Con setenta lujosos altares en la Avenida Bolívar de Managua y “altares móviles” recorriendo barrios de la capital para entregar ayer bolsas con alimentos, el Estado se ha convertido en el mayor organizador de La Gritería, al menos en Managua.
El arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, se dio por satisfecho con el protagonismo que ha tomado el Estado en esta celebración religiosa. Dijo que recientemente recorrió la Avenida Bolívar y vio altares hechos “con mucho cariño”. “María saca sus frutos ahí y siento que si de las 5,000 o 20,000 personas que pasan por la Bolívar, una persona se pone frente a la Virgen y hace una oración, yo creo que valió la pena”, explicó.
Ayer largas filas se extendían hasta por cinco cuadras frente a los “altares móviles” que dispuso el Gobierno para entregar sacos con arroz, frijoles, maíz, aceite y pasta. Fueron frecuentes las discusiones, peleas y hasta heridos durante y al terminar la actividad, como en el caso del barrio Las Torres y barrio Venezuela.
El cardenal Brenes consideró que el Gobierno debe buscar mecanismos para evitar disturbios en sus celebraciones.
A pesar de la parafernalia dispuesta por el Gobierno, los devotos también acudieron a los tradicionales altares que organizan los creyentes, según la tradición mariana, en Managua y principalmente las ciudades como León y Matagalpa. Erasmo Guevara organizó su Purísima en Villa Don Bosco como todos los años y cuenta que vio llegar a más gente que de costumbre, al menos más que el año pasado, y cree que eso es una muestra de crecimiento de la fe en el país.
AL GUSTO DE MURILLO
Los setenta altares de exhibición fueron supervisados por la primera dama Rosario Murillo, quien desde la Secretaría del Consejo de Comunicación y Ciudadanía envió las directrices a cada una de las instituciones, según información brindada a LA PRENSA por fuentes que trabajan en diversos ministerios. Debían cumplir los requisitos en medida y calidad, pero además satisfacer el gusto y las expectativas de Murillo. “Los que no le gustan los manda a cambiar o a remodelar”, comenta la fuente.
Por la noche León se desbordó con el grito de ¡¿Quién causa tanta alegría?! Miles de devotos gritaron y le cantaron a la Virgen María para recibir varios presentes, como caramelos, limones dulces, matracas, gofios, gorras, pitos, entre otras cosas. Todo sucedió entre luces y toros “encuetados”.
En Matagalpa los fieles marianos lucieron su creatividad en los altares dedicados a la Virgen, los que decoraron con máscaras, muñecos y guitarras. [/doap_box]
Tal fue el caso del altar que había montado el Ministerio Agropecuario (MAG), que no fue del agrado de la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Murillo, quien mandó a que despidieran a la encargada del altar. “Su nombre es Indira, pero no sé el apellido. Todo ese dinero salió vía presupuesto. Fue un completo desperdicio”, expresó la fuente, quien por temor a represalias solicitó se omitiera su nombre.
Según la fuente del MAG, en contra de la voluntad de los trabajadores esta entidad gubernamental restaría de su quincena un monto en concepto de “apoyo económico” para la misma celebración.
El altar del MAG habría costado, entre materiales y mano de obra, doscientos mil córdobas, según la fuente. Otras fuentes coincidieron con este monto en el costo del resto de altares, lo que habría implicado un gasto de 14 millones de córdobas solo en mano de obra y materiales de los setenta altares de la Avenida Bolívar. En estos costos no se incluyen electricidad, seguridad y las obras de apoyo que realiza la Alcaldía de Managua. Ni las Vírgenes, ni los nacimientos que son usados otros años con el mismo fin.
“Las Vírgenes se dan a hacer en unos talleres que están en Tipitapa y San Benito. Las imágenes de 1.60 metros costaron siete mil dólares, el nacimiento diez mil”, detalla una fuente que también solicitó el anonimato.
“El montaje de un altar sencillo, con solo flores, velas y telas cuesta aproximadamente 1,200 o 1,800 dólares, pero todo va en dependencia del gusto, materiales y presupuesto. Hay altares que pueden costar seis mil dólares o más, solo en decoración. El montaje de tarimas y estructuras es un gasto adicional”, explica Marlon Centeno, propietario D’Ideas Floristería, experto en decoración y montajes consultado por LA PRENSA.
“Solo en mano de obra se pagó sesenta mil córdobas, más el costo de los materiales. Los altares más caros son el que tiene el mundo y el de las iglesias, que costaron alrededor de 150,000 córdobas cada uno (la mano de obra)”, revela. Se refiera al altar de la Alcaldía de Managua y al de Enatrel, dos de los que destacan por las grandes estructuras metálicas, la iluminación y la fastuosidad. Cada uno de los setenta altares tiene además dos guardias cada uno, a quienes se les paga un aproximado de siete mil córdobas por vigilar el lugar.