- Fernando Silva negó que recibirá
indemnización - Ciryl Omier afirma que se sentía relegado
CONSUELO SANDOVAL
Sesenta y dos diputados de la Asamblea Nacional aceptaron ayer en una sesión, que duró 15 minutos, la renuncia a sus cargos en el Consejo Supremo Electoral (CSE) de los magistrados propietario y suplente, respectivamente, Fernando Silva y Ciryl Omier, que se hará efectiva a partir del próximo 3 y 4 de julio.
En su carta de renuncia emitida el pasado 15 de junio, Silva que concluiría su período en abril del año 2001, señaló que renunciaba en aras de contribuir al fortalecimiento del Consejo Supremo Electoral.
“Para ser coherente con lo expuesto y dar mi aporte al proceso democrático para su plena instauración, presento, ante la honorable Asamblea Nacional mi renuncia del CSE efectiva a partir del 3 de julio del 2000”, manifestó Silva.
Consultado acerca de su decisión, Silva indicó que no recibirá ningún tipo de indemnización tal y como se especuló en los corrillos parlamentarios. En meses pasados, Silva manifestó que estaba dispuesto a abandonar la magistratura si le pagaban el tiempo que le faltara para que venciera el período para el que fue electo.
Aseguró que dejaba el cargo porque se siente enfermo de un padecimiento que le afecta con fuertes dolores la columna vertebral, además que se dedicará a escribir sus obras literarias.
Negó haber recibido presiones por liberales y sandinistas que se disputan los espacios en el Poder Electoral.
Por su parte, Omier interpuso su carta de renuncia en fecha y términos similares a la de Silva, sin embargo, en declaraciones a los periodistas reveló que “se sentía relegado por el resto de sus colegas magistrados” que prácticamente lo mantuvieron arrinconado en la toma de decisiones.
Omier sostuvo que continuará gestionando el recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia para que declare nulas las reformas constitucionales que redujeron su período en el cargo a cinco años, cuando fue electo por seis años.
El segundo vicepresidente del Parlamento, Edwin Castro, se mostró “sorprendido” por la renuncia de los dos magistrados. De igual forma, el presidente del CSE, dijo que no conocía de la renuncia de sus colegas, pero alegó que no serán indemnizados porque si decidieron hacerlo fue por su gusto.
Agregó que “el Poder Electoral no cuenta con una política de indemnización”, no obstante, dijo que tienen previsto otorgarles la liquidación de sus prestaciones sociales establecidas en el Código del Trabajo.
Con la renuncia de Silva y Omier quedó despejado el camino para los liberales que temían el control de los sandinistas del proceso electoral que se avecina, por lo cual, suspendieron la elección de los nuevos magistrados al CSE.