El conservatismo y el machismo, propio de la mentalidad nicaragüense, son las variables que explican el recurso masivo al aborto (las estadísticas del Ministerio de Salud hablan de 36,000 abortos en 1996), a las que se une un espacio político restringido para un debate abierto sobre el tema, sostiene María Teresa Blandón, representante del Colectivo Nacional Feminista.
“El aborto ocurre porque las mujeres somos inhibidas de ejercer nuestros derechos sexuales, porque no hay educación sexual, no hay acceso oportuno e informado sobre los métodos anticonceptivos, porque las parejas no tienen relaciones democráticas y las mujeres no pueden negociar cuándo tener relaciones sexuales”, explica María Blandón.
Critica la alianza implícita entre la clase política y la Iglesia. “La Iglesia puede condenar o salvar un gobierno y la clase política usa la lucha contra el aborto como una prueba de honradez y moralidad política contribuyendo a la ausencia de debate racional sobre el tema”.