MARÍA ANTONIA LÓ[email protected]
En reiteradas ocasiones se les ha dicho a los productores que deben acopiar (almacenar) para alcanzar mejores precios y con ello financiarse sus propias cosechas. Las intenciones se mantienen pero según ellos, la situación no lo permite.
La inmensa mayoría de los pequeños productores no están en capacidad de guardar su producción para esperar mejores precios.
Germán González, productor de Somotillo (Chinandega), expresó que la necesidad es tan grande que no sólo venden en cuanto salen las cosechas, sino que se ven obligados a ofrecerlas desde antes que los cultivos lleguen a su madurez.
“Se vende de futuro, y no la vendemos al valor que tiene por la misma necesidad, por la misma pobreza, si tuviéramos financiamiento que nos garantizara las actividades culturales de los rubros pudiéramos esperar precios, préstamos al amigo para limpiar, para comprar un quintal de urea que cuesta 110 córdobas y el completo 130 córdobas, para sembrar una manzana necesitamos al menos tres quintales y a eso hay que sumarle el insecticida y cuando queremos cosechar ya la cosecha está comprometida”, agregó.
Y esto también pasa por la falta de una adecuada política. La situación ha llegado a tal situación que la infraestructura de la Empresa Nacional de Alimentos Básicos (ENABAS), dispersa en occidente se mantiene paralizada.
Alba Vargas habita junto a tres familias más en una parte de la infraestructura del terreno que pertenece a ENABAS en Malpaisillo (León), donde los silos dijo solamente trabajan durante la temporada de cosecha. La mayor parte del tiempo no funcionan. Igual o peor situación se presentan en el resto de la región donde mucha de esta maquinaria ya no opera.
Algunas organizaciones no gubernamentales han enseñado a hacer silos caseros a los pequeños productores pero igual que los silos de ENABAS se mantienen vacíos porque más tardan en guardar cuando se ven obligados a vender.