- Piden un Fondo de Compensación Especial que daría a cada trabajador una indemnización de entre 10 y 60 meses de salario por dejar de trabajar para el Estado y pasar a la nueva empresa privada
NOEL HERNANDEZ RAMOS
El sindicato de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) dio de plazo hasta el 30 de junio para que se firme un nuevo convenio colectivo consensuado con la administración de la empresa antes que ésta sea privatizada.
Oscar Carrión, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Energía de Managua (FESTEM), planteó que se estableciera un Fondo de Compensación Especial, que garantizaría que todos los trabajadores reciban del Estado entre 10 y 60 meses de salario, dependiendo de los años laborados, a todos los trabajadores porque dejan de trabajar para el Estado y entran “a una nueva empresa”.
Carrión dijo que los trabajadores tienen mucha expectativa sobre dicha compensación que consideran no como un plan de retiro sino como un plan en función de hacer un reconocimiento monetario a los trabajadores que pasan de manos del Estado a una nueva empresa privada.
Pero además, los sindicalistas están pidiendo otros beneficios.
QUIEREN AUMENTAR LOS BENEFICIOS
“Nosotros hablamos del respeto y el mejoramiento de los beneficios sociales consignados en la convención colectiva, hablamos del establecimiento de un fondo social para cuando la empresa pase a manos privadas, que sea de 25 millones de córdobas para los trabajadores a nivel nacional”, explicó.
Carrión dijo que el convenio colectivo anterior quedó vencido desde el pasado 30 de abril, por lo que es necesario actualizarlo antes que ENEL se venda.
“Nosotros hemos sido claros, no vamos a permitir que los trabajadores salgan afectados con este proceso de privatización”, señaló el dirigente.
Según Carrión, la administración de ENEL plantea que los trabajadores se sigan rigiendo con el mismo convenio colectivo, equivalente a 67 millones de córdobas anuales que contempla diversos beneficios, pero la propuesta sindical es recuperar el monto que tenían en el convenio de 1998 que es de 140 millones de córdobas.
El monto de los beneficios del último convenio colectivo fue disminuido a cambio de un compromiso de ENEL de no realizar despidos masivos, pero ahora que la empresa pasará a manos privadas, la situación cambia.
“Nuestros temores están sobre la mesa”, agregó Carrión, “los temores principales son que la administración pretenda reducir los beneficios sociales y tirar a centenares de trabajadores a la calle sin ninguna compensación especial que los pueda amortiguar”.
Indicó que la propuesta de la administración de ENEL es otorgar una bonificación especial a los trabajadores que vayan a ser despedidos y que consiste en un mes de salario por cada cinco años laborados, eso significa que si un trabajador prestó servicio durante 30 años sólo recibirá seis meses de salario, “lo cual es ridículo e irrisorio”.
De acuerdo con Carrión la administración ha propuesto el congelamiento del salario lo cual consideró como injusto porque no es incrementado desde que se firmó el convenio colectivo hace dos años.
El miércoles los trabajadores tendrán una nueva reunión con la administración de la empresa después en la cual plantearán el sentir de las diferentes federaciones sindicales de la energía las que se reunieron ayer para analizar esta situación.
“Hicimos un análisis de cómo está la disposición de la gente, así primariamente podemos decir que hay un rechazo absoluto a las propuestas de la administración y piden que mantengamos los ejes fundamentales de nuestras propuestas”, subrayó Carrión.