Al igual que sucedió en Ecuador con la embajada mexicana, los sandinistas asaltaron la Embajada de Costa Rica para secuestrar a un asilado político que después fue torturado en El Chipote. La presión diplomática de entonces hizo que Daniel Ortega lo liberara.
En los ochenta se integró a la revolución sandinista, mientras su familia sobrevivía de la venta de galletas. Años después la dictadura Ortega Murillo le pagó encarcelando a su hija y su nieta, a las que no pudo volver a abrazar antes de morir de cáncer. El último golpe del régimen fue el cierre de su empresa familiar.
Denis y Lilliam, un matrimonio camoapeño, migró en busca de recursos para sus dos hijos. Hoy, él está muerto, tras intoxicarse en un lugar en el que trabajan bajo condiciones de esclavitud laboral
Es conocida como la enfermedad de la locura. Ataca solamente a la población miskita asentada en el Caribe Norte de Nicaragua y es considerada por los indígenas como una afectación de los malos espíritus
Polvos pica-pica en un cine, un empujón mortal, un arma de fuego que sí estaba cargada, un saludo que no cayó en gracia y llamadas anónimas que desembocaron en procesos judiciales. Hay bromas de mal gusto y bromas que terminan como estas
Nacieron en Estados Unidos y, tras ser deportadas, implantaron el terror en El Salvador. Ahora parecen estar llegando a su fin, con decenas de miles de pandilleros presos en una megacárcel
Desde que era niña, de escasos recursos y sin dominar el inglés, su sueño era convertirse en astronauta. Ahora es parte del equipo de la NASA que busca llevar a seres humanos nuevamente a la Luna.
“Chismoso”, “mala gente”, “pedante y “cepillo”. Con esos adjetivos sus conocidos describen a Marvin Aguilar, el que hasta hace poco era un hombre de confianza de Rosario Murillo en el Poder Judicial, pero ahora se presume que ha sido relegado “por tomarse atribuciones que no le competen”, indican fuentes.
En agosto de 2002, el presidente Enrique Bolaños reveló uno de los escándalos más grandes de corrupción que se han conocido en Nicaragua, protagonizado por Arnoldo Alemán y varios de sus ministros.
Hija de una nicaragüense, es considerada “la mamá de las telenovelas mexicanas”. En la vida real nunca se casó ni tuvo hijos y dice que no se arrepiente. No le gusta hablar de sus amores y menos de política.
La conveniente versión oficial sobre una tragedia que en 1982 dejó 75 niños nicaragüenses calcinados y la producción de fotografías en falsos escenarios de guerra son parte de la antología de grandes mentiras del Frente Sandinista.
