Piden seriedad política al presidente Alemán

En su primera conferencia luego de la Reunión del Grupo Consultivo, Alemán insistió en la creación de una Asamblea Constituyente que pueda suprimir a las autoridades elegidas por el voto popular y se retractó de convocar a un diálogo si le pedían condiciones para asistir. Luego, ayer en Rivas, rectificó y dijo que finalmente sí convocaría a un diálogo.

Ante ese aparente cambio de discurso, el presidente del Instituto Nicaragüense de Desarrollo, William Báez, dijo que Alemán debería recapacitar y “ser más responsable”.

Para Báez, el que algunos sectores pidan garantías para ir al diálogo convocado por Alemán es parte de un proceso de democracia, y ante esas peticiones se debería recurrir “a un proceso de apertura y tolerancia y no actuar de manera precipitada”.

“Alemán debería ser más coherente; si en Washington el Canciller con la vehemencia de la presidencia dijo que no habría Constituyente, se debió mantener su palabra. Si el presidente mantiene un compromiso de diálogo ante la comunidad internacional y ante la comunidad nicaragüense lo niega, no es coherente”, dijo Báez.

Igual opinó Edwin Zablah, Secretario General de la Fundación Augusto César Sandino, para quien el mandatario debería ser más preciso en sus pretensiones.

“Un reniego del diálogo es una contradicción, igual que el llamado a una Constituyente, son dos contradicciones en menos de 72 horas. En este sentido hay que hacer a un llamado al gobierno de Nicaragua para que actúe de forma responsable y que se defina de una vez por todas si va a tener un diálogo nacional a su gusto, o uno democrático”.

“Si se llama demócrata, debería ser tolerante con los llamados a presentar garantías y condiciones de todos los sectores y no decir que va suspender un diálogo de manera tan poco madura”, dijo Zablah.

Por su parte Lino Hernández, Presidente de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos, dijo que el presidente Alemán debería sea más tolerante.

“Yo veo que hay una gran contradicción ahí. Por un lado se dice una cosa y por el otro lado se desdice. Las actitudes hacia el pueblo de Nicaragua son de dureza, y con el exterior son más suaves. Eso debe compaginarse. Si la comunidad donante advirtió que no se hagan constituyentes, y Alemán así lo aceptó, no tiene por qué rechazar que aquí se le pidan condiciones para el diálogo”, dijo.

Para Azucena Ferrey, activista del Movimiento Democrático Nicaragüense, lo de Alemán no es “ni un exabrupto, ni una incoherencia: es su forma de ser”

“Todo el mundo tiene el derecho a participar y ningún ciudadano está autorizado a inhibir por su propio criterio la participación de otro, y menos en las circunstancias que vive el país. La Constituyente ha sido para perpetuar el sistema y una convicción autoritaria de quienes quieren reformar las leyes para poder reelegirse porque no encuentran otro mecanismo legítimo para ganarse la simpatía de las mayorías”, expresó Ferrey.