Montenegro mató a dos de los asesinos de su familia

La nueva versión, no oficial, indica que minutos antes del ataque, Montenegro fue avisado que “unos hombres armados” estaban entrando a su propiedad, ubicada en la comunidad de Waspado, jurisdicción de Siuna.

El aviso lo habría hecho uno de sus hijos menores y fue cuando Montenegro se percató que unos cinco sujetos vestidos de policía y armados de fusiles AK lo encañonaron. Según campesinos de la zona, que no quisieron identificarse, Montenegro estaba realizando labores de labranza, cargando su fusil “como era su costumbre”. Cuando los cinco supuestos policías se le acercaron, Montenegro se enteró que se trataba de una emboscada, por lo que abrió fuego inmediatamente, matando a uno de los sujetos.

Los otros sujetos reaccionaron con un fuerte ataque, pero Montenegro logró “parapetarse” y en el intercambio de disparos mató a un segundo individuo que montaba un caballo. Al ver esto, el hijo mayor de Montenegro también sacó un fusil de la casa y se dispuso a apoyar a su padre.

Fuentes extraoficiales de la Policía de Matagalpa confirmaron esta versión a LA PRENSA, pero decidieron no emitir una declaración oficial sobre el hecho “porque los acontecimientos no sucedieron en jurisdicción de Matagalpa y es responsabilidad de Siuna”.

En su relato, Montenegro dijo que después de varios minutos de combate observó sobre un pequeño cerro dos grupos más de armados, los que calculó en un número de 10 a 12, que lo rodearon y empezaron a disparar.

Decidió huir en compañía de su hijo mayor y su cuñado, pero en el intento de escape, tanto su hijo como su cuñado fueron alcanzados por las balas, muriendo instantáneamente. Montenegro resultó herido en el brazo izquierdo, logrando escapar con vida.

Fue después de este combate que los armados, al mando de Humberto Ruiz y Pilar Lira, dispararon contra la vivienda, con los fusiles y lanzagranadas M-79.

Montenegro confirmó que en realidad son siete personas de su familia las que murieron y no 11, como se informó al inicio en los medios de comunicación. Acepta también que ocasionó varias bajas a los atacantes, pero no sabe decir con certeza cuántas fueron.

Lo que no se pudo establecer y que no supo explicar la fuente consultada, es el destino de los dos miembros de la banda de Pilar Lira (Tyson), que se supone murieron en el enfrentamiento.

AMENAZAS DE MUERTE Y ATENTADOS
En su declaración ante las autoridades policiales de Siuna, Montenegro dijo que tanto el grupo de José Luis Marenco, como el de Camilo Turcios, querían matarlo y agregó que en varias ocasiones ambos lo amenazaron.

Montenegro expresó que en una ocasión se enteró que las bandas de Pilar Lira y Marenco se unieron para asesinar a Turcios y que el día en que se iba a ejecutar el atentado puso sobreaviso a Turcios, logrando salvarle la vida.

Tiempo después resultaría muerto el jefe del FUAC en Siuna y amigo personal de Turcios, “Tito Fuentes”, en una acción ejecutada por las mismas bandas.

Según Montenegro, Marenco lo amenazó de muerte en varias ocasiones, por haber avisado a Turcios del atentado en su contra. Agregó que el año pasado también recibió amenazas de Marenco y Pilar porque se negó a participar en el secuestro del ciudadano canadiense Manley Guarducci.

Las amenazas continuaron, dijo Montenegro, aún después que Guarducci fue liberado, y agregó que en una ocasión fue víctima de un atentado del que salió ileso.

En su relato, Montenegro señaló que a pesar de haberle salvado la vida a Camilo Turcios, éste ordenó a un grupo del FUAC que lo asesinaran, porque se negó a regresar a ese grupo armado y seguir “colaborando” con ellos, atentado del que también logró escapar con vida.

En la declaración ante la Policía, Montenegro expresó que decidió desmovilizarse en 1998 y por gestiones de Turcios recibió 20 manzanas de tierra cerca de Siuna, pero en una ocasión Turcios le pidió que “le regalara” esas 20 manzanas y a cambio le daría 200 manzanas en el sector de Waspado, donde actualmente trabajaba.

Montenegro aceptó la oferta de Turcios y las 200 manzanas de tierra que recibió las repartió entre varios hermanos y cuñados. Montenegro deja claro que la oferta de Turcios fue después que le salvó la vida y que (Turcios) le propuso volver a rearmarse, a lo cual Montenegro se negó.

POR QUE QUERIAN MATAR A TURCIOS
Fuentes extraoficiales de la Policía de Matagalpa mantienen la versión de que Camilo Turcios fue asesinado por la gente de Marenco, debido a que éste se les “fue arriba” con los 300,000 dólares que recibieron por la libertad de Guarducci.

Pero en su declaración, Montenegro dejó claro que el intento por “deshacerse” de Turcios se remonta a la fecha en que el FUAC firmó los acuerdos de desmovilización con el Gobierno.

Al momento del desarme, el FUAC estaba dividido en dos frentes: el Regional Kilambé y el Regional “Carlos Ulloa” con sus estructuras propias, pero ambos manejados por Camilo. Los acuerdos incluían, entre otras cosas, la entrega de tierras, insumos y créditos a los desmovilizados para sembrar.

Según Montenegro, Turcios se estaba repartiendo las tierras a “su gusto y antojo”; además de quedarse con la ayuda humanitaria que estaba entregando a los desmovilizados el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y exigía la entrega de 20 córdobas por desmovilizado a cambio de cada herramienta de trabajo que el PMA había entregado a la recién creada Fundación “Andrés Castro”, para que las repartiera, sin costo alguno, a los desarmados.

Esto habría creado divergencias entre los desmovilizados del FUAC, obligándolos a tomar nuevamente las armas. Según Montenegro, Turcios no repartía la ayuda a los ex miembros del FUAC, para crear descontento entre ellos y que éstos se volvieran a alzar en armas en contra del gobierno, pero al final se armaron en contra de él.

Fue a raíz de esto que Turcios habría propuesto a Marenco el secuestro de Guarducci, “para obtener dividendos extras”, pero después “se quedó con el mandado”, expresó Montenegro, en alusión al dinero recibido a cambio de la libertad del ciudadano canadiense.

Montenegro advirtió a las autoridades policiales que su vida aún corre peligro, pues teme que la gente de Marenco o de Pilar Lira intenten nuevamente asesinarlo.