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Por qué es necesaria una alternativa

La Tercera Vía









 

EDGARD PAGUAGA


Terminada la guerra nacional y hasta 1979, el ejercicio del gobierno se alternó entre conservadores y liberales, sin que se permitiera a otras opciones políticas la oportunidad de participar libremente en las justas electorales. Cualquier partido político que quisiera tener este derecho debía de presentar un número de firmas de ciudadanos que lo respaldaran; fue así, que el Partido Liberal Independiente y otras corrientes ideológicas no tuvieron oportunidad de medir fuerzas con conservadores y liberales, que llegaron a constituir lo que se conoció como paralelas históricas. Al mismo Partido Conservador de Nicaragua, después de la abstención de 1963 le tocó presentar firmas para poder obtener de nuevo su personería jurídica y participar en las elecciones de 1967.

El tiempo y las circunstancias trágicas de nuestra historia, nos ha demostrado que el legado del bipartidismo fue más perjudicial que beneficioso. Del bipartidismo resultaron: la intervención extranjera, dictaduras como la de Zelaya, dinastías como los Somoza y totalitarismo con los Sandinistas; guerras civiles, exilio, confiscaciones, pobreza y pérdida de los valores ciudadanos.

Los Liberales Constitucionalistas (verdaderos herederos del somocismo) que tan pronto han olvidado su funesta herencia (el sandinismo) y los sandinistas convencidos que por los votos jamás volverán a gobernar, se han empecinado por medio de un vergonzoso pacto en redimir un bipartidismo más elaborado, sin apariencias democráticas y nuevamente excluyente, que les permita repartirse el Estado, sin importarles la politización de la justicia, el control sobre los bienes del Estado y la libertad de sufragio expresada en el derecho a elegir y ser electo.

Con todos estos antecedentes, es imperativo y así lo demanda el pueblo en las encuestas la participación efectiva de una opción diferente, que logre aglutinar no sólo a los afiliados y simpatizantes de partidos democráticos, sino que a esa gran mayoría que según coinciden todas es del 55%, que dicen no tener partido político o preferencia política definida.

¿Es necesaria esa opción diferente? Claro que es necesaria.

Otro período más de gobierno como el errático que ha conducido hasta ahora el liberal Arnoldo Alemán, sería sumamente perjudicial para el país pues se multiplicarían los problemas socioeconómicos de la población, de la descarada corrupción que ha invadido todas las esferas del poder público, y las amenazas autoritarias en contra de la democracia y la libertad.

Pero el retorno al gobierno sandinista de Daniel Ortega, que es la alternativa que ha facilitado el liberalismo causas a su indecoro pacto con el FSLN, eso sí que sería desastroso, comenzando con la fuga de capitales e inversionistas que con tanta cautela han regresado poco a poco a Nicaragua.

Pero no es fatalmente inevitable que Nicaragua siga dominada por el errático y corrupto gobierno liberal y alemancista, ni por el catastrófico régimen sandinista. Hay una alternativa verdaderamente democrática, intermedia, moderada, y por eso es que distintas corrientes políticas y una organización sindical de trabajadores nos hemos juntado para construir esta opción, en base a una comunión de ideales y no de intereses particulares para que sea duradera y no de corto plazo como fue la UNO 90, hasta convertirse en el partido de los ciudadanos.

El Partido Conservador, Partido Liberal Independiente, Partido de Unidad Democrática, Partido Social Demócrata, Central de Trabajadores de Nicaragua, Movimiento Viva Managua y un núcleo muy importante de los Social Cristianos, coaligados en la Primera Fuerza Democrática hemos adquirido el compromiso fundamental de organizar una administración pública integrada por funcionarios eficientes, honestos y austeros, capaces de afianzar la institucionalidad democrática en Nicaragua y de promover un rápido desarrollo económico y social en libertad, que permita erradicar la vergonzosa tradición de gobiernos autoritarios, nepóticos y corruptos, causantes principales de la generalizada pobreza que agobia al pueblo nicaragüense.

Los ciudadanos están claros que esta es la opción, lo demuestran las más de 180,000 firmas recolectadas, cantidad que ningún otro partido ni coalición de partidos ha podido presentar y el hecho de que en la encuesta de los jóvenes universitarios del porcentaje del Partido Conservador es del 10.4% y el de la otra opción MDN es del 1.8%. Cuál es el mensaje, la población prefiere una tercera opción que tenga intereses comunes, ideales netamente democráticos y caras nuevas que impulsen una forma transparente de hacer y actuar en la política.

El autor es Secretario Político del Partido Conservador.</i

Editorial
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