EDGAR TIJERINO M.
En la entrada de la casa de Shaquille O´Neill, destaca la “S” que identificaba a Supermán, el héroe de las historietas sólo vulnerable ante la kriptonita… Y eso fue precisamente, lo que le hizo falta a los Pacers de Indiana para poderlo contener en una noche en la cual, esa mezcla de inspiración y furia que lo caracteriza, provocó estragos, como el paso de un huracán.
Empujados por Shaq, los Lakers triunfaron 104-87 en la primera batalla por el título de la NBA, no dejando el margen para la menor discusión.
Cuando se anotan 43 puntos, se consiguen 19 rebotes y se aportan 4 asistencias y 3 bloqueos, es que se logró dominar el juego incidiendo en los dos tableros… Shaq fue por mucho, la figura de la cancha, el factor desequilibrante, el Supermán negro que convirtió a los Lakers en el equipo más duro de doblegar en la NBA, capaz de salirse del ataúd camino del cementerio perdiendo por 15 puntos en el último cuarto.
Los Lakers fueron a fondo en el propio arranque del juego apoyándose en la puntería del tirador largo Ron Harper y su férrea defensa quitándole espacio a Reggie Miller, al grado de anularlo por completo mientras Shaq marcaba 10 puntos… Esa temprana ventaja de 33-18, fue muy bien manejada por los Lakers durante el segundo y tercer cuartos, derrotados 25-22 y 28-22 pero permaneciendo al frente en la pizarra.
El cierre de la tropa de Phil Jackson fue sensacional imponiéndose 27-16 con Shaq inmenso y Miller perdido, estrangulado por su inutilidad, ante la terrible decepción de Larry Bird… ”No me vengas a hacer esto Reggie. No ahora que tanto te necesitamos”, gritaba en silenció el técnico hundido en la butaca.
Bird, quien siempre creció bajo presión, quería entrar en acción por Miller, y ofrecer -a su edad- una demostración de cómo se debe jugar en los duelos cumbres, cuando millones están siguiendo cada uno de tus movimientos.
Esa fue la mayor demostración de superioridad de Jordan… ”Pásenme la pelota, pásenmela que yo resolveré”, gritaba siempre, y pueden preguntarle a Malone y todos los del Jazz, sobre cómo enfrentaba ese compromiso.
Bird no durmió ni miércoles, ni jueves… El se reunió con arquitectos y ajedrecistas tratando de encontrar variantes para parar a Shaquille… Lo de faulearlo ha perdido efectividad por su mejoría como tirador de libres, la cobertura con dos hombres hace más peligroso a Kobe, amarrarlo a uno de los postes no lo permite el reglamento… Sólo queda rezar porque una noche de éstas, alguien lance a la cancha un trozo de kriptonita y se vea errático.