Humberto Benard
Cuando viajo siento más el impacto al tener que contestar por qué celebramos el 19 de julio (está en el Código del Trabajo). ¡Siempre agacho mi cabeza!
Celebramos el día en que nació la angustia de los nicaragüenses. Celebramos el setenta por ciento de desocupados. Celebramos y aplaudimos que los “compañeros” se nos llevaron más de doce mil quinientos millones de dólares, y aún dicen que no saben dónde están. Celebramos muy contentos que nos quitaron todos los billetes de alta denominación, nos obligaron a entregarlo a los bancos de su propiedad. Esta enorme suma tampoco la regresaron.
Hicimos fiesta, tiramos cohetes de alegría celebrando el Decreto No. 3, con el que confiscaron toda Nicaragua. Y como complemento de una gran celebración, no debía faltar la piñata en la que nos dieron con palos hasta sacarnos el último peso.
Ese día celebramos el nacimiento y bautizo del “nuevo hombre”, implantando la lucha y odio de clases.
Hay que celebrar también, la llegada de Su Santidad el Papa, pues teníamos que demostrar quiénes somos y todo nos lo permite hacer la Revolución Popular Sandinista, además de la expulsión de nuestros sacerdotes a los países vecinos.
Hay que celebrar la censura de todos los medios de comunicación, pues todo el que piensa contrario, no debe de ser nicaragüense. Y celebramos el 19 de julio porque aún hay en otros países más de un millón y medio que no han podido regresar a Nicaragua.