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Christian Rodolfo Alaniz, el pintor y escultor en su taller, sitio donde se inspira para esculpir imágenes y elaborar cuadros. LA PRENSA/G. ROBLETO.

Niño de Somoto pinta y esculpe

Christian dice que su mayor satisfacción es pintar y esculpir, aunque reconoce que hace grandes esfuerzos para conseguir los materiales que utiliza, sin embargo, esto no lo frustra, puesto que al final, al obtener el fruto de su trabajo, todos los esfuerzos valieron la pena, afirma GRETCHEN ROBLETO – Corresponsal SOMOTO.- El arte lo lleva […]

  • Christian dice que su mayor satisfacción es pintar y esculpir, aunque reconoce que hace grandes esfuerzos para conseguir los materiales que utiliza, sin embargo, esto no lo frustra, puesto que al final, al obtener el fruto de su trabajo, todos los esfuerzos valieron la pena, afirma

GRETCHEN ROBLETO – Corresponsal

SOMOTO.- El arte lo lleva en el alma. Sus padres no tienen dinero para comprarle herramientas y otros enseres para que perfeccione sus dotes de pintor y escultor, Christian Rodolfo Alaniz Balladares, de 13 años, no desiste en la práctica de ambas manifestaciones artísticas.

Este niño estudia quinto grado en la Escuela Rubén Darío de Somoto, pinta desde que tenía cinco años, con el transcurso del tiempo descubrió que además le gusta hacer piezas en cerámica y yeso.

Christian dice que su mayor satisfacción es pintar y esculpir, aunque reconoce que hace grandes esfuerzos para conseguir los materiales que utiliza, sin embargo, esto no lo frustra, puesto que al final, al obtener el fruto de su trabajo, todos los esfuerzos valieron la pena, afirma.

La falta de mejores y mayores recursos no deja de entristecerlo, este niño desea realizar el sueño de perfeccionar las aptitudes que tiene.

Para reunir dinero que destina a la compra de yeso y pequeñas porciones de pintura de agua, vende a precios bajos algunas de sus piezas.

Los cuadros con paisajes se los compran de 20 a 40 córdobas. Los vecinos de Christian dicen que aunque quisieran comprarle más piezas no pueden, puesto que también son pobres.

Doña Maribel Alaniz, madre del menor, relata que la pintura con que elabora sus cuadros es adquirida a través de residuos del líquido que desechan sus amigos

El barro que usa para crear piezas de cerámica lo recoge en las montañas. Las piezas de madera y jobo, el niño las talla con paciencia puesto que no cuenta con utensilios propicios para la tarea, dice doña Maribel.

Pese a las dificultades, los familiares, amigos y vecinos del artista, dicen que continuarán apoyándolo, y esperan que en algún momento una institución no gubernamental o estatal, dedicada a promover jóvenes artistas de escasos recursos, se interese por Christian, orgullo de Somoto.   

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