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Retrato

En febrero de este año, el recién nombrado presidente de la Contraloría, Dr. Guillermo Argüello Poessy, visitó al Consejo Editorial de LA PRENSA. Cuando le preguntamos qué garantía tendrían los ciudadanos de que desempeñaría su nueva función con integridad, el Dr. Argüello Poessy nos respondió recordándonos que el Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal lo calificó en su Diario Político como una persona honrada, de lo cual se sentía muy orgulloso.

El Dr. Chamorro mencionó al Dr. Arguello Poessy en su Diario Político por lo siguiente:

A mediados de noviembre de 1975, el poderoso funcionario somocista Cornelio Hüeck demandó por supuestas injurias y calumnias al Dr. Pedro Joaquín Chamorro.

La demanda de Hüeck se originó por un caso ventilado en un juzgado de Rivas, donde el prepotente funcionario somocista acusó de cuatrero a un ciudadano que demostró su inocencia pero de todos modos fue condenado.

En el transcurso del juicio el Dr. Chamorro fue detenido. LA PRENSA estaba censurada y el gobierno le impuso, además, un reparo fiscal y multa por 300,000 córdobas.

Un día, el Dr. Chamorro Cardenal visitó al Dr. Guillermo Argüello Poessy, quien había sido testigo de un hecho ocurrido durante el juicio de Rivas, que interesaba a la defensa del director de LA PRENSA. Lo que ocurrió en esa visita lo narró el Dr. Chamorro mediante un retrato del Dr. Aguello Poessy en su Diario Político, con fecha viernes 2 de abril de 1976. Leamos:

Viernes 2 de abril de 1976

Fuimos a Belén, Miguel Cárdenas, José Bárcenas y yo porque sabíamos que el doctor Guillermo Argüello Poessy, ex Juez de lo Civil, había sido testigo presencial de cuando Cornelio Hüeck llegó al Juzgado de Rivas armado y es necesario probar ese hecho en el proceso que me sigue Cornelio.

El Dr. Argüello Poessy vive en una finca cañera que le produce no menos de 400.000 córdobas de utilidad anual, de acuerdo a los precios del azúcar. Tierras con un rendimiento de 80 toneladas manzana, sin riego. Abogado y amigo de Bernabé Somoza, sobrino del Canciller Montiel Argüello, persona entroncada con el Gobierno pero que ha gozado fama de honrado y serio.

Nos recibió con mucha amabilidad y cuando yo le dije que lo iba a citar al Juzgado para una declaración testifical con el objeto de probar la presencia de Cornelio en el despacho del Juez de Rivas armado, contestó inmediatamente que había llegado Cornelio con dos hombres portando metralletas, que lo había amenazado a él “y gracias a Dios –dijo- yo no estaba armado porque lo hubiera tirado, pero olvídese de que voy a decir eso en un Juzgado o en alguna parte pues no quiero nada con ese hombre que además de ser muy peligroso tiene poder suficiente para cualquier cosa”.

De los 9 magistrados de la Corte Suprema, 5 han sido nombrados por él, pone y quita jueces, manda a matar gente y si yo declaro lo menos que puede hacerme es ponerme un sinnúmero de testigos para probar un falso testimonio.

Habló horas enteras de Cornelio, dijo que era ladrón, corrompido, mentiroso, todo lo que se puede decir en mal de una persona pero cada vez que volvíamos al asunto de su testimonio repetía lo mismo. Yo nunca había oído a una persona que hubiera desempeñado el cargo de Juez explicar cómo se juzga y se gestionan las sentencias y fue muy grande mi sorpresa cuando el Dr. Argüello Poessy contó que siendo él juez una vez Cornelio llegó a pedirle que fallara un juicio entre la Shell y el Gobierno, contra el Gobierno, explicándole que tenía ciertos intereses en el caso. Agregó el ex juez que otros funcionarios gestionaban por su parte el fallo a favor del Gobierno, entre ellos el Dr. Luis Valle Olivares, Ministro del Distrito Nacional, entidad demandante de la Shell.

¿Y qué hace un juez en estos casos…?

El Dr. Argüello Poessy contó que él había ido a consultar a su tío, el doctor Montiel Argüello, porque estaba confundido de ver dos gestiones contradictorias por parte de funcionarios del Gobierno en un juicio que involucraba a este último. Su tío, seguramente viendo que las gestiones estaban empatadas le dijo que fallara de acuerdo a derecho, lo cual quiere decir que si sólo hubiera habido una gestión el juez no habría tenido necesidad de hacer la consulta.

Contó también que él había sugerido a Cornelio, cuando eran amigos, el nombramiento de un magistrado de apellido Mora el cual entiendo ejerce sus funciones en la Corte de Apelaciones de Granada y la razón para el nombramiento fue muy interesante: Primero le sugirió otro nombre y Cornelio dijo que no porque esa persona se había expresado mal de él. Después hubo otra propuesta y por último la de Mora con una razón: “Nombre entonces a Mora que no vale nada y se sentirá toda la vida agradecido de usted”, a lo cual respondió Cornelio “me gusta tu modo de razonar” y nombró a Mora.

También dijo el Dr. Argüello Poessy que a la calle principal de Belén le iban a poner el nombre de Cornelio, y para evitar semejante agravio él hizo que le pusieran el de Luis Somoza: “único benefactor de este pueblo”.

Como se negara reiteradamente a ser testigo, después de preguntarle todos los detalles de la concurrencia armada de Cornelio al Juzgado los cuales fue refiriendo con mucho gusto, le preguntamos si alguien en el Departamento de Rivas podía servir de testigo y dijo que no, porque aunque encontráramos a una persona capaz de eso, inmediatamente pondría Cornelio 5 ó 10 testigos para contradecirlo, encarcelarlo y arruinarlo.

¿Y entonces qué podemos hacer…? Fue una de las últimas preguntas: “Nada -dijo- él es dueño de los jueces, dueño de las Cortes, de todo”.   

Editorial
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