- En medio de los debates apasionados suscitados en Nicaragua por la revisión
del artículo del Código Penal inherente al aborto terapéutico, se impone la idea de ofrecer un espacio para una discusión abierta. Dada la importancia del asunto, tanto al nivel individual para cada mujer de Nicaragua, como al nivel de la sociedad y la evolución de las mentalidades en general, el debate merece ser ampliado del campo moral y religioso al campo de la salud pública y de las condiciones
socioeconómicas sin, por lo tanto, esconder la obvia dimensión ética del problema
RAPHAELE BAIL
Al nivel de la comunidad internacional, y particularmente de las Naciones Unidas, nunca se ha concebido el aborto como un método anticonceptivo o de planificación familiar. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP) que vela por la aplicación de los acuerdos internacionales sobre pobreza, desarrollo y sobre la mujer no defiende el aborto en sí mismo, más bien lo considera como un dilema que enfrentan muchas mujeres en situaciones desesperadas. Por eso, y porque el aborto es una realidad para 20 millones de mujeres en el mundo cada año (según datos de la Organización Mundial de la Salud), trata de implementar una política con una dimensión doble.
Por un lado, enfatiza el hecho de que el aborto, cuando no puede ser evitado, debe ocurrir en las mejores condiciones de salud y apoyo a las mujeres para reducir los riesgos que implica. Según la OMS, 70,000 mujeres mueren cada año por abortos y numerosas más sufren de infecciones u otras consecuencias. Las medidas sugeridas por el Fondo de Población respetan la legislación de cada país.
En cuanto a los países donde el aborto no es legalizado, se debe proporcionar asistencia y ayuda a las mujeres que sufren de las consecuencias de un aborto.
SEGUNDA PROPUESTA: ELIMINAR CONDICIONES QUE PROPICIAN EL ABORTO
El aborto siempre es una decisión traumática y dolorosa por el dilema moral que implica. El FNUAP recuerda que el hecho de estar embarazada puede ocurrir en condiciones sobre las cuales las mujeres no pueden influir, que tienen que ver con la situación cultural, social y económica de la sociedad.
Por eso, cada país debería trabajar para eliminar las condiciones culturales, socioeconómicas e ideológicas que pueden llevar una mujer a abortar. Tal proceso pasa por la aplicación de los derechos reproductivos de las mujeres, definidos en las últimas Conferencias Internacionales sobre la Mujer como “el control de su cuerpo y de su sexualidad y el acceso a los servicios de salud y a la más amplia información”. La idea central es dar acceso a la
ESTADISTICAS: LEGALIZACION NO SIGNIFICA MAS ABORTOS
Los países más religiosos de Europa son los que más han pospuesto la discusión sobre el aborto. En la República de Irlanda todavía es un tabú hablar del tema. La despenalización parcial del aborto ocurrió en 1985 en España.
En los países donde la legalización total del aborto ocurrió temprano, no implicó un pico en la tasa de aborto. Al contrario, las cifras muestran que es de 6.5‰ para mujeres entre 15 y 44 años en Holanda y de 7.7‰ en Alemania mientras el promedio a escala mundial es de 35%, según estadísticas del Alan Guttmacher Institute.
En los países donde el aborto es legalizado, es el último recurso, después de amplios medios de planificación familiar a disposición de las mujeres que se benefician de políticas globales de salud reproductiva. En los países que padecen una alta tasa de aborto ilegal, las Naciones Unidas tratan en primer lugar de modificar el discurso sobre la sexualidad para implementar métodos de planificación familiar.