TTO RONDON
¿Recuerdan cuando decían que Marvin Benard no estaba bateando “porque ya sacó los reales que quería”, y que Dusty Baker lo ponía a jugar porque “ni modo, le pagaron el montón de dinero”? Bueno, si el que ríe por último ríe mejor el manager de los Gigantes de San Francisco, el mentor más ganador de la franquicia en California (pasó el lunes a Roger Craig, le faltan décadas para pasar a John McGraw) debe estar implantando el récord mundial de la carcajada.
En sus últimos 27 turnos al bate Marvin batea ocho hits para .296, y de esos ocho imparables cuatro son dobles y uno es cuadrangular. Toma al menos una base en 15 de sus últimos 16 partidos. ¿Y Calvin Murray, de quien decían nuestros sabios que le “estaba quitando el puesto a Benard”? Murray lleva en esos mismos últimos 27 turnos cinco imparables, para .185 de promedio, y solamente uno de ellos es extrabase, un doblete…
En cuanto a Vicente Padilla, el chinandegano se encuentra en medio de la perfección. El bullpen de Arizona ha sacado a 25 bateadores en fila, y Vicente se encarga de seis de ellos.
Empezando el sábado, Russ Springer, Matt Mantei y Greg Swindell sacaron a tres cada uno; el domingo, Dan Plesac a uno y Byung-Hyun Kim a seis, y el lunes, Padilla a seis y Kim a tres más.
Vicente se ha vuelto un feroz lanzador de sinker (recta que se mueve hacia abajo) y slider, lo que produce muchos roletazos. El lunes Shawn Green, de los Dodgers, dio uno violento entre primera y segunda, pero Greg Counsell estaba jugando muy profundo y sacó el out. “Se debiera anotar 93”, dijo el locutor de los Diamondbacks de Arizona.
Sin contar a los 15 que ha ponchado en 15 entradas y un tercio, Vicente retira a 26 por tierra y 9 por aire, para una proporción de 2.89. ¿Saben quién es el líder de la Liga Nacional? Greg Maddux (claro que sabían). Pero con 2.70, ¡menos que Vicente!
En estos momentos a Padilla le batean apenas .175 de promedio, de 57-10 con tres dobles, ningún triple ni jonrón, lleva dos “holds” consecutivos (o sea que ha preservado dos ventajas de los Culebras, es como los rescates pero sin terminar el partido), sus primeros dos del año, y ha reducido su efectividad de por vida a 3.00, la mejor en la historia para un nicaragüense (claro, la comparación a estas alturas es injusta, pero vale la pena señalarlo, ¿no?).