EDGARD RODRIGUEZ C.
Si el pasado fue mejor, hemos perdido el tiempo.
La tecnología hoy casi nos ha rebasado. El deporte es más científico y los atletas más completos. En esta era, los peloteros de cintura expansiva y uniformes como pijamas, no habrían sobrevivido.
Sin embargo fueron esos héroes del pasado, los que con su aporte ayudaron a llevar el juego a los niveles de hoy. Ha sido una superación constante. Y hay uno que otro aspecto en el que fueron mejores.
Aún con el transcurso del tiempo, se puede admirar la dedicación de los astros del ayer, que se entregaron de lleno al deporte, cuando éste aún conservaba una buena parte de su ingenuidad y belleza.
Estaba distante la aparición del dinero y su crecimiento escandaloso. El deporte era eso justamente, deporte. Pero ahora, a través de la industria del espectáculo, existe una nueva perspectiva sobre el juego.
Si los atletas del pasado fueron mejores que los de ahora o viceversa, es un debate mal planteado. Cada quien en su época. Lo esencial es acrecentar la experiencia de cada ciclo y proyectarla hacia el futuro.
Tenemos que aprender a valorar el aporte de cada generación. Sólo si conocemos el pasado y entendemos el presente, vamos a estar listos para comprender los cambios de hoy día y los que nos esperan.
En este sentido, es excelente el esfuerzo que ayer inició el Instituto Nicaragüense de Juventud y Deportes (INJUDE) a través de un fascículo, que cada semana va a presentar un héroe deportivo del pasado.
Se ha iniciado con Miguel Angel Rivas “Kid Pambelé”. Bien pudo ser con Stanley Cayasso o Donald Vélez. No importa. Lo esencial es que se está haciendo y sólo así podremos conocer y luego valorar el aporte que hicieron.
Nuestro deporte, en medio de las limitaciones conocidas por todos, ha contado con sus héroes en cada generación. Los de mayor edad hablan del “Chino” Meléndez con el mismo entusiasmo que aludimos a Denis Martínez los más jóvenes.
Y como he dicho, en lugar de ponernos a descalificar una época contra la otra, lo esencial es valorar lo realizado y colocarlo en perspectiva hacia el futuro. A eso apunta el esfuerzo del INJUDE y me parece tremendo.