- Cuencas de Matagalpa y Managua, clasificadas como las de mayor preocupación en el país
ROSARIO MENDOZA COREA
La cuenca de Managua y la de Matagalpa, son dos áreas clasificadas como de mayor preocupación y se están tomando en cuenta en los planes de rehabilitación, por parte de las instituciones involucradas en esta gestión, informaron los ingenieros Arcadio Choza y Ricardo Martínez, funcionarios del Ministerio del Ambiente de Recursos Naturales (MARENA).
Managua concentra la mayor cantidad de industrias y eso ha provocado el problema de la contaminación y en Matagalpa, donde no hay aguas subterráneas, uno de los mayores riesgos es el cultivo del café que provoca problemas de contaminación, además de las aguas domésticas urbanas que también contribuyen a la contaminación de los ríos, según Choza.
Nicaragua cuenta con 21 cuencas de las cuales trece drenan hacia el Atlántico y ocho hacia el Pacífico con características diferentes. Las cuencas que drenan hacia el Pacífico son relativamente pequeñas; sin embargo, en esta zona es donde se concentra el mayor desarrollo y donde están los mejores suelos, afirmó.
En el Atlántico las cuencas tienen entre 10,000 y 12,000 kilómetros cuadrados y su mayor potencial es hidrológico por la disponibilidad de agua superficial, a diferencia del Pacífico donde hay muy poca y mayor disponibilidad de agua subterránea, explicó.
En todo el Atlántico llueve con precipitaciones mayores a 2,000 milímetros anuales.
“Se puede decir que la contaminación es bastante generalizada, sin embargo, no creemos que todas las cuencas están contaminadas a los mismos niveles especialmente en el agua, porque las causas son múltiples. Por el proceso de contaminación, como por el descargue de aguas residuales y aguas negras, muchos municipios tienen sus sistemas de descargue que van deteriorando las cuencas, otros factores tienen que ver con actividades industriales o empresariales, también hay contaminación de origen municipal, agrícola, etc.”, afirmó. Martínez.
“El hecho que durante muchos años en la zona de occidente se mantuvo el monocultivo del algodón indujo a un despale indiscriminado, por lo cual son cuencas que están desprotegidas contra la erosión, igualmente el hecho de las prácticas agrícolas inadecuadas, van forzando el deterioro de las mismas y precisamente esa fue una de las razones por las cuales impactó mucho el huracán Mitch en este tipo de lugares, facilitando que los volúmenes de agua corrieran a altas velocidades y provocaran el deslave”, explicó.
“El problema fundamental es que en Nicaragua realmente no hay una institución con un mandato muy claro hacia la restauración, protección y manejo de cuencas; si bien es cierto que muchos programas se manejan con conceptos de cuencas, no hay una institución rectora en la aprobación de planes de manejo”, sostuvo.