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GUAPILES, Costa Rica.— El último líder de la desaparecida Unión Soviética, Mijail Gorbachov, llamó en Costa Rica a evitar el “fundamentalismo” comunista y liberal, y señaló que cada país debe buscar un modelo propio de desarrollo.
“He visto una crisis no sólo con el modelo comunista, sino que también existe un proceso emergente de rechazo al liberalismo dictatorial liberal, donde incluso algunos líderes que lo impulsan critican su desarrollo”, aseveró Gorbachov en rueda de prensa.
El Premio Nobel de la Paz 1990, quien participa en Costa Rica en el X Aniversario de la Escuela Agrícola de la Región del Trópico Húmedo (EARTH), consideró que “esta crisis merece atención, porque debemos evitar el fundamentalismo comunista y liberal”. El político ruso llegó el viernes por la noche.
Gorbachov subrayó el papel como rector del Estado para abordar el problema de la inversión en salud, educación y desarrollo social, “aunque esto no significa que el rol reglamentador sea un retorno a la etapa superada del centralismo”.
El precursor de los cambios políticos que impulsaron el derrumbe del bloque socialista manifestó que “debe existir un orden mundial más justo y dar oportunidad las naciones en desarrollo”.
Indicó que las reformas estructurales instrumentadas en las naciones de América Latina “son muy similares a las de otros países y las que fueron impulsadas en Rusia, por lo que estamos estudiando los cambios que hay en esta parte del mundo”.
Gorbachov consideró que “no debemos buscar la ayuda en los modelos que se nos imponen, pues cada nación debe buscar su propio camino”.
Gorbachov cuestionó además la política de aislar a Cuba impuesta por Estados Unidos e hizo un llamado para el establecimiento de un diálogo directo entre La Habana y Washington.
Sugirió el establecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y recordó que durante su liderazgo de la ex Unión Soviética “traté de ayudar al diálogo; el presidente Castro estaba listo, pero eso no se produjo”.
El también ex presidente ruso señaló que las reformas implementadas en su país durante 1985 “fueron la conclusión lógica que sacamos de la experiencia previa, donde vimos que necesitábamos cambiar la situación de manera radical”.
Reconoció que la desaparecida URSS “enfrentó tarde la reforma de la unión y del partido, abordó tarde los cambios en el mercado y eran totalmente necesarias las reformas porque había mucho control totalitario, sin pluralismo político”.