédito hacia la baja afecta el consumo, no hay otra variable que esté moviéndose significativamente como para impactar positivamente en el consumo, porque las remesas han seguido una trayectoria con crecimiento constante en el tiempo, pero no hay un crecimiento adicional que te explique esa dinámica que ellos están viendo”, afirma Funides.

Sobre el gasto gubernamental

En lo que da cierto crédito Avendaño es al comportamiento del consumo del Gobierno, que según el BCN, repuntó 1.2 por ciento, que lo atribuye “probablemente a estadísticas que no conocemos, por el gasto de combustible y vigilancia que se tienen por parte de las instituciones de la Policía Nacional, ahí se dio un gran gasto de consumo”.

No obstante, el economista recuerda que el gasto público se congeló en 2019.

Funides y Copades indican que los niveles de inversión nacional y extranjera, según la información que han recabado, también se redujeron drásticamente, lo que impacta en cadena a varias actividades.

“Estamos hablando que el FMI tuvo acceso en noviembre a los datos que realmente Banco Central está utilizando para hacer esta estimación”, indica un técnico de Funides, que señala que el Fondo antes de adoptar esa cifra oficial debería hacer una especie de supervisión exhaustiva de los números oficiales.

Una posible explicación

Un economista, que prefiere no ser citado, explica que tras una revisión que hizo a las estadísticas históricas se puede analizar que la brecha entre la estimación del FMI  y el BCN sobre el comportamiento del PIB en 2019 se debe a dos razones:

1. El BCN habría elaborado el informe con cifras revisadas y más  actualizadas que aquellas a las cuales tuvo acceso el FMI.

2. En efecto se revisaron las series del PIB hacia atrás. Se hizo que 2018 cayera más que lo que se informó en el Anuario 2018 para que 2019 aparezca cayendo menos.

“En principio, es lícito revisar las cifras con información actualizada. Si se fija la propia cifra anterior de solicitudes semanales de desempleo en EE.UU. fue revisada. Pero la subordinación política y absoluta falta de transparencia del BCN hacen más que legítima la sospecha, sobre todo cuando las revisiones son siempre para mostrar crecimiento mayor o caída menor”, dice la fuente.

Y agrega: “no es posible saber de dónde obtiene el BCN las cifras para hacer sus estimaciones, puesto que dejó de publicar los indicadores de actividad económica desde febrero de 2019 y los resultados de las encuestas las publicó hasta 2018”.

Lo que dice el BCN

Pero en medio de una fuerte sequía de financiamiento,  el BCN asegura ahora que el PIB por el lado de la producción, el crecimiento fue impulsado por explotación de minas y canteras que repuntó 14.7 por ciento, el pecuario con un aumento de 4.8 por ciento, la agricultura con un alza de 3.7 por ciento y hoteles y restaurantes con un aumento de 3.4 por ciento, entre otras.

En el otro extremo se observa  que en la construcción hubo un derrumbe de 38.1 por ciento, la intermediación financiera se desplomó 16.6 por ciento, la pesca y acuicultura se contrajo  14.5 por ciento, el comercio cayó  9 por ciento, y transporte y comunicaciones se redujo 7.7 por ciento, entre otras.

Fue la formación bruta de capital, ligada a la construcción privada y pública, la que tuvo el peor desempeño del año.  La inversión fija privada disminuyó 31.4 por ciento y la inversión pública 15.4 por ciento, según datos del BCN.

BCN debe aumentar su credibilidad

Durante todo el 2019 las autoridades del BCN mantuvieron un apagón estadístico, al dejar de publicar todos los compendios sobre la evolución de las distintas actividades económicas, lo que ha generado fuertes suspicacias entre los agentes económicos.

Funides y Copades consideran que las autoridades deben aumentar sus esfuerzos para incrementar la credibilidad de su información económica.

“El Banco Central debería aumentar la credibilidad de esa información a través de algún tipo de acuerdo con el Fondo Monetario de esas cifras, que eso permita tener una idea clara de lo que se está haciendo en este momento en términos de Cuentas Nacionales en el BCN”, explica.

La auditoría del FMI debería estar dirigida a examinar los procesos de generación de información que tiene el BCN. “Es necesario un proceso de esta naturaleza para que estemos claros de cómo el BCN está llegando a esta información”, dicen técnicos de Funides.

El mismo FMI ha recomendado al BCN que mejore la calidad de la información económica que produce.

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