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Su hijo y su esposo se turnan para golpearla

Ganar un premio fue su desgracia OCTAVIO ENRIQUEZ y GIOVANNA RODRIGUEZ Más que los golpes en su cuerpo, a doña Ana María Roque, de 35 años, le preocupa que la ira de su marido y la del mayor de sus hijos llegue al extremo de que un día pueda amanecer muerta, sin concretar su sueño […]

Ganar un premio fue su desgracia





OCTAVIO ENRIQUEZ y GIOVANNA RODRIGUEZ


Más que los golpes en su cuerpo, a doña Ana María Roque, de 35 años, le preocupa que la ira de su marido y la del mayor de sus hijos llegue al extremo de que un día pueda amanecer muerta, sin concretar su sueño de ver crecer a sus siete hijos restantes.

“Mi hijo le decía (a su padrastro): dele más duro”, dijo doña Ana con la voz entrecortada y agitada por el descontrol emocional. Ella denunció en días recientes que su compañero de vida, José Anastasio Martínez y uno de sus hijos, José David Valenzuela, la agreden al mismo tiempo.

Esa versión fue confirmada por Reina Isabel Rodríguez, quien es directora de la Asociación de Mujeres para la Integración de la Familia en Nicaragua (AMIFANIC).

“Cada vez que el esposo la golpea le da contra las paredes, le pega en la cabeza. Ella ya tiene lesiones que no se van a quitar de la noche a la mañana, sino que requiere de una atención terapéutica”, afirmó Rodríguez.

La funcionaria agregó que los problemas de doña Ana vienen desde hace año y medio cuando ella se ganó 45 mil córdobas con la promoción de una embotelladora, plata con la cual compraron una casa, pero el dinero restante Martínez lo hizo “characa”.

Entonces, cada vez que la mujer reclama por el billete que una vez tuvo la suerte de ganarse, la respuesta que recibe es el maltrato físico de su hijo y el de su marido.

“SALE A LAS CALLES A VAGAR”…
Don José Anastasio explicó que su señora sale a las calles a vagar y él le aconseja que no lo haga, pero no hace caso y “yo le reclamo como varón de la casa que soy”, agregó.

Añadió que ella se desaparece hasta cuatro y cinco días. Don José Anastasio manifestó sentirse apenado porque en los años que tiene nunca lo habían enfrentado con la Policía como lo hizo doña Ana, quien según él tiene problemas mentales. “Nunca le he pegado pues el día que le pegue la mató”, afirmó.

Mientras José David negó haber golpeado a su mamá, sino que simplemente le quita a su hermana menor para que no se la lleve a la calle, donde la vez pasada andaba vendiendo artefactos de la casa. “No le gusta que hable mal de ella porque a veces anda en la calle”, finalizó

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