- Nicaragua no escapa de la necesidad
de institucionalizar un diálogo económico y social independiente que permita
encontrar nuestro rumbo de desarrollo, presentando alternativas de soluciones al Gobierno y a la Asamblea Nacional
Marco A. Mayorga Lacayo
Cualquier país, Estado o ciudad, para salir adelante requiere de una instancia donde diferentes sectores se reúnan y acuerden importantes decisiones que permitan avanzar juntos, en el largo plazo, en una dirección común.
Es importante diferenciar el bien e interés común con el interés de grupo, sector o partido. Y el diálogo facilita resolver esta diferencia.
El diálogo siempre es necesario. No es sinónimo de crisis o de respuesta a un estado anormal, debilidad o pérdida de liderazgo. El diálogo debe ser una mecánica permanente, que utilizado en épocas normales, tiene mejor efecto. No es una medición de fuerza. Es una oportunidad de desarrollo permanente que permite avanzar siempre hacia delante y evita caer en el error de que cada persona, grupo o partido que inicia un proyecto destruye completamente el anterior.
Hay muchas experiencias en diferentes países del mundo. Como representante de organizaciones empresariales he tenido la oportunidad de conocer y analizar diferentes experiencias. Participar en diferentes reuniones en diferentes países.
Siempre, lo más importante para asegurar el éxito de diálogo, ha sido definir previamente los temas, los escenarios y los participantes.
La experiencia confirma que se obtienen mejores resultados cuando se hacen diferencias de diálogos, así:
Diálogo político: Algunos países utilizan el escenario del Congreso o Asamblea Nacional donde todos los partidos representativos tienen sus diputados. Otros países, por condiciones especiales de falta de representación, deciden realizar el diálogo político en otros escenario e incluyen a organizaciones que no están representados en la Asamblea.
Pero siempre los temas son asuntos estrictamente políticos, como ser: existencia de partidos, representatividad, elecciones, fechas, participación, institucionalidad, etc.
Pero nunca, en esa instancia, se abordan los temas económicos y sociales, pues la práctica mundial siempre ha sido que para los políticos es condición o prioridad que primero existan acuerdos políticos para abordar temas económicos y sociales. Y la pobreza y el desarrollo pasa a segundo plano, postergando la solución y afianzando la miseria.
Diálogo económico social: El tema económico y social debe tratarse en otro escenario. La práctica mundial nos enseña que los participantes deben ser los agentes económicos del país, región o ciudad: organizaciones de trabajadores, organizaciones de empleadores y representantes del gobierno en esta área.
Es en este escenario que se abordan temas económicos y sociales, como empleo, inversiones, competitividad, productividad, política de viviendas, desarrollo económico, relaciones laborales, seguridad social, pensiones, formación y capacitación profesional, ambiente de negocios, migraciones de inversiones y empleo, desarrollo, etc.
De este diálogo surgen propuestas de ley para que los políticos en su escenario, la Asamblea Nacional, las consideren para implementarlas o modificarla como consecuencia de un intercambio de ideas de altura.
Estoy seguro que Nicaragua no escapa de esta necesidad de institucionalizar un diálogo económico y social independiente que permita encontrar nuestro rumbo de desarrollo, presentando alternativas de soluciones al Gobierno y a la Asamblea Nacional.
Es cierto que debemos ser creativos, pero es muy importante conocer otras experiencias, y de todas, la que más me ha impresionado, es la experiencia de España. Allí, después de tantas contradicciones políticas, con diferentes regiones autónomas, luego de estar en una posición inferior a muchos países de Europa, decidieron abordar los temas nacionales y crear el Consejo Económico y Social (CES). Después de 10 años vemos a una España segura, fuerte, desarrollada, competitiva, etc., que ya ocupa una posición privilegiada en Europa. Una España con mentalidad y actitud ganadora asumiendo los retos económicos y sociales.
España con mucha responsabilidad han decidido apoyar a Centroamérica y República Dominicana en esta área, y puede ser una buena oportunidad para Nicaragua contar con este apoyo y experiencia.
Actualmente en el Consejo de Planificación Económica y Social de Nicaragua, se abordan en un mismos escenario temas políticos y económicos. Y en temas económicos participan personas con propósitos claramente políticos.
Lo político y lo económico se disputan el primer lugar de prioridades. Si funcionara este método, Nicaragua sería el primer país del mundo que habría podido solucionar asuntos políticos y económicos en el mismo Consejo o diálogo. Pero no hay tiempo para ensayos, ya han tratado de hacerlo muchos países sin éxito. Formemos dos diálogos: Diálogo político y Consejo Económico y Social.
El autor es Vicepresidente de la Cámara de Comercio de Nicaragua.
Director de COSEP y Coordinador de la Comisión de Asuntos Laborales del COSEP.