Para el Dr. Carlos Jarquín González, asesor en salud pública de PROFAMILIA, son múltiples las razones que pueden conducir a una mujer a abortar y cada caso tiene que ser analizado como una situación particular. El aborto puede ser por razones terapéuticas (cuando el embarazo compromete la vida de la mujer o concierne la salud mental o física del bebé) pero también por razones ligadas a las condiciones de vida de la mujer embarazada.
Un 37% de las mujeres embarazadas en Nicaragua son menores de 20 años: “no están preparadas ni biológica, ni social, ni económicamente para tener un embarazo, ni tienen una preparación emocional”, explica.
Precisa que en cualquier caso, los médicos deben mantener una actitud profesional y ética, a pesar de la penalización del aborto, porque saben que “el aborto en manos inadecuadas es casi una muerte segura”.
Según el asesor de PROFAMILIA, Nicaragua es el único país de América Latina que no implementa un programa de educación sexual en la escuela: “antes de hablar del aborto, hay que hablar de educación sexual”.